Con tantas nominaciones y distinciones, Meryl Streep rima con excelencia actoral. Pero lo mejor es recordar sus comienzos. Podés escuchar la historia mientras leés.
Por Remigio Gonzalez
La nostalgia
¿Alguien de aquí recuerda el 1979? Michael Jackson lanzaba su quinto disco, se fundó Nickelodeon, falleció Sid Vicious y los argentinos seguían saboreando el Mundial del año anterior. ¿Yo? A mí me faltaban casi 20 años para nacer: había muchos en la fila delante mío. Quienes tal vez si recuerden el cierre de década sean los cinéfilos, porque el 79 fue un gran año para la industria: se estrenó Alien, de Ridley Scott, La vida de Bryan de los Monty Python, Manhattan de Woody Allen y Kramer vs Kramer, de Robert Benton. El más atento ya captó el detalle: en estas últimas dos películas hay algo en común. Alguien en común: Meryl Streep, quien estoy seguro que jamás olvidará el 1979.
Si usted ya ha tenido el privilegio de nacer, lo invito a que me acompañe mientras pongo la lupa sobre este año fundamental en la carrera de la actriz y, con más aumento aún, en la historia detrás de su primer premio Óscar. Es un relato sinuoso, le recomiendo que se siente. Ah, y tenga un pañuelo a mano. Después no diga que no le avisé.
“Ha demostrado sus dotes actorales en las 75 películas en las que actuó, tiene 21 nominaciones al Oscar, ha sido muy versátil en toda su carrera y además es una actriz políglota, habla muchos idiomas. Es muy versátil: tiene conocimientos de ópera, de violín. Es una actriz de método. Puede sacar adelante cualquier papel”. Esa voz misteriosa no es mía, es de Max Czajkowski, connoisseur del séptimo arte como pocos y colega mío aquí en BACAP. Hablé con él para entender mejor el fenómeno Streep. Nuestra conversación empezó por el principio: ¿Por qué Meryl Streep tiene ese aura cuasi mística que emana respeto y admiración? ¿Por qué es una de las actrices más queridas de Hollywood? Bueno, ya leíste la respuesta.
“Irradia simpatía: Meryl Streep traspasa la pantalla. Es considerada una de las mejores actrices contemporáneas” completa Max, y con razón. Voy a intentar, si mi colleague me lo permite, agregar un motivo.
El debut
La carrera actoral de Streep empezó, de manera oficial, en el teatro, con Trelawny of the Wells, en 1975. En estos años ya encontramos una anécdota que nos da pistas sobre el carácter y templanza de la actriz. En el 76 se estrenó King Kong, la versión de John Guillermin, producida por Dino De Laurentiis. Recuerde el apellido del italiano: De Laurentiis fue un productor italiano extremadamente prolífico, que participó en más de 500 producciones de altísimo calibre. El hijo del italiano, Federico con el mismo apellido, vio a Meryl en el teatro, y consideró que sería perfecta para el papel de Dwan, la bella dama secuestrada por el gigante primate.
Federico llevó a la joven actriz al lujoso despacho de su padre para hacer el casting. Dino De Laurentiis miró a Meryl de arriba a abajo, y le dijo a su hijo en italiano: “Es muy fea ¿Por qué me trajiste a esta cosa?”. Streep, que entendía y hablaba italiano a la perfección le respondió: “Perdón, no quise decepcionarlos”. Meryl, recordando ese momento, dijo que Dino De Laurentiis la miró como si le hubiesen disparado. Estoy seguro que después miró a su hijo, pensando que no sólo le trajo una actriz que el consideraba fea, si no que además no tuvo la delicadeza de asegurarse que no entendiera el idioma. Con 27 años y una carrera actoral dedicada al teatro, que uno de los productores más importantes de Hollywood te diga fea debe ser un gancho directo a la zona del autoestima. Además, si Meryl Streep es fea…
Un año después, en el 77, debutaría en la gran pantalla con Julia, de Fred Zinnemann. Si, un director de cine de apellido Zinnemann. Decirlo es más divertido que leerlo, créanme. Recordemos que el año central de esta historia es 1979. Paciencia, ya estamos por llegar.
El vínculo
Durante sus años en la industria teatral, Meryl conoció a John Cazale, otro actor que más tarde se convertiría en mito. Ambos artistas se enamoraron, y se mudaron juntos a un departamento en Nueva York. Cazale actuó solo en 5 largometrajes, con la particularidad de que esas 5 películas fueron nominadas al Óscar como mejor película del año: La conversación, Tarde de perros, El francotirador y, tal vez de forma mucho más célebre El Padrino y El Padrino parte II. La relación entre John y Meryl era muy estrecha, y se admiraban mutuamente. En 1977 John es diagnosticado con un cáncer terminal de pulmón. Meryl Streep querría haber renunciado a todos sus compromisos laborales, pero las facturas médicas de los tratamientos para su novio costaban. La actriz aceptó un papel en Holocausto, una serie de televisión estadounidense que se filmaba en Austria.
El rodaje duró varios meses, en los que Streep debía estar en otro continente, alejada de Cazale, que cada día moría un poco más. Terminada la grabación, Streep volvió a Nueva York para acompañar a John durante sus últimos días. En marzo del 78 John Cazale fallece en el hospital, con Meryl a su lado. No sólo Meryl no renunció a su actuación en Holocausto para poder pagar los tratamientos médicos, si no que por ese trabajo ganó un Primetime Emmy como mejor actriz de televisión, todo mientras su pareja la esperaba enfermo al otro lado del Atlántico: el profesionalismo hecho carne.
Entender la relación Cazale-Streep es importante. No sólo fue un momento bisagra en la carrera cinematográfica de ella. También es una pieza clave que pone en valor su primer Óscar. Ahora vamos a eso, no me apuren. Déjenme contar la historia a mi ritmo, a mi tiempo, y con mis propios pantalones.
El camino al Óscar
Van algunos datos para el Excel: Meryl Streep es la persona más nominada en la historia de los Óscars, con 21 ternas y 3 estatuillas. También es la persona más nominada y ganadora en la historia de los Golden Globes, con 32 ternas y nueve premios. Aunque todos son importantes, el primer Óscar fue determinante en el porvenir artístico de Streep.
En septiembre de 1978, sólo meses después del fallecimiento de Cazale, comienza el rodaje de Kramer vs Kramer, un drama que sería la primera película en la historia en ganar el Óscar a Mejor Película y ser la más taquillera del año al mismo tiempo. Y con razón: Kramer vs Kramer es una clase magistral en actuación (¿Dustin Hoffman y Meryl Streep en la misma película?) y una fiel aunque algo exagerada muestra de la vida neoyorquina. Es de Hoffman de quien tenemos que hablar a continuación.
“La pareja protagónica de Kramer vs Kramer es con Dustin Hoffman, otro monstruo de la actuación. Hoffman es uno de los mejores actores de la camada 60s/70s, y que también es un actor de método” comenta Max. Este método del que hablamos está basado en las premisas de Konstantin Stanislavski, que sugería que la mejor manera de retratar emociones sinceras y creíbles es a través de la identificación y entendimiento de las emociones y motivaciones del personaje, en oposición a solamente “fingir” las emociones mientras se recita el libreto. Aunque este método se pensó tradicionalmente para el teatro, no tardó en llegar al cine: Tal vez conozca la infame historia de Marlon Brando con la manteca en El último tango en París, o la elaboradísima preparación de Heath Ledger para interpretar al Joker. Ambos hitos en la industria del cine se los debemos a actores de método.
Sucede que Dustin Hoffman se excedió. Durante el rodaje de Kramer vs Kramer, Hoffman, un actor ya consagrado en la época, abusó de Meryl Streep en reiteradas ocasiones, todas en nombre del sagrado método. En una de las primeras escenas de la película que fue grabada en el segundo día de rodaje, vemos como Joanna Kramer, el personaje de Streep, abandona a su marido. Antes de entrar al ascensor, podemos ver la cara enrojecida de Meryl. Esto es así porque segundos antes de que el director grite ACCIÓN, Hoffman abofeteó a Meryl, para que brote la emoción real de bronca y desesperación necesarias en la escena. De nuevo: todo en nombre del método.
También sabemos que Hoffman hostigaba a Meryl Streep preguntándole cosas sobre su difunto novio para las escenas que requerían lágrimas. Incluso se dice que Hoffman pidió que sea Meryl Streep la que interprete el papel, porque consideraba que como estaba transitando un duelo, sería la actriz ideal para un personaje sentimentalmente inestable. La escena de la copa también es un buen ejemplo, donde Hoffman rompe una copa de vidrio real contra la pared sin avisarle a ella, a pesar de haberlo premeditado con el camarógrafo. Todas estas actitudes violentas fueron un gran desafío para la actriz que, a pesar de sentirse abusada, siguió adelante con el papel. Y cómo…
En las escenas finales de la película, donde la pareja Kramer se disputa la tenencia de su hijo, el personaje de Meryl Streep hace uso de su acotado tiempo en pantalla de forma magistral, con un discurso real y sensible. No es sorpresa, entonces, que la mayor parte de ese monólogo fue escrito y propuesto por Meryl, porque consideraba que el guión original no le hacía justicia a la lucha de su personaje. Streep dijo que el guión demostraba fácilmente que era un hombre escribiendo sobre los sentimientos de una mujer en relación con su hijo y su pareja. Meryl lo modificó y se lo presentó al director, que aceptó los cambios enseguida.
Kramer vs Kramer fue nominada a ocho premios Óscar, de los que ganó cinco. Entre ellos el más esperado: Meryl Streep gana la terna como Mejor Actriz de Reparto. Fuerte el aplauso. Ese mismo año ganó también el Golden Globe en la misma categoría por el mismo papel.
Aunque todavía no lo supiera, esta sería sólo la primera estatuilla de su carrera. Muchos años después de Kramer vs Kramer, Meryl Streep hizo públicas todas estas situaciones desmedidas, aunque confesó ya haber perdonado a Hoffman. El comediante George Burns popularizó una frase: “La clave del éxito es la sinceridad. Si puedes fingirla, entonces ya lo lograste”. Con o sin método, Meryl Streep ha demostrado muchas veces su altura, profesionalismo y dedicación, incluso en los momentos más difíciles que le tocó vivir. O capaz solo estaba actuando.