Por Pipo Fontán
Dicen que un prestigioso publicista venezolano tiró el comentario en un café de la Peatonal. “Olvidate! La política se resuelve en las redes. Y si no, pregúntenle a Trump. Bueno, al Trump de la elección anterior porque al de esta última le surgió un problemita medio global que le quemó un par de discos rígidos”.
Atenta como siempre, la politiquería marplatense se sacó la “Bic” de la oreja y anotó en su cuadernito con espiral que tenía que subirse con todo a las redes. Así que actualizó la Commodore 64, cambió el Nokia 1100 y, con solo 10 añitos de demora, se puso a tiro para las grandes ligas. #agarratezuckerberg
No tuvimos que esperar mucho para comprobar lo talentosos que podían ser creando contenido para las redes. Por ejemplo, hicieron una caravana de autos para festejar la llegada de la vacuna 250.000. (No tiene remate. Es posta.) Alguna luminaria dijo: “con esto hago un videito, lo subo al Insta, me llueven los likes y algún algoritmo de Facebook me rankea como potencial intendente en 15 minutos”. Ponele que justo en este caso hubo menos autos que en un río y no llenaron ni una rotonda. Pero mirá si salía. #mandamebondis
El Poder Ejecutivo tampoco quiso quedarse sin demostrar su manejo cibernético. Subieron una historia podando un árbol (esto también es posta, no se me hubiese ocurrido un ejemplo así de gracioso). Lógica pura explicó un asesor: “¿La gente se queja porque las calles son una boca de lobo? No hay drama: Hacete un video con un pibe laburando con una motosierra, conseguimos 4.000 me gusta y problema solucionado”.
Decí que mucha gente de ese barrio todavía no entiende del todo al Instagram y se quedó esperando que siguieran podando en la vida real. ¡Pobres! La parte positiva es que aprendieron cómo putear en los comentarios y a arrobar vecinos. Porque para el municipio la cyber educación es una prioridad. #seguimechango
Pero si hablamos de una red totalmente dominada por nuestros políticos, sin distinción de partido, es la del pajarito azul. Acá es donde se lucen los concejales fanáticos del Twitter, también conocidos como los “onanistas del teclado”. Es muy interesante ver cómo, mientras acarician su ego, escriben genialidades como: “Los marplatenses merecemos una ciudad mejor” o “Mar del Plata somos todos”. Si están inspirados con los mensajes, llegan a darle hasta 3 al hilo. Aunque suelen alcanzar precozmente su clímax con solo 4 retweets. #manoloca
Más en las sombras, están los jefes de campaña, verdaderos estrategas de las redes. Unas mentes maestras que, módica suma mediante, operan a través de algún amigo con un par de miles de seguidores. El tipo publica lo que le dicen en “forma de noticia enigmática” y se produce la magia. Una ecuación perfecta para el mensaje: Lo leen 20, lo entienden 10 y lo comparten 2. Termina saliéndoles más caro que construir un barrio privado. Pero durante los 8 minutos que dura la jodita en el micro mundo de Twitter, los cráneos sienten que son la reencarnación de Maquiavelo. #mejorpautaloenel8
Es cierto que algunos todavía evidencian algunas complicaciones con el Whatsapp. Tiene lógica. En estos últimos años hay candidatos que han pasado por tantos grupos que nos les quedó claro en cuáles se quedaron. En el mismo momento les puede llegar el meme de una gaviota, de un piloto azul o de un ogro y no saben con qué emoji responderle. Igual se recomienda no darle click a ninguno de esos porque todos terminan abriendo la imagen del morocho con el gorrito y la toalla. #casisaliendodelgrupo
De cualquier manera, no somos tan ingénuos: estamos viviendo una época de Big Data y cruce de informaciones. Ya no podemos ni sacar una cerveza de la heladera sin que en el celu se nos aparezca una oferta de 25% off en maní salado. Y en cada movimiento político de Mar del City hay expertos que lo tienen más que claro. Saben que pueden llegar a identificar y contactar a un grupo de votantes súper segmentado como, por ejemplo, hombres de clase media, preocupados por la calvicie, hinchas de Alvarado, que toman el 552 y les gusta el helado de pistacho. Sólo les queda resolver el problemita de qué podrían proponerles y listo. #tedebolapromesa
Sea como sea, faltan pocos meses para que quedemos atrapados en algún tipo de red. Va a ser imposible que saludemos a la Tía Luisa por el cumple sin que se aparezca un video jurando que la tía los votaría. Ya no vamos a poder chusmear con quién está saliendo nuestra ex sin que una story nos asegure que esos concejales saben qué hacer para que ella vuelva.
Preparémonos para las fakes news, las encuestas, las cadenas, las historias de vida, las promesas con musiquita emotiva… Tengamos a mano nuestros pulgarcitos para arriba y nuestros corazoncitos rojos para dejar contentos a todos los algoritmos. Y también tengamos a mano un poco de sentido común. Así que cuando nos toque votar, también quedamos contentos nosotros. #quenoteduerman