Pablo Obeid – Director Regional ANSES

Una vida dedicada a la militancia, acompañado por familia y convicciones. Ex Jefe de Campaña de Fernanda Raverta, ahora Director Regional de ANSES. Pablo Obeid, sus gustos, sus relaciones y ADN marplatense.

Por Juan Manuel Lamacchia

Desde las oficinas de ANSES, Pablo Obeid relajado pero no desocupado, corre a un lado su teléfono celular que sigue sonando para contar un lado de su vida que quizás pocas veces hace público. Se ríe al contar que tiene miedo a los perros y sonríe mientras mira por la ventana que el día amerita salir a andar en bicicleta, deporte al que está incursionando en su tiempo libre, sumado al surf y fútbol con amigos. Aunque esos ratos son cortos, también los aprovecha para leer.

Sus principales características cree que son la paciencia y el humor, este último inclinado para el “humor negro”, algo que disfruta pero lógicamente entiende los entornos en los que hay que usarlo. Pero también la alegría, en general, porque para él aún las situaciones más estresantes hay que hacerlas de esa manera, porque si uno no disfruta lo que hace, las cosas no salen bien.

Política y afectos ¿Asuntos separados?

Detrás de una relación ya conocida y en pareja hace varios años con Fernanda Raverta, se encuentra un Pablo Obeid convencido del rol que eso tiene tanto en su vida personal como política. “Cuando uno elige hacer política se somete a que propios y ajenos opinen, es parte del juego. Si eso te afecta, no hay ninguna posibilidad de que hagas política”, sentencia convencido el Director Regional de ANSES, más allá de compartir, además de una familia, un vínculo laboral directo con la Directora Ejecutiva de la Administración Nacional de la Seguridad Social, y agrega: “En casa tratamos de no hablar de temas políticos, pero esos ratos son los que menos suceden”.

Por otro lado, años de militancia le colocan de manera casi obligada a sus amigos en el mismo ambiente. Sobre eso, cree que no es difícil mantenerlas y que es raro que uno sea amigo de alguien que piensa muy distinto, a pesar de la idea tradicional que se tiene de la política de que “están todos re enfrentados pero después son amigos”.

Néstor Kirchner

La figura del ex Presidente de la Nación no pasa desapercibida en la vida de Pablo. Estudió Historia en los 90, rodeado por la percepción del descreimiento de que ya no eran posibles algunas cosas, demostradas como “una construcción y nada más”, bajo el proceso del gobierno de Kirchner. Ese tiempo (2004-2007) lo toma como su momento histórico favorito, más que nada por vivirlo en primera persona, sobre todo los primeros años en lo que “todo era sorpresa”. Como marplatense, el protagonismo que tuvo la ciudad en la semana de la IV Cumbre de las Américas en el 2005 le fue muy llamativo, sabía que vivía una historia que iba a estar escrita en los próximos libros. Desde su lado, la marcha que terminó en el Estadio José María Minella, la presencia de Chávez y el Tren del Alba lo marcaron de manera definitiva. “Fue muy fuerte en términos de la ciudad y geopolíticos”, define. ¿Cuál es la persona más influyente en la vida de Pablo Obaid? Adivinaste, Néstor Kirchner.

Todo el personal es político

Las redes sociales ayudan a la famosa frase “nadie resiste a un archivo”, algo que se vive día a día y los políticos no son ajenos (algunos no necesitan ni las redes). Pero para Pablo ese tema no le parece tan acertado, para él “si cada uno en política muestra lo que es, no debería ser así”, tampoco ocultar determinadas cuestiones, agrega. Considera que con la lógica de la lección, uno va acomodando con lo que cree que la gente quiere elegir, y así arma el perfil de cada uno, pero “si uno está convencido de lo que piensa y lo que hace, es así y lo muestra”.

No tiene ambiciones políticas porque “los que hacemos política con la idea de transformar la realidad, lo hacemos de distintos lugares, no importa el cargo ni el lugar laboral”, dice. Por eso, de grande se imagina haciendo las mismas cosas que ahora.

Mira a los niños y niñas que hoy viven en nuestro país y de cara al futuro le preocupa que crean en la realidad que se dice en la televisión y que después termina siendo la profecía auto cumplida. Pero “por suerte cada vez miran menos tele y se comunican por otros canales” completa.

La situación de ANSES en Mar del Plata es de una nueva normalidad que atiende con el 50% de la gente pero que mantiene casi los mismos niveles de trámites e indicadores que el año pasado, según su director. “Es una buena situación, más allá de la complejidad”.

Su relación con los principales funcionarios actuales del gobierno local es muy buena, incluso con los que no comparte las mismas ideas. Eso mismo afirma que vivió con Guillermo Montenegro y Alejandro Rabinovich, durante la campaña electoral del año pasado. Si bien el ambiente político en ese sentido es chico, agrega: “Mi relación es muy cordial con los funcionarios que conozco, a los que no son de Mar del Plata no los conozco”.

Mar del Plata y la temporada

Al primer año de gobierno “lo atípico de la pandemia rompió todos los moldes” piensa Pablo y continúa: “La crisis sobre la crisis anterior y la actual ya licuó dónde están las responsabilidades”. De todas formas, cree que los tres niveles de gobierno sobrellevaron de la mejor manera la situación y que van a empezar de cero a partir de marzo.

Mar del Plata enfrenta una situación crucial con los índices de desempleo más altos del país y denominada “la capital del desempleo”, para el Director Regional de ANSES, eso es un problema estructural y que es el resultado de mantener durante demasiado tiempo en las políticas partidarias y en la dirigencia empresarial esa idea de que “el verano te salva”. “Como si fuese un problema climatológico, en mayo empiezan los problemas. Hay que trabajar en invertir recursos y sostenerlos en el tiempo. El problema es cultural”, afirma.

Comienza la temporada de verano 2021 y Obeid está convencido de que va a haber mucho movimiento por la cantidad de gente que llegará a la ciudad, pero advierte: “Me preocupa que si el municipio no pone los controles suficientes sea un verano con muchas fiestas clandestinas que va a tener un impacto en los picos de los casos. Tiene mucho de responsabilidad de la gente, pero también mucho control del Estado”.