La llegada del Geo-Service I se convierte en muestra tangible de la relación que habrá entre la comuna y la actividad petrolera. Los antecedentes en Argentina. La localidad costera brasileña que tuvo “un segundo despertar” económico en los 70 y hoy es “Capital Nacional del Petróleo”. La lupa sobre los posibles impactos.
Por Thom Lahitte
La etapa exploratoria de la industria off-shore está en marcha. El arribo del buque Geo-Service I es la prueba material de la relación que el rubro tendrá con los muelles locales. La nave, bajo bandera de Singapur y con 16 de 28 tripulantes argentinos, cargó agua y alimentos. El destino: el BGP Prospector, encargado de la exploración sísmica a más de 300km de la costa marplatense. “Es el primero de muchos viajes”, resume una fuente de la “Mesa Off-Shore” a Bacap.
Más allá de la novedad para “La Feliz”, la búsqueda de hidrocarburos costas afuera tiene antecedentes en Argentina y América Latina. Según estiman desde la Secretaría de Energía, desde los años 60 hasta la actualidad, se registraron 393.000km2 de exploración sísmica 2D y 29.000km2 3D y se perforaron más de 400 pozos en el Mar Argentino.
La cartera nacional, dependiente del Ministerio de Economía, sitúa como principales hitos al primer pozo costa afuera en la Cuenca del Salado, realizada por la compañía Sun Oil (1969), el primer descubrimiento de hidrocarburos en el Golfo San Jorge, realizado por la empresa AGIP (1970), el descubrimiento de gas natural en el yacimiento Hidra de la Cuenca Austral, frente a las costas de Tierra del Fuego(1982); al inicio de la producción en el yacimiento Hidra (1989); el comienzo del proyecto Carine Aries (2005) y la puesta en funcionamiento de la iniciativa Vega- Pléyade (2015).
Mientras que la explotación en el sur patagónico ocurre a unos pocos kilómetros de la costa, la iniciativa de Equinor, YPF y Shell será la primera experiencia de aguas profundas.
“Oro negro” a la vera del Atlántico
Una de las interrogantes que se abrió a la par del avance del off-shore es la posibilidad de convivencia entre la actividad petrolera y otros sectores económicos como el turismo y la pesca.
Desde los sectores que impulsan la actividad utilizan como paradigma a “Macaé”, un municipio brasilero ubicado en el estado de Río de Janeiro. Con dedicación turística, el sitio, de más de 226.000 habitantes, tuvo un “segundo despertar” con la actividad petrolera en los años 70´. De la “Cuenca de Campos” se extrae el 80% del petróleo brasileño y se produce el 47% de gas del país.
En una actividad regida por el largo plazo, los números de empresas y empleo resultan ilustrativos. Según la Secretaría de Trabajo de Brasil, en 1985 había 924 compañías radicadas que llegaron a 2637 en el 2001. Los empleos del sector formal, por su parte, transmutaron de 18.283 a 51.095.
El desafío del equilibrio
Una de las frases repetidas en el debate off-shore es el “cambio de matriz productiva” y el fuerte impacto que podría tener sobre Mar del Plata. El caso de Macaé, pujante desde el punto económico, encontró dificultades en otros planos.
Según expone el trabajo “El mundo llegó a Macaé, Brasil. Avances y límites de una configuración productiva local globalizada”, la prosperidad de la localidad “no ha traído consigo una expansión virtuosa, armoniosa, repartida equitativamente, que responda con eficacia”. Uno de los problemas experimentados en la ciudad costera fue el incremento desmedido de la población -170% entre 1980 y 2010- y la consecuente necesidad de planificación y expansión urbana y de servicios.