Bacap dialogó con Cristian Acevedo sobre su último libro Desde algún lugar sin tiempo. El autor llegará a Mar del Plata el sábado 20 de enero, en el marco del evento  Un Mar de Libros.

 

El autor Cristian Acevedo firmará ejemplares de sus libros el día sábado 20 de enero, a las 20, en el marco del evento cultural Un Mar de Libros (@unmardelibros.mdp), que se realiza desde el pasado viernes (y hasta el próximo miércoles 31) en Alem 3751. Acompañará a Cristian la bookfluencer Loli (@laslecturasdeloli). La entrada al evento es libre y gratuita.

Durante el evento también se venderán ejemplares de su último libro, Desde algún lugar sin tiempo, publicado el pasado mes de noviembre de la mano del sello Letras de Plata. Esta es su segunda novela con la editorial Urano (la primera fue Todas las vidas de Eva Ki, publicada durante el 2022 bajo el sello Umbriel), aunque el autor también cuenta con varias obras en su haber, entre las que se puede destacar la exitosísima Matilde debe morir.

Sin duda una voz muy interesante de la narrativa argentina contemporánea, los libros de Cristian Acevedo se caracterizan por establecer relaciones particulares con el lector, así como también por la ruptura de los pactos de verosimilitud propios de la ficción. Lectores que protagonizan narrativas, escritores que mienten (o no) y testigos no confiables son algunos de los mecanismos que esgrime para subvertir expectativas y para dar, a cada una de sus historias, un giro único.

En el caso de Desde algún lugar sin tiempo nos encontramos con la historia de amor que se teje entre Jean-Claude y Rosarí. Una historia de amor marcada por la tragedia, ya que un grave accidente ha acabado con la vida de Jean-Claude y ha dejado a Rosarí sobre la mesa de operaciones. En el quirófano, un enamorado fantasma vela por el bienestar de su amada, y recuerda con nostalgia los inicios de la historia escrita por ambos.

Desde Bacap tuvimos la oportunidad de hablar con Cristian antes de su llegada a la ciudad, y aprovechamos para hacerle algunas preguntas sobre Desde algún lugar sin tiempo y los temas que atraviesan su narrativa. 

-¿Cómo surge Desde algún lugar sin tiempo?
-Tal cual lo cuento en el prólogo, conmigo frente a un video donde se narraban algunas curiosidades de la canción «El fantasma», de la banda Árbol: «Salgo volando por la ventana y tantos días quedan atrás…». Además, mi fantasma también tiene similitudes con el de la película A Ghost Story, sobre todo en cuanto al tratamiento del tiempo. Las historias, a veces, provienen de los lugares menos pensados.

-Si bien es tu segunda novela con Urano, esta vez se ha publicado con un cambio de sello. ¿A qué se debe este cambio?
-Cuando publiqué por primera vez en Urano, me refiero a Todas las vidas de Eva Ki, no existía el sello Letras de Plata. No sé los motivos del cambio, lo que sí sé es que es un orgullo que mi novela forme parte de un catálogo por demás prestigioso. Letras de Plata es un sello donde todo autor quisiera tener la suerte de publicar.

-Tus novelas siempre establecen una relación muy particular con sus lectores. En Matilde el lector es un protagonista, en Eva Ki se enfrentan a una mentirosa profesional, una escritora, y deben decidir hasta qué punto sus palabras son verdaderas. Siempre hay una gran participación del individuo que lee. ¿Te parece que esta participación sigue vigente en Desde algún lugar sin tiempo? ¿Qué puede esperar tu lector de esta nueva novela?

-En ninguna de mis novelas el lector es un agente pasivo, eso es cierto. En Matilde debe morir, no hay dudas. Pero lo mismo pasa en mis otras novelas. Y Desde algún lugar sin tiempo, aunque es muy diferente a todo lo anterior, no es la excepción: al llegar a la última página, el lector va a cerrar el libro con frustración y con dolor. Pero enseguida lo va a abrir otra vez y, al releer la primera página, va a comprobar que todos los indicios habían sido plantados desde el primer párrafo. Incluso desde uno de los primeros epígrafes. Es una novela que tiene un giro inesperado, pero que al lector le va a resultar inevitable. Amarga y trágicamente inevitable. La intención es que la historia perdure en la cabeza del lector, que no se pueda librar de ella, al menos por un rato. Tal vez sea mucho pedir, pero esas son las historias que disfruto abordar como lector.

-¿Y con relación a lo formal? ¿Es un aspecto con lo que te gusta experimentar?
-No me propongo experimentar. Me propongo contar una historia de la mejor manera posible. De la “única” manera posible. En este caso, opté por narrarla en futuro porque el tiempo es un aspecto muy importante, fundamental, diría, y creí (supe) que no había otra forma de contarla. Mi objetivo es siempre que el cómo y el qué vayan de la mano. Al punto de que no puedan disociarse. Pienso que nada nunca debe estar librado al azar. A no ser, claro está, que la historia aborde la cuestión del azar de alguna manera…

-La relación entre aspectos concernientes a la escritura como las nociones de “verdad”, “mentira”, “realidad” y “ficción” son un punto clave en tu narrativa. ¿Qué te lleva a encarar esta relación en tus novelas? ¿Qué inquietudes y posibilidades te parece que despierta esta vinculación?
-No sé por qué escribo lo que escribo. Y no pienso en eso. Intento no racionalizar demasiado lo que hago porque me espanta la idea de descubrir alguna cosa que no me permita volver a escribir.
Por ejemplo, no sé cómo es que una historia de amor entre un fantasma y una mujer que está al borde de la muerte, surgida de una canción de hace exactamente veinte años, se convierte hoy en un alegato a favor de la imaginación; tampoco sé cómo es que llega a cuestionar nuestra percepción de la realidad. Sé que lo hace, pero no sé cómo. Debo confesar que prefiero seguir ignorándolo.
Lo que sí sé es que Spinoza tenía razón: todo lo que es tiende a perseverar en su ser.

-Una última pregunta: ¿existen de verdad los fantasmas?
-No tengo dudas de que Jean-Claude existe y existirá toda vez que alguien se enfrente a su efímera historia de amor. Pero eso ya no depende de mí.