La empresa noruega Equinor envió el aviso de proyecto para la exploración off-shore que tiene como objetivo final la extracción de hidrocarburos frente a las costas de Mar del Plata. Distintos informes alertan sobre los riesgos para el medio ambiente y la industria pesquera.
Por Thomás Lahitte
Entre 2017 y 2019 el Estado entregó 18 licitaciones para la exploración en busca de petróleo en aguas nacionales. Las principales áreas de interés se concentran en las cuencas sedimentarias “Malvinas Oeste” y “Argentina Norte”. Es dentro de esta última donde se encuentra el bloque conocido como “CAN 100” que comprende unos 15.000 km2 y se encuentra frente a las costas de Mar del Plata.
Como informó Bacap en enero, la empresa noruega se asoció a YPF y posteriormente a Shell para llevar adelante la exploración del área. Cabe recordar que de avanzar las distintas etapas del proyecto se trataría de la primera perforación de este tipo en el mar argentino.
El proyecto se encuentra en manos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible quien debe realizar la Evaluación de Impacto Ambiental (EsIA) para analizar la viabilidad del mismo según los criterios de la Ley 25675 (Ley General de Ambiente). El proceso requiere, además, la convocatoria a una audiencia pública, que tendrá lugar el día primero de julio. En esta expondrán la autoridad ambiental (MAyDS), la Secretaría de Energía, la empresa proponente (Equinor) y todo ciudadano o institución que desee intervenir previa inscripción.
¿QUÉ ES UNA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL?
Desde que se conoció la noticia de que distintas compañías iniciarían la búsqueda de petróleo en el mar argentino, la industria pesquera manifestó su inquietud. Las experiencias internacionales indican que esta actividad no es inocua, ya que al margen del temor ante un eventual hecho “catastrófico”, se sabe que la extracción de petróleo genera distintas consecuencias en el ecosistema marino.
Por ese motivo, en la audiencia pública del primero de julio, representantes de cámaras empresariales, sindicatos, ONGs y organismos científicos tienen previsto plantear sus preocupaciones.
Impacto sobre la industria pesquera
En 2019 la Cámara de Empresas Pesqueras (CEPA) elaboró un informe acerca del impacto de las exploraciones sísmicas en peces e invertebrados donde advierte que el ruido por la exploración y extracción de petróleo y gas, sonares, dragado y construcción de dispositivos causa consecuencias ecológicas.
¿Por qué hacen especial hincapié en el sonido? Porque en el agua viaja hasta 4,5 veces más rápido, se ve menos afectado por las condiciones ambientales (profundidad, temperatura) y porque considera que “la audición es el principal proporcionador de sentido de la distancia para peces e invertebrados.”
Los principales efectos del ruido sobre los organismos marinos son:
- *Daño de tejidos
- *Pérdida del rango auditivo
- *Modificación del comportamiento (dispersión, esparcimiento)
- *Interrupción del ciclo reproductivo
- *Muerte
El movimiento de cardúmenes en alta mar a causa del uso intensivo del sonido puede resultar en reducciones de las capturas hasta en un 50% en un radio de 33 kilómetros. Si bien luego de un evento de este tipo estos tienden a retornar al lugar de origen, pueden demorar días o incluso semanas en hacerlo.
“El uso intensivo del sonido puede resultar en reducciones de las capturas hasta en un 50% en un radio de 33 kilometros”
Dentro de las propuestas para amortiguar los efectos se incluye la selección de especies para su conservación, ya sea porque corre peligros de extinción o porque sean declaradas de interés comercial como es el caso de las pesquerías de merluza, calamar, abadejo y anchoita.
Por último la cámara propone determinar “los mecanismos de compensación que pudieran corresponder para los actores involucrados si se produce un perjuicio ambiental o pesquero que afecte su economía”. Para distintas ciudades pesqueras del país, la pesca significa su principal sustento.
Más allá de su carácter de industria, la pesca produce un enorme efecto en las comunidades portuarias argentinas. Para localidades como Mar del Plata, Puerto Deseado o Puerto Madryn la extracción petrolera, por más redituable que resulte, nunca podría sustituir el significado de la pesca no sólo como actividad económica sino también, como generadora de empleos y como una actividad capaz de establecer relaciones sociales, identitarias y culturales, argumentan desde el sector.
Desde un enfoque promovido por la FAO para comprender al sector, la pesca forma parte de un ecosistema en el que además de los recursos marinos también intervienen empresas, trabajadores o familias.
Es por ello que existe un fundado temor porque la actividad petrolera altere la situación de los recursos naturales desencadenando consecuencias que pongan en riesgo la subsistencia de las comunidades que dependen y se organizan en torno a ella.
Riesgos
La filial local de Greenpeace, por su parte, alertó sobre los riesgos de derrames y daños a la fauna. El bloque que las petroleras buscan perforar se halla en el talud continental, principal corredor biológico del mar argentino. Esta zona además, desde 2014, busca ser declarada como de interés ambiental.
Si bien Equinor plantea un “enfoque de gestión ambiental”, aseguran que las posibilidades de derrames son del 100% en este tipo de emprendimientos y que podría significar, además, consecuencias para el turismo en la ciudad.
En enero, Sergio Affronti, CEO de YPF, destacó los aportes que la experiencia de Shell y los noruegos podían hacer al país en materia de proyectos offshore. Los compromisos de inversión por parte de las 18 empresas con licitaciones para la exploración, se estiman en 724 millones de dólares.