De Carmen Miranda a Gilda. De Gloria Gaynor a La Bomba Tucumana. De Bonnie Taylor a María Elena Walsh. De Raffaella Carrá a Fabiana Cantilo. De María Marta Serra Lima a Xuxa. Todas las voces (femeninas) todas se hacen oír en los estadios argentinos.
Por Carolina Santos y Silvia Arcidiacono
Aun en épocas en las que la presencia femenina en una cancha de fútbol no era habitual, nada logró impedir que canciones hechas por mujeres se colaran en la memoria colectiva y terminaran entre miles de hinchas para alentar o maldecir durante 90 minutos a sus equipos y contrincantes.
Una compilación musical hecha libro. Este repaso por algunas de esas canciones más emblemáticas que aún hoy se corean a voz pelada da cuenta de que, aunque no las veamos, las chicas siempre están.
Cuando corrían tiempos en los que se daba por sentado que el fútbol era cosa de varones, y estaban excluidas de ese ámbito las voces de relatoras, comentaristas, periodistas deportivas, árbitras y dirigentes mujeres; cuando el fútbol femenino no tenía nombre que lo enunciara; cuando aún la pelota era el regalo que no se dudaba para los chicos y las muñecas para las chicas; en aquellos años en los que el fútbol era una esfera totalmente masculinizada, nada pudo impedir que la voz de las mujeres igualmente entrara a las canchas.
Y fue a través de las canciones: una enorme cantidad de temas que las hinchadas entonaron y siguen entonando fervorosamente para alentar a sus equipos, canciones hechas por artistas mujeres.
Si bien no en todos los casos son de autoría femenina, sí fueron popularizadas por ellas: sus voces sonaron en las radios o en la televisión, pueblos enteros las cantaron, y el fútbol las tomó para dar aliento a sus jugadores, cambios de letra mediante. Canciones eternas, que aún siguen en boca de las hinchadas
La Pitusilla
Según afirma el escritor Manuel Soriano, en su libro “¡Canten, putos!”, la primera canción que una hinchada tomó de la música popular para reversionar en la cancha fue “Yo te daré café”. Había sido la voz de una mujer la que la hizo tan famosa como para llegar a oídos del fútbol. Se trata de la cupletista Paquita Robles Labastina, apodada artísticamente “La Pitusilla” por su contextura pequeña, que si bien no es la autora de este vals-canción fue quien la popularizó cuando la grabó a comienzos de los años 30.
A la letra original, que decía “Yo te daré, te daré niña hermosa te daré una cosa, una cosa que yo solo sé: café”, la hinchada de Boca la reescribe, una década más tarde, para destacar a su delantero Mario Boyé, una figura emblemática de aquellos años. De modo que La Pitusilla deja servido el tema a la hinchada, que solo debió cambiar una palabra para realzar al ídolo:
«Yo te daré
Te daré niña hermosa
Te daré una cosa
Una cosa que empieza con B: ¡Boyé!»
Aurora Miranda
Aurora Miranda entra a la cancha con una canción también de comienzos de los años 30: fue ella quien le puso su voz a la primera versión grabada de “Cidade Maravilhosa”, compuesta por André Filho. Fue elegida por sugerencia de la inolvidable Carmen Miranda que, además de ser su hermana, era una convencida del talento de Aurora a quien convocó como corista para muchas de sus presentaciones en vivo y grabaciones. La composición de Filho llegó primero a manos de Carmen, quien no lo dudó y en seguida la propuso a su hermana menor.
Esta marcha terminó siendo el Himno Oficial de Río de Janeiro (Estado de Guanabara por aquel entonces) y hoy también el himno más popular entre las hinchadas a la hora de dedicarles gruesos epítetos a sus contrincantes o a algún juez de línea o árbitro, que de maravillosos parecen no tener nada, a juzgar por el punto de vista de la hinchada: “X hijo de puta, la puta, que te parió… X hijo de puta, la puta que te parió…. “
Carmen Miranda
A su vez, fue en la voz de Carmen Miranda, que la canción “Mamãe eu Quero” compuesta en 1936 por Jararaca y Vicente Paiva para un carnaval, saltó a la fama y trascendió las fronteras. Según revela el libro “História do Carnaval Carioca”, de la periodista Eneida de Moraes, buena parte de la canción “Mamãe eu Quero” fue improvisada al momento de ser grabada. Con ese mismo espíritu que les dio vida a esos primeros acordes grabados, las hinchadas improvisan su pedido invocando a mamá sin ningún complejo:
«Mamá yo quiero,
Mamá yo quiero,
Mamá yo quiero, mamá,
Que gane X, que gane X,
Que gane X, y todo el año es carnaval.»
Gloria Gaynor
Por su parte, Gloria Gaynor nutrió a la hinchada de una canción que habla de amor y que suena en cada casamiento y en cada partido donde haya que hablar del cariño por la camiseta. Se trata de “Can’t take my eyes off of you”, compuesta en los años 60 por Bob Crewe y Bob Gaudio. Su primera versión fue en la voz de Frankie Valli, y desde entonces, hubo muchas intérpretes que nos maravillaron con sus versiones en varios idiomas y algunas de ellas de enorme popularidad como es el caso de la sueca Anni-Frid Lyngstad (antes de formar Abba), Diana Ross & the Supremes, la enorme Shirley Bassey, Nancy Wilson, la italiana Mina, Lauryn Hill, y Sheena Easton.
Fue en 1990 que Gloria Gaynor logró la versión más icónica y difundida, que pronto, en las canchas de fútbol, la letra de su estribillo que declaraba “I need you baby, and if it’s quite all right I need you baby” mutó a, por ejemplo, “vamos los Millo, hay que poner un poco más de huevo, quiero la vuelta y que delire el Gallinero”
María Marta Serra Lima
Cuando en 1977 Luis Ayrao compuso su balada “Os amantes”, quizás no imaginaba que una intérprete argentina –María Marta Serra Lima- haría de ella una versión que cantarían todos los enamorados y enamoradas de nuestro país. Y tal vez tampoco María Marta soñó que su popularidad la llevaría a las canchas de fútbol. El tema, que fue titulado como “Ay Amor”, expresaba:
«Ay amor, si yo pudiera abrazarte ahora
Poder parar el tiempo en esta hora
Para que nunca tengas que partir…»
Y las hinchadas no dudaron en trasladar ese tono amoroso para cantarles a sus clubes:
«Esta es tu hinchada la que tiene aguante
La que te sigue siempre a todas partes,
Y la que nunca te va a abandonar…»
Bonnie Tyler
También en 1977, la galesa Bonnie Tyler daba al mundo un hit inoxidable: “It’s a heartache”, compuesta por Ronnie Scott y Steve Wolfe. Su voz rota, a causa de unos nódulos en la garganta, le imprimía un dramatismo especial al ya propuesto por la música y la letra. La hinchada de cada club que la entonó, y sigue entonando, respetó el dramatismo original de la canción, claro que a su manera:
«Jugadores,
La c…. de su madre,
A ver si ponen huevo,
Que no juegan con nadie .»
Raffaella Carrá
Curiosamente, otra vez en 1977, Raffaella Carrá lanzó su simple “En el amor todo es empezar” que no es otro que el inolvidable hit donde la artista canta que «explota explota su corazón». Eran los comienzos en la música de una artista que trascendió el ámbito artístico para convertirse en icono feminista, y de la causa de los derechos y la visibilidad del colectivo LGTBIQ+.
Como señala Ana Bernal-Triviño, profesora de la Universitat Oberta de Catalunya, en el portal Vanitatis, “el principal aporte de Raffaella Carrá y por lo que se le supone una transcendencia feminista tiene que ver mucho con el contexto en el que aparece, tras una Italia y una España con dictaduras recientes, que imponen un papel muy opresor y conservador a la mujer. Su mensaje en todos los sentidos es rupturista, define un nuevo modelo de mujer en la sociedad en una constante búsqueda de la libertad y de la capacidad de decisión”.
El comienzo de la canción mencionada, en el que se escucha a Raffaella con su eterna sensualidad cantar los versos “ah ah ah ah, en el amor todo es empezar”, fue tomado por la hinchada de Boca luego del Mundial de 1994, donde Maradona quedó afuera por doping positivo, para exhortar: “Oh oh oh oh, hay que alentar a Maradó”. Y años más tarde, lo hicieron, y siguen haciendo, los jugadores de la Selección de la era Messi, en los vestuarios luego de ganar partidos, para aleccionar a quienes los critican: “Oh oh oh oh, hay que alentar a la Selección”.
Sonia Rivas
Cuando estaban comenzando los años 80, la mexicana Sonia Rivas, cantautora y pianista, que se había convertido en una estrella de la canción melódica luego de varias presentaciones en el festival OTI, y de vender un millón de copias de su tema “No Soy Como Tú», se instala en nuestro país junto a su marido argentino, el músico y compositor Richard Mochulske. Sonia graba aquí un tema compuesto por él –“Atrévete a decírmelo”-, al que ella le dio toda su impronta:
«Atrévete a decírmelo
Ahora que he llegado yo
Quien te crees que tú eres
Para hablar mal de las mujeres…»
Suficiente para que diferentes hinchadas, y con diferentes letras, la hagan propia, aunque todas con sellos parecidos: desde el ya clásico de Mataderos “la c… de tu madre, All Boys» al cántico en el vestuario de los propios jugadores de la Selección, en el mundial de 1986:
«Argentina va a salir campeón
Argentina va a salir campeón
Se lo dedicamos a todos
La reputa madre que lo reparió…»
María Elena Walsh
Las hinchadas no dudaron tampoco en nutrir sus repertorios con emblemáticas canciones infantiles hechas por artistas mujeres. Tal, por ejemplo, el caso de la hinchada de Chacarita que rehizo el estribillo de “La tortuga Manuelita”, de María Elena Walsh, para autoelogiarse de este modo:
“Como alienta, como grita,
nadie la puede correr.
Es la hinchada de Chacarita,
le queda chica la B”.
Xuxa
O “Ilarié” de Xuxa, la reina de los bajitos, pero también de los grandecitos, que la tomaron para alentar a los suyos con una operación simple de contra hechura: “Es la hora, es la hora, es la hora de ganar…”:
Loalwa Braz, del grupo Kaoma
Los años 90 brindaron a las hinchadas muchas canciones hechas por mujeres. “La Lambada” fue el hit de la década en todo el mundo, en la voz de Loalwa Braz, la vocalista del grupo Kaoma. La canción era una reversión de “Chorando se foi” que había sido un éxito brasilero con la interpretación de la cantante Marcia Ferreira. Lo cierto es que el tema fue usado, en aquella época, por muchas hinchadas y con diferentes letras, sobre todo en el fútbol del ascenso.
Gladys, la Bomba Tucumana
“La pollera amarilla”, del colombiano Diego Espinosa Soto, encontró aquí una enorme popularidad cuando nuestra Gladys «La Bomba Tucumana» le puso su voz. Pronto se trasladó a las gradas de los estadios argentinos. Cabe destacar una versión a dúo con la indiscutida reina de los cantitos de cancha, la inolvidable Gilda, que nos regaló esta pollera amarilla recargada a dos voces con La Bomba en su disco «Un sueño hecho realidad».
Gilda
Lo que el periodista Roberto Parrotino definió en su imperdible nota de Tiempo Argentino “Gilda y el fútbol: los temas que ‘fueron un gol’ y que aún se cantan en las tribunas” como “la banda de sonido de las hinchadas del fútbol argentino” es estrictamente cierto. Basta repasar algunos de los títulos de Gilda que se trasladaron a los coros de estadio: “Paisaje”, “La Puerta”, “Corazón valiente”, “No me arrepiento de este amor”, “Se me ha perdido un corazón”, “Pasito a Pasito”, “Fuiste”, “No es mi despedida”, “Sigo el ritmo”. Esas canciones que ella misma definía como “temas que fueron gol” le valieron tener su mural en Vélez y un equipo platense de futbol femenino con su nombre: Alianza Gilda.
Fabiana Cantilo
En el ámbito del rock argentino de aquella década, si tuviéramos que señalar la canción que define la masividad por parte de una voz femenina, esa sería la versión que Fabiana Cantilo hizo de “Mi enfermedad”, de Andrés Calamaro, que ella incluyó en su tercer disco solista, “Algo Mejor”.
El tema había venido en una encomienda desde España hasta Argentina vía una copia en cassette hecha por Ariel Roth para su hermana Cecilia, con el fin de mostrarle lo que hacía junto a Calamaro en su grupo Los Rodríguez. La cinta pasó a manos de Fito Páez, luego a la emblemática voz de Fabiana, y luego a la de miles de hinchas de clubes de fútbol.
Según ella misma cuenta, fue “la varita mágica” de Diego Maradona lo que hizo que ese tema la catapultara a esos lugares que, hasta el momento, estaban reservados para pocos artistas. Y para ninguna mujer del rock argentino: “Mi enfermedad” llegó a las canchas de fútbol debido a que, en el primer partido jugado por Maradona en el Sevilla, el 28 de septiembre de 1992, Diego ordenó que el tema sonara en altoparlantes mientras él ingresaba al estadio. A partir de allí, fue usada por muchas hinchadas acomodando la letra de diferentes maneras, tal, por ejemplo, la de Newells:
«Esta es la gente que jugués donde jugués, siempre va a estar
Ninguna hinchada ni la yuta nos van a poder parar
Ganes o pierdas nunca te va a abandonar, siempre te va a alentar
Esta es la hinchada más popular…»
Muchas de estas canciones hechas por mujeres, y reformuladas por la hinchada, se siguen escuchando en las canchas, pero también, afortunadamente, están las voces de las relatoras, comentaristas, periodistas deportivas, árbitras, y jugadoras, y nadie puede quitarnos la emoción de alentar a nuestros equipos de fútbol femenino. Para eso, antes pudimos escuchar, como música para nuestros oídos, la respuesta de nuestras hijas, ante la pregunta sobre qué quieren de regalo:
«Mamá yo quiero, mamá,
una pelota…»
(*): Silvia Arcidiacono y Carolina Santos son coautoras, junto a Gabriela Cei, del libro “Historia del rock argentino hecho por mujeres”, de próxima edición por Gourmet Musical