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noviembre 20, 2024
Lo de Acá

Los desafíos de Guillermo Montenegro y Fernanda Raverta tras un proceso electoral extenuante

Mar del Plata optó por la continuidad del Intendente pero se abrió un nuevo escenario. La coyuntura pide trabajo y consensos ¿La nueva derrota pondrá en discusión el liderazgo de la titular de la ANSES en la ciudad?

Por Ezequiel Casanovas

Ira, bronca, miedo y en el medio la inflación y el dólar. Siempre el dólar. Bolsillos deteriorados y más pobreza. Todo eso vivieron  –y viven– los argentinos y las argentinas en un proceso electoral agotador. Y todavía falta el balotaje del próximo 19 de noviembre.

El resultado de las PASO sacudió la apatía del electorado que se metió de lleno en la discusión de cara a las generales del domingo pasado. La política estuvo hasta en las conversaciones de  chicos de escuela primaria.

En medio de esa alquimia brutal, no hubo sorpresas en Mar del Plata. El candidato de Juntos por el Cambio, Guillermo Montenegro, obtuvo la reelección. Así, se reafirmó lo ocurrido en las primarias con resultados similares a los de 2019. Hace cuatro años Montenegro obtuvo el 40,23% y Fernanda Raverta, la candidata del Frente de Todos alcanzó el 37,91%. Este domingo, la ventaja fue más holgada, 41,23 contra 35,96%.

Montenegro con mucho para celebrar

El intendente, que consiguió la mayoría propia en el Concejo Deliberante, tiene mucho para celebrar. Llegó a los 159.263 votos en una ciudad donde ganó Sergio Massa –quien creció un 123% respecto de las primarias–, Patricia Bullrich terminó segunda y Javier Milei tercero.

Consiguió esos guarismos en medio de cuatro años agotadores. Gestionar una ciudad como Mar del Plata que cuenta con más cantidad de habitantes que ocho provincias ya de por sí lo es. Pero además, tuvo que administrar la pandemia. Cuando el virus amainó, llegó la guerra en Ucrania y la inflación que ya era alta erosionó los bolsillos y ya no dio ningún descanso.   

La cercanía

A las 22.30 del domingo, Montenegro, fiel a sus formas, volvió a mostrarse cercano: “Voy a estar del lado de mi ciudad y de los marplatenses”. La cercanía nació con la pandemia, tal como lo recordó el propio intendente en uno de los debates previos a la elección cuando contó que, en aquel momento, recorría las calles y los comerciantes le pedían abrir. De allí, por ejemplo, nacieron los protocolos para cada actividad.

La cercanía siguió con trabajos de reparación de calles, iluminación y mantenimiento de espacios públicos con la consigna de dar una respuesta rápida a los vecinos. Y también se reflejó en otro de los conceptos a los que se refirió el intendente en la noche del domingo: la facilitación de las habilitaciones comerciales y el polo tecnológico para generar más empleo.

Fernanda Raverta

¿Una nueva relación con la provincia?

Montenegro también dijo que se enojaría cuando a la ciudad no le toque lo que le corresponde y que estaría de acuerdo cuando la tengan en cuenta. No obstante, felicitó al gobernador Axel Kicillof, quien también obtuvo la reelección, en lo que quizás haya sido un gesto para construir una nueva relación.

“A Mar del Plata la discriminan”. La denuncia fue una constante en estos años de la gestión local. Incluso, el Intendente reconoció que el único trabajo conjunto con la Provincia fue la construcción del Hospital Modular, ubicado junto al Regional, en la etapa más dura de la pandemia. Después, nada.

Mar del Plata necesita un acercamiento con el gobierno bonaerense. La experiencia lo indica. Los mejores momentos durante la gestión de otros intendentes tuvieron como marco buenas relaciones con los gobernadores. Elio Aprile con Eduardo Duhalde, Daniel Katz con Felipe Solá, Gustavo Pulti con Daniel Scioli.

Aquellas intendencias devuelven otro reflejo. Las segundas gestiones suelen ser más demandantes y desgastantes que las primeras. Tanto que Aprile debió renunciar, Katz terminó aquel mandato, ganó en 2003 y ya no fue por la reelección en 2007 y Pulti perdió con claridad en 2015.

El desafío para Montenegro puede ser mayor. Hace meses nomás, el Intendente y su equipo imaginaban gobiernos de Juntos por el Cambio en la Nación y la Provincia. No habrá tiempo para duelos: el malestar de la sociedad sigue siendo alto.

El frente interno

Hay otro frente que se abrió y a Mar del Plata llegará más tarde o más temprano. Las PASO ya habían dejado heridos en Juntos por el Cambio. La derrota de Patricia Bullrich es un nuevo golpe.

Mauricio Macri, que coqueteo con Javier Milei, quedó enfrentado a Horacio Rodríguez Larreta y a dirigentes radicales como Martín Lousteau y Gerardo Morales. ¿Dónde se parará Montenegro si hay una ruptura a nivel nacional? Será una prueba para su sociedad con el líder de la UCR local, Maximiliano Abad.

Una oposición sin reproches

En el búnker de Encuentro Marplatense las sensaciones fueron encontradas. Festejaron la remontada de Sergio Massa y el triunfo de Kicillof y lamentaron la derrota de Fernanda Raverta.

La candidata, junto a su socio Gustavo Pulti, no dio lugar a reproches: “Hicimos todo lo que teníamos que hacer”, dijo y más tarde agregó: “Aún siendo mejores, aún teniendo mejores propuestas, aún teniendo mayor vocación de servicio, se construyó este resultado”. 

A pesar de la derrota, la candidata cosechó 138.912 votos. No es poco para el peronismo que no ganó ninguna elección a nivel municipal desde la vuelta de la democracia aunque no pudo capitalizar las victorias de Sergio Massa y Axel Kicillof en la ciudad.  

El espacio obtuvo al menos cuatro bancas. La quinta la discute con LLA y se dirimirá en el recuento definitivo. Dos son para Horacio Taccone y Eva Ayala de Acción Marplatense, una para Valeria Crespo de Radicales en UP y la otra para el massista Juan Manuel Cheppi. Todos compartirán bloque con ediles que responden a la titular de la ANSES.

Raverta, Pulti, Cheppi. Distintos liderazgos. Distintas identidades ¿Tendrá más protagonismo el massista si finalmente el jefe de su espacio gana el balotaje? ¿Qué pasará con el otro dirigente del peronismo Rodolfo Manino Iriart que estuvo enfrentado con el Encuentro Marplatense?  De la convivencia que construyan, dependerá si la Alianza que sellaron, llegó para quedarse.

La casta

Demaio votando

La Libertad Avanza, con la lista encabezada por Rolando Demaio, consiguió al menos dos bancas en la primera elección que disputó en Mar del Plata. Emiliano Recalt, quien fuera funcionario en el EMTUR durante el primer año de la gestión Montenegro, y Cecilia Martínez.

Los dos pertenecen a CREAR, un partido político que nació en la facultad de Derecho a fines de los noventa y principios de los dos mil y que supo formar parte del Frente Renovador de  Sergio Massa y de Juntos por el Cambio. Alejandro Carrancio, uno de los referentes que este domingo fue electo diputado provincial, formó parte del bloque de concejales de Montenegro. La casta. 

Una agenda renovada que quedó muy lejos

La candidata del Frente de Izquierda y los Trabajadores, Rosa Mauregui, fue precisa en los debates cuando se expresó contra la explotación petrolera en el Mar Argentino, la crisis habitacional por la falta de acceso al suelo, la crisis del transporte público en la ciudad y la reducción de la jornada laboral para generar más empleo.

Más allá de que se trata de problemáticas que afectan a muchos marplatenses, incluso en el día a día,  no pudo imponer su agenda. Obtuvo solo el 3,33% y quedó en el quinto lugar, detrás de los votos en blanco que representaron el 7,91%. Poco para una fuerza que, al menos en los últimos años, suele tener mejores performances en elecciones de medio término.

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