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septiembre 7, 2024
Lo de Allá

El consumo de alcohol aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tránsito

Es el resultado de un estudio realizado en Mar del Plata por un equipo de investigación de la UNMDP y el CONICET. El trabajo, publicado en la Revista Panamericana de Salud Pública de la OPS, también revela que el consumo combinado de alcohol y cannabis incrementa el riesgo de sufrir traumatismos en un accidente de tránsito.

Por Agustín Casa

El consumo de alcohol y el consumo combinado de alcohol y cannabis aumentan significativamente el riesgo de sufrir traumatismos en un accidente de tránsito, según una investigación realizada por un equipo científico marplatense. Asimismo, el trabajo muestra que el aumento del riesgo en personas que beben alcohol se observa tanto en conductores como en pasajeros.

El estudio fue llevado adelante por un equipo del Instituto de Psicología Básica, Aplicada y Tecnología (IPSIBAT), dependiente del CONICET y la Facultad de Psicología de la UNMDP, en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Servicio de Emergentología del Hospital Interzonal de Mar del Plata. El trabajo, titulado “Riesgo de lesiones por accidentes de tránsito debido al consumo de alcohol y cannabis en pacientes de urgencias en Argentina”, fue publicado este año en la Revista Panamericana de Salud Pública de la OPS.

El equipo del IPSIBAT realizó el trabajo para estimar el riesgo de lesiones por accidentes de tránsito no fatales por consumo de alcohol y cannabis en Mar del Plata, tanto por edad como por sexo, y en conductores, pasajeros y peatones. El estudio fue realizado en el Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. O. Alende” de Mar del Plata entre diciembre de 2019 y marzo de 2020. El proyecto estuvo financiado por la OPS y también se llevó a cabo en otros países, en el marco de un estudio multicéntrico internacional.

“El estudio aporta más evidencias de que el consumo de alcohol incrementa la posibilidad de tener una lesión en un accidente de tránsito”, afirma en diálogo con Bacap Karina Conde, doctora en Psicología, investigadora del CONICET en el IPSIBAT y autora principal del trabajo. 

Según los resultados del estudio, el consumo de alcohol aumenta casi un 700 % la probabilidad de sufrir lesiones en un accidente de tránsito. A su vez, la combinación de alcohol y cannabis incrementa más de un 700 % el riesgo de padecer lesiones en un accidente de tránsito. 

“El consumo de alcohol afecta a las funciones cognitivas como la atención, la toma de decisiones y el control de los impulsos, lo cual hace a la persona que consume alcohol más vulnerable a sufrir un incidente de tránsito”, resalta Paula Giménez, licenciada en Psicología, becaria doctoral del CONICET en el IPSIBAT y autora del trabajo.

Al mismo tiempo, Giménez comenta: “Diversos estudios en otros países del mundo han demostrado que existe un riesgo al consumir alcohol y conducir. Sin embargo, en Argentina es alarmante que este riesgo es bastante mayor al calculado en otros países, como por ejemplo, en Perú y República Dominicana, países en los que se llevó a cabo el mismo estudio que hicimos en Argentina. Probablemente esto se deba a que tenemos un consumo per cápita muy alto y una cultura que acepta y normaliza este consumo”. 

Estudio pionero en la región

Sobre la reciente investigación, Conde indica que el trabajo “evalúa por primera vez en la región el riesgo cuando se utiliza cannabis, y cuando se utilizan ambas sustancias psicoactivas –alcohol y cannabis– en conjunto antes de la lesión”. En este sentido, señala: “Nuestro equipo encontró que, si bien el riesgo de lesión no fue mayor para quienes consumieron cannabis, sí lo fue para los que usaron ambas sustancias en conjunto”. 

“Otro punto de relevancia es que no solo son los conductores que consumen alcohol quienes incrementan el riesgo de lesión, también el pasajero que consumió está en una posición de mayor vulnerabilidad, posiblemente porque el alcohol influye de manera negativa en su capacidad de percibir y tomar medidas de seguridad”, detalla Conde.

En tanto, la investigadora cuenta que “los resultados en general coinciden con otros de trabajos realizados en otros contextos, lo cual es positivo porque habla de una coherencia en lo que está sucediendo”. Asimismo, remarca que los resultados “permiten que nos hagamos nuevas preguntas para continuar investigando, como qué está sucediendo con los pasajeros que consumen alcohol, si los consumidores de cannabis no incrementan el riesgo de lesión porque no es común que conduzcan luego de consumir (por ejemplo, no se desplazan a bares a consumir), y qué sucede con otros grupos específicos”.

Además, Conde considera que “a nivel país, los resultados son importantes de cara a una posible legalización del cannabis, algo que se viene debatiendo hace años, ya que no existían datos con anterioridad y permitirán tomar decisiones en cuanto a la regulación del uso cuando se está conduciendo, por ejemplo, mientras sí existen leyes de este tipo para el alcohol”. 

“También permite pensar en qué estrategias podrían llevarse a cabo para mitigar el riesgo de los pasajeros. Todos estos datos, si bien son locales, permiten pensar en posibles estudios y direcciones para nuestros países vecinos”, sostiene la especialista.

En tanto, Giménez compara los resultados del estudio realizado entre 2019 y 2020 con otro similar llevado a cabo en 2001. “En aquel estudio el uso de alcohol aumentaba tres veces la probabilidad de lesión por tránsito, y en el último estudio encontramos que este aumento es cercano a siete veces”, subraya.  

Y remarca que un hallazgo interesante del actual estudio es que “los pasajeros que consumen alcohol tienen un riesgo alto, incluso más alto que el del conductor, de sufrir una lesión de tránsito”.

Además de Conde y Giménez, participaron del estudio Mariana Cremonte, Raquel Peltzer y Tomás Salomón del IPSIBAT, Gabriel Suárez del Hospital Interzonal de Mar del Plata, Maristela Monteiro de la OPS y Cheryl Cherpitel del Public Health Institute de Emeryville (Estados Unidos).

El trabajo en el Hospital Interzonal de Mar del Plata

Del estudio realizado en el Hospital Interzonal de Mar del Plata participaron de forma anónima 306 pacientes (208 hombres y 98 mujeres), de los cuales 156 son menores de 30 años y 150 son mayores de 30 años. En tanto, de estas personas 224 eran conductores al momento del accidente de tránsito, 44 pasajeros y 38 peatones.

Giménez formó parte del equipo que realizó el trabajo de campo en Hospital Interzonal. “Para obtener los datos realizábamos turnos para cubrir las 24 horas del día los 7 días de la semana y asegurarnos de invitar a participar a todos los pacientes que ingresaban a la sala de emergencia por una lesión de tránsito. Se incluía a pasajeros, peatones y conductores que hubieran ingresado por una lesión de tránsito dentro de las 6 horas posteriores a la misma”, describe. 

En esta línea, la becaria señala que “los pacientes se mostraron predispuestos a participar, se les explicaba detalladamente el estudio y la confidencialidad de los datos” y que “se les realizaba un cuestionario que incluía preguntas sobre su consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas, una alcoholimetría y un test de saliva para detectar otras sustancias como cannabis”.

Por su parte, Tomás Salomón (licenciado en Psicología, becario del CONICET en el IPSIBAT y autor del estudio) reconoce que “la toma de datos era un desafío muy grande por un montón de factores: la cantidad de participantes que había que entrevistar, el tipo de participantes (no es fácil acercarse a alguien que acababa de sufrir una lesión en un accidente de tránsito), y los instrumentos que usamos: un cuestionario largo con cierta complejidad, una alcoholimetría y una prueba de fluido oral que detectaba el consumo reciente de seis sustancias psicoactivas”.

En paralelo, Salomón resalta la colaboración y la buena predisposición tanto de los pacientes como del personal de salud del hospital para que su equipo pueda llevar adelante el estudio.

“Tomamos datos en el servicio de emergencias del hospital. Tuvimos mucho apoyo del jefe del servicio y, a partir de su interés por el proyecto, se armó un buen equipo con los médicos y médicas que estaban de guardia los distintos días de la semana. Eso hizo que siempre contáramos con al menos una persona del servicio de emergencias que sabía para qué estábamos nosotros ahí y que había ido a las capacitaciones, por lo que también nos ayudaban a acercarnos a los pacientes y a administrarles las pruebas biológicas”, explica Salomón. 

Además, el becario destaca la colaboración del personal administrativo, camilleros, enfermeros y personal de seguridad. “Para nosotros fue muy valiosa la ayuda de todo el personal. El estudio hubiera sido imposible sin su colaboración”, finaliza.

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