El Club Kimberley, que hace poco cumplió 100 años, se dio el gusto de jugar un Federal de Básquet. Te contamos cómo fue esta primera experiencia.

Por Santiago Giorgini

Por primera vez en toda su historia, Kimberley se dio el gusto de jugar el básquetbol nacional. Fue en la Liga Federal, la tercera categoría de la Confederación Argentina de Básquetbol. Ya con la temporada consumada, y con Unión que continúa haciendo fuerza para ascender a la Liga Argentina.

El «dragón» puede inflar el pecho y establecer un balance más que positivo, tomando en cuenta que puso contra las cuerdas a equipos experimentados y se dio el gusto de brindarle rodaje a jugadores que quizá no venían contando con minutos en sus clubes de origen, otros tantos del riñón del club, complementados con los experimentados.

El equipo, que durante la temporada pasada fue dirigido por el ex Quilmes, Diego Cavaco, clasificó de forma agónica a la Liga Federal, tras realizar una buena clasificación previa, en la que debió definir a tres duelos la última vacante al torneo frente a Sporting.

La clasificación

Capitaneados por un referente como Maximiliano Maciel, el dragón clasificó por detrás de Unión e Independiente de Tandil. El esfuerzo económico de los dirigentes y de los socios que aportan al club, le permitió a Kimberley realizar los viajes y pagar los sueldos de los jugadores, con el agregado de que fue una campaña de muchos viajes que incluso instaló un récord en kilómetros recorridos.

Si bien Diego Cavaco ya no es más el head coach, tuvo su primera experiencia como entrenador a nivel nacional junto a Agustín García y Mateo González como asistentes técnicos y Emiliano Alio como preparador físico. El ex Quilmes aportó su experiencia desde el banquillo y apostó por jugadores físicos, luchadores y de entrega, algo que reflejó en su juego durante su carrera basquetbolística.

Kimberley compartió la zona sudeste junto a Unión, Independiente de Tandil, Estudiantes y Racing de Olavarría, Ferro e Independiente de General Pico, All Boys de Santa Rosa, General Villegas, Atenas y Estudiantes de La Plata. El dragón finalizó décimo con cuatro victorias y 16 derrotas. Pese a este récord negativo, mostró estar a la altura de la competencia, jugando de igual a igual frente a equipos de experiencia de Liga Nacional como Independiente de Pico o Estudiantes de Olavarría y mostrando destellos de buen básquet ante clubes protagonistas como Ferro o Unión. Le ganó a Independiente de Tandil como local por 81 a 80 y como visitante por 65 a 61; lo propio ante Villegas 86 a 74 y Estudiantes de La Plata 83 a 81.

Aportes 

Si mencionamos a los integrantes del plantel de la temporada, el uno por uno debe comenzar con el capitán y referente: Maximiliano Maciel. Hombre de mil batallas y que ha pasado por todas a lo largo de su carrera. Fue clave en tres de los cuatro triunfos: 29 puntos ante Independiente de Tandil, 11 frente a Villegas y 14 ante Estudiantes de La Plata. El entrerriano se complementó en el juego interno a hombres de experiencia en Federal como Lucas Ecker y Facundo Mayorca.

Ecker comenzó la temporada de buena manera, promediando buenos números y transformándose en un hombre voluntarioso en la pintura, aunque una lesión en la espalda lo obligó a abandonar el ejercicio de forma indefinida. Mayorca tomó su lugar y de menor a mayor pudo asentarse en el puesto. 

La experiencia fue complementada por jugadores de la casa y juveniles. Entre el primer grupo se destacan Valentín Lofrano, Franco Maeso, Joaquín Floria, Facundo Genga y Lucas Iriart. Los primeros dos se sumaron en la mitad de la temporada, tomando en cuenta la presencia del base en Parque Sur, de la Liga Argentina, mientras que el interno tuvo minutos en Comunicaciones de la Liga Nacional. Ambos fueron claves en la recta final, dándole puntos a los de Diego Cavaco. El caso de Floria, Genga e Iriart es más sorpresivo. Los tres no contaban con experiencia en este tipo de torneos, pero mostraron estar a la altura y se volvieron importantes en la rotación del entrenador ya sea con puntos o aspectos defensivos. 

El tercer microgrupo de jugadores fue compuesto por un combinado de la Asociación de Básquetbol Marplatense. Juveniles relegados en Peñarol o Quilmes, como el caso de Tomás Framiñan en el milrayitas y Manuel Echague, Ezequiel Martín y Gonzalo Marich en el cervecero. Todos aportaron lo suyo y sumaron rodaje para comenzar sus carreras profesionales, mostrándose ante sus clubes y ante el básquet nacional. Lo propio ocurrió con el necochense Valentín Callegari, que estuvo presente en el plantel tras un buen torneo local en el Instituto Albert Einstein.

Kimberley, que hace poco cumplió 100 años, se dio el gusto de jugar un Federal. Si bien los resultados no acompañaron, el dragón rugió por primera vez en el básquet a nivel nacional, también prolongó su crecimiento en el fútbol y va por más. El esfuerzo y el sacrificio fue grande, el futuro también lo es.