Por Martina Migliorisi
Hola, ¿Cómo estás? Dejamos atrás otras dos semanas del 2024. Tal vez dejaste algunas partes en el camino, pero acá estás. Te felicito. Pareció un mes, o varios. Pareció un año, también.
Con el break habitual que separa cada edición de Sauntrack, la lógica indica que las noticias se amontonan y ponen a prueba cualquier criterio de selección, del mismo modo en que se comporta el «síndrome de los tres chiflados» descrito en Los Simpson. La lógica está en lo correcto: En estas dos semanas, la agenda musical sumó varias entradas a sus páginas, entre las que destacan el estreno del nuevo single de Mon Laferte, titulado «Obra de Dios» y marcado por su regreso al trabajo independiente; la confirmación del que será el próximo disco de Shakira, «Las mujeres ya no lloran» y su respectiva fecha de estreno, el 22 de marzo; la separación definitiva entre Nicki Nicole y Peso Pluma.
Hay más: A menos de un mes de su presentación en Argentina, Bikini Kill confirmó a Barbi Recanati como su artista soporte; Little Simz publicó su álbum «Drop 7», una prueba más de su calidad como rapera y compositora; y claro, también pasó el Cosquín Rock, lo que marcará el tempo de este news.
Si cabía al menos un alfiler más en medio de este espiral a la locura, Mar del Plata celebró sus primeros y jóvenes 150 años. Amén de los shows fallidos, producto del impredecible estado del clima, la alegría se propagó rápidamente entre los vecinos de la ciudad y aquellos que tienen la suerte de visitarla cada verano. A tu salud, Mardel. Este news te lo dedico.
Democracia para armar
Año tras año, el Cosquín Rock cuenta con dos variables inalterables: por un lado, la de un sector de la sociedad que reniega de su line-up y exige, casi sin cansancio, un exagerado respeto a la literalidad de su nombre; por el otro, los ecos de un cúmulo de shows que destacan por algún condimento especial en los medios de tirada nacional. La combinación de estos dos universos decanta en la peor interpretación de todas: Qué es el rock, qué no y por qué se politiza un evento donde la música es la protagonista. Más allá del desgaste que esto genere en quien se empeñe en responder, al otro lado no parece haber una búsqueda, una interrogación genuina, ni siquiera un ápice de curiosidad. Es una crítica disfrazada de inquietud.
Por estas horas, entre tantas dudas forzadas, nuestra brújula es una: El arte es el resultado de la expresión humana, pero no cualquier humano es artista. De la multiplicidad de shows que vistieron la última edición del Cosquín Rock, solo dos se replicaron en las redes sociales, las conversaciones entre amigos y los noticieros vespertinos con la misma fuerza. Dicho de otra manera, esta semana no quedó un solo ciudadano argentino sin conocer los seudónimos “Lali” y “Dillom”. Pero, ¿Por qué?
La estrella pop, blanco de críticas y objeto de acoso diario desde su pronunciación política publicada en Twitter el 13 de agosto de 2023, redobló la apuesta durante su tiempo en la sede Montaña: “Esto que somos nosotros, esta fiesta que somos los argentinos, esta unión que genera el arte, la música, la cultura… nadie nos la va a sacar jamás. Depende de nosotros”. Inmediatamente después presentó su canción “K.O” con una dedicatoria especial a “las malas personas, los caretas, y los antipatria”. A pesar de no haber pronunciado el nombre “Javier Milei”, la reacción del presidente no tardaría en llegar.
Una hora antes, el escenario Norte vibraba con “Sr. Cobranza”, de Las manos de Filippi, entonado por el cantautor y productor Dylan “Dillom” Masa, que optó por cambiar uno de los fraseos más explícitos de la canción para evidenciar su enojo con el actual ministro de economía, Luis Caputo.
La primera gran diferencia yace aquí: Mientras Lali eligió un posicionamiento sin nombres propios, Dillom arremetió contra un funcionario con la fuerza de un huracán. La segunda: Por su presentación, el cantante enfrenta una denuncia judicial por “incitación a la violencia y amenaza agravada”. La tercera (¿y última?): Producto de una reacción exacerbada e irresponsable del primer mandatario, el statement de la entertainer resonó mucho más que el del rapero.
En términos simples, todo ciudadano debería comprender y repudiar el destrato y los agravios ejercidos por parte de un funcionario hacia uno de los suyos, pero como ya establecimos en la entrega anterior -e incluso reformulándonos un poco-, el mundo no está guionado por románticos; sino por maquiavélicos. Cuando al otro lado hay una justificación constante a la violencia y una reivindicación del “algo habrán hecho” cualquier punto de partida en común se esfuma en el aire, porque vivir en democracia es mucho más que asistir a las urnas cada cuatro años.
Ahora bien, ¿Por qué el presidente se esmera en hacerse de una enemiga como Lali? ¿Fueron las cuatro palabras escogidas por la artista aquel 13 de agosto de 2023 las que desestabilizaron su juicio? ¿Por qué proyecta en la cantante el sueldo estatal que él percibe desde 2021?
La violencia asimétrica, descalibrada e incesante contra una ciudadana común -Lali no ocupa cargos políticos ni ejerce poder de ningún tipo- evidencia a un líder imprudente y misógino. Para la periodista Mar Centenera se trata de un desprecio donde confluyen varias aristas: “Lali no es la única estrella del país que se ha posicionado contra Milei ni la más crítica con él, pero encarna todo lo que Milei detesta: es progresista, feminista, defensora del aborto legal y de los derechos de las minorías sexuales”, destaca en su última nota para El País.
Desde el círculo íntimo de la diva, Pedro “Pepe” Rosemblat, comunicador, humorista y flamante pareja de la cantante, arriesga otras dos posibilidades: “El objetivo no es amedrentar a Lali, sino asustar a todos los demás”, expresó en Gelatina, su canal de stream, para luego contraatacar: “Lo que molesta no son los festivales ni que los artistas toquen en ellos; lo que molesta es que una artista que tiene un lugar privilegiado en el mercado decida anteponer un sentido colectivo a un interés individual”.
Sobre la tarde del jueves, el apoyo masivo a Lali inundó las redes sociales. Al llegar el ocaso, la artista rompió el silencio con la publicación de una carta dedicada al presidente, nombrándolo con cargo, nombre y apellido por primera vez. Horas antes, la periodista Cristina Perez dialogó con Javier Milei en una entrevista radial, donde advirtió al funcionario sobre los peligros a los que expone a la cantante cada vez que ejerce su violencia contra ella. “Lo hubiera pensado antes de salir a agredir desde el financiamiento del estado”, respondió él.
Recomendaciones
Para irnos, quiero recomendarte tres gemas del mundo musical, unidos por la identidad marplatense y con ningún otro motivo más que el de celebrar su cumpleaños un ratito más:
- El disco “UNO”, de Varese, estrenado el año pasado y gema absoluta de la electrónica local.
- El documental “Piazzolla, los años del tiburón”, que retrata la vida de Ástor Piazzolla y enseña al humano detrás del genio: desde el esfuerzo físico que conllevaban sus presentaciones en vivo hasta la inmortalidad de su legado. (Mi consejo de siempre: no busques este material en aplicaciones como Stremio o sitios como Cuevana. Son ilegales. Googlealos, así no te olvidas)
- El EP “Manzana de metal”, de Altocamet, porque los clásicos siempre vuelven y porque Gustavo Cerati y Federico Klemm lo respaldaron y apadrinaron desde cero (¿O te creés mejor que ellos?)
En Bacap escribimos lo que escuchamos. Qué mejor que compartirlo con el mundo.
Chau, loco. Este news se va en fade.