El crecimiento de Mar del Plata provocó desigualdades sociales y económicas, que son producto de la falta de planificación. Por eso, desde la Facultad de Arquitectura plantean, desde hace tiempo, la creación de un organismo que lo regule
Mar del Plata crece y eso está a la vista de todos. El último censo, realizado en 2010, contabilizó que la ciudad contaba con 618.989 habitantes, pero inició un crecimiento de las zonas periurbanas, que algunos llegan a llamar “el conurbano marplatense” para simular lo que ocurre en el territorio que rodea la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
¿Es necesario hacer una nueva planificación de la ciudad? Esa es la pregunta que surge al notar este crecimiento y el decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata (FAUD), Guillermo Eciolaza, esbozó una respuesta.
“Mar del Plata tiene un crecimiento demográfico proporcionalmente más lento que otras ciudades, si uno compara los datos del censo, no creció tanto como percibimos. La gente lo percibe fundamentalmente en la movilidad urbana y los lugares donde hay alta densidad de transporte particular y se generan problemas para los que la ciudad no había sido pensada”,explicó Eciolaza.
Rústica y antigua
La primera planificación de Mar del Plata fue “muy rústica”, y hubo otra en 1962 que “daba cuenta de cómo densificar la ciudad”. Sin embargo, “la tradición de no respetar las normas y las leyes del mercado han generado grandes desigualdades”.
“El cordón periurbano marplatense se extendió la ciudad con baja calidad de servicios, de conectividad. Es muy difícil de solucionar ese tema si no hay un plan, y más si no se respeta. Son dos cosas que Mar del Plata tiene malas experiencias”, aseveró Eciolaza.
Ante este problema, se planteó la necesidad de crear un Instituto de Planeamiento Urbano. Se trata de un organismo supragubernamental, que articule lo que tiene que ver con la energía, servicios, transporte, uso de suelo, obra pública e incentivos para la obra privada. Pero para que esto suceda, se debe tener voluntad política.
“La política tiene que ceder el poder de toma de decisiones a un organismo superior y eso es muy resistido. Se le ha planteado a tres intendentes diferentes esta idea. Como los municipios suelen ser deficitarios en presupuesto, dependen de Provincia y Nación para hacer asfalto y luminarias, y entonces es muy caótico. Un año conseguiste hacer 5000 cuadras de asfalto, el que viene restauras tal escuela. Eso no tiene lógica, es improvisación, anuncio, lógica electoral. Está buenísimo hacer cuadras, pero no hay prioridades. Planificar es tener una hoja de ruta para atacar lo importante primero y después lo secundario. Y en general la política hace al revés porque puede rendir en el corto plazo electoralmente, y no se encarga de generar las prioridades”, sintetizó el decano de la FAUD.
Un rol preponderante
El rol del Estado es esencial a la hora de evitar la desigualdad, por lo que es necesario invertir en un equipamiento público que no sólo se centre en una plaza equipada. Iluminación, centros barriales, un organismo público, centros de intercambio son algunas de las cosas que detalló Eciolaza. De esa manera, aparecerán comercios y actividades que darán urbanidad al entorno.
“El problemas que tenemos en el periurbano es que se hicieron viviendas sin construir ciudad. Alrededor de las viviendas no hay nada, debería haber clubes, centros culturales barriales, un equipamiento que construya identidad. Eso tiene que ver con la inversión pública, por eso se necesita un Instituto de planificación que articule con todos los organismos que impactan en el territorio. Esto no es producto de planificación lo que tenemos, sino de la falta de planificación”, aseveró el especialista.
La ciudad se expande hacia sus bordes y muchas familias se van alejando del centro por temas de ingresos y acceso a la tierra. “Es un problema del mercado inmobiliario, que nadie lo regula, de políticas públicas, nadie las articula, y el mercado solo permite que prospere lo rentable”, explicó.
A lo que añadió: “Mar del Plata son dos ciudades: la mejor fachada del país, el mejor espacio abierto del circuito frente al mar, y las peores características de ciudades que crecen con desigualdades. Mar del Plata es una ciudad del conurbano con vista al mar”.