En su cuenta de Instagram comparte sus fotografías que buscan retratar la belleza de las personas anónimas.
Por Alejandra Bertolami
Guillermo López (@guillespers) es un eterno curioso que frecuenta salir a recorrer la ciudad buscando retratarla al natural. Sus fotografías detienen la mirada de cualquiera: sus colores intensos, los gestos de las personas, las situaciones cotidianas y a la vez, extraordinarias resulta un plano digno para detenerse a mirar.
Ida y vuelta con Bacap para conocer su trabajo:
– ¿Cuál es tu lenguaje fotográfico?
– Creo que mi lenguaje fotográfico fue decantándose mayoritariamente por una propuesta de tono divertido y una estética full color de colores intensos y saturados. La propuesta se basa en las personas y sus vivencias o situaciones cotidianas. Hay muchos lenguajes para transitar y creo que cuando empezamos los transitamos todos, pero después, cada uno descubre el suyo. Por ahora, me siento cómodo en este, que además, está bastante emparentado con mi personalidad.
– ¿Qué tiene de lindo la fotografía?
– En primera instancia, el acto de fotografiar y el resultado artístico.
Pero en un lado más profundo, me da la posibilidad de conocer gente. Interactuar con ellos, escuchar sus historias o simplemente charlar un rato. Eso es algo que me encanta y disfruto muchísimo. Interactuar con desconocidos me hace vibrar en una sintonía en la que me encanta estar.
– ¿Qué le encontrás de extraordinario a lo común o cotidiano?
– Lo común y cotidiano siempre tienen una estética particular que habita en un universo de cosas que lo componen, pero de tan común y cotidiano nos cuesta verlo.
Recién quizás lo podemos notar con el paso del tiempo, cuando observamos una foto vieja y vemos las vestimentas, los objetos, la moda, etc.
Además, a mi forma de entenderlo, común y cotidiano son términos relativos a un grupo de personas en una cultura y un momento determinados. Pero ¿Qué pasa si llevamos nuestra cotidianidad a ojos ajenos?
Por otro lado, en lo cotidiano dejamos plasmada nuestra cultura que es lo que nos define.
Belleza: ¿qué es?
– Buscas la belleza de las personas anónimas ¿qué es para vos la belleza?
– En términos fotográficos creo que es algo relativo a poder ver y retratar la esencia de las personas. Ese conjunto de particularidades que la componen y definen. Un universo donde no existe lo lindo o lo feo
– ¿Siempre que salís a fotografiar te vas con una imagen retratada?
– Absolutamente no. Pero afortunadamente, los fotógrafos grosos cuentan que hay que sacar muchísimas fotos malas hasta poder sacar una buena: “Elijo creer…”
– ¿Qué tiene Mar del Plata que la hace tan fotografiable?
– Las referencias del street Photography casi siempre son en NY o Chicago. En las primeras salidas trataba de encontrar rasgos de esas ciudades en Mar del Plata y eso era un error.
Al ir metiéndome en la ciudad fui entendiéndola y empecé a conectar con ella y a verla con otros ojos; Viendo todas las cosas que la hacen única.
Tiene una parte muy moderna y exclusiva, pero también otra muy popular, casi quedada en el tiempo, que es la que a mí me encanta. Hay resabios de la Mar del Plata de esplendor de los 70’s y 80’s, hay cosas improvisadas, hay colores estridentes, letras de todo tipo, tamaño y color.
Me gustan esos lugares populares porque además de la riqueza visual hay historias increíbles para explorar: las playas del centro, el Olitas, Las zonas de pescadores, etc,
Una ciudad de película
– ¿Cómo describirías la ciudad según tus fotografías?
– Intento mostrar una Mar del Plata divertida, colorida, pop y kitsch por momentos. Mi objetivo es transformar todos esos rasgos en identidad. Capitalizar esos lugares de la ciudad y transformarlos en un lugar único donde pasan cosas únicas. La idea es explotar esos rasgos y convertirlos en un lugar identificable y tentador de conocer y visitar.
– ¿De qué trata “República del Verano»?
– República del Verano es un proyecto fotográfico sobre el verano en las playas populares de la ciudad: su estética, sus personajes y sus situaciones. La idea es repensar el tema y aportar una nueva mirada sobre ese particular lugar de la ciudad; revalorizarlo y transformarlo en un producto artístico de calidad.
Se llama “República del Verano” porque transcurre en la playa, que en verano es como un Estado dentro de la ciudad, pero que tiene sus propias leyes, de las cuales la más importante es el acuerdo tácito general: «Cada uno es como quiere ser».
No hay modas, ni tendencias, ni protocolos. Tampoco actividades permitidas. No se juzga. Y si alguien lo hace, no le importa a nadie.
– ¿Le pedís previamente el consentimiento a la persona a retratar? ¿Cómo te presentás en ese momento?
– Mayormente sí, porque me gustan mucho los primeros planos o los planos detalle, y en ambos casos tenés que estar muy cerca de las personas que vas a fotografiar.
Más allá de eso, consigo mejores resultados cuando veo una situación fotografiable y me acerco a hacerlo tranquilo, con la confianza para poder trabajar la escena con tranquilidad.
Siempre me presento y directamente le cuento la idea de la foto y en qué parte son los protagonistas, sin vueltas: una pose, una remera, una gorra, lo que sea la singularidad que me hace especial la toma. No deja de sorprenderme la buena onda y predisposición que generalmente tiene la gente.