El complejo, construido durante la dictadura, dejó un importante pasivo con la banca bonaerense. Desde la vuelta de la democracia, los balnearios quedaron bajo administración mixta con mayoría provincial. El anuncio de Montenegro en torno al pago y los planes para la zona. 

Por Thom Lahitte

El nombre de Punta Mogotes volvió a resonar fuerte en la agenda el 22 de agosto, cuando Guillermo Montenegro anunció que el gobierno municipal pagaría la deuda con Provincia para lograr un objetivo de larga data: que el complejo vuelva a ser administrado por el Municipio. Tras cuatro décadas de administración mixta, donde en los hechos, la última palabra provenía de La Plata, los balnearios ideados durante la dictadura y la zona sur de la ciudad ingresarían en una nueva etapa. 

Una herencia de la dictadura

Enero de 1981. En su último verano al frente de la Junta Militar, Jorge Rafael Videla inaugura el Complejo de Punta Mogotes que había sido pergeñado en 1979 y cuya construcción había sido gestionada por el entonces comisionado Mario Russak. Ninguno de los dos continuaría en el cargo a finales de ese año. El presidente de facto sería reemplazado por Roberto Viola en marzo mientras que el hombre de la UCeDé sería desplazado por el socialista Luis Nuncio Fabrizio en diciembre. No obstante, los 24 balnearios quedarían allí como una de las postales icónicas del verano marplatense. 

La iniciativa del Complejo, que también incluía la urbanización de parte del sur de la ciudad, fue llevada adelante por “Proyectos Especiales de Mar del Plata”, una sociedad de Estado que recibía fondos de la Provincia. Los gastos del emprendimiento fueron muy superiores a los estipulados, hecho que quedó asentado en las memorias contables del 80’ al 82’, y que llevó a la disolución de la sociedad, dejando así, a la deriva, la gestión de Mogotes. 

Luego de una investigación, el 31 de agosto de 1984 se firmó un convenio entre el Ejecutivo bonaerense y la comuna para crear la “Administración Punta Mogotes”, la entidad que rige a día de hoy los destinos del Complejo. En la Carta Orgánica se estableció un directorio donde el 70% de la titularidad quedó para Provincia y el 30% restante para “La Feliz”. A su vez, se estableció que el propósito de la APM era recuperar las inversiones del gobierno provincial.

De esa forma quedó constituida una deuda económica con el Banco Provincia que, cuatro décadas después, mantiene abierto el debate de la municipalización de Mogotes. 

Quién, cuánto y cómo

Según el convenio, que daba control a la APM sobre 24 balnearios, 6 restaurantes, 10 quioscos y parte de las lagunas encadenadas, una vez saldado el pasivo, se debía volver a la situación previa. En otras palabras, la administración, explotación, uso y goce del área debía quedar a manos del Municipio. 

Si se revisa el digesto del Concejo Deliberante y de la Legislatura bonaerense, aparecen al menos una decena de proyectos vinculados a la restitución de Mogotes a manos marplatenses. En la nómina aparecen, sin grietas, representantes de todas las fuerzas. Con dicho nivel de acuerdo, inédito para la política, la pregunta es, ¿por qué no logró concretarse?

A punto de hacer el nuevo complejo 1978 – Foto de Luis Fontana. Fuente: https://fotosviejasdemardelplata.blogspot.com/

El primer divisor de aguas fue la existencia misma de la deuda. Algunos sectores se amparan en un Convenio del 29 de febrero de 1996 de “reconocimiento y cancelación” del haber que entonces ascendía a los $17.973.179,50. 

No obstante, en julio del 2022, la APM aseguró mediante un informe que «la deuda no ha sido alcanzada por prescripción alguna, restando aún abonar 581 cuotas, de las 852 acordadas, según decreto 4209/97». No solo eso, sino que aseverò que dichos pagos se realizaban de forma regular. ¿Cómo prescribió, entonces, una deuda que se abona? 

Se calcula que a los montos actuales -25.000 por cuota- los pagos finalizarán en 2070. Desde el Ejecutivo realizaron otro cálculo: restan abonar poco más de 14 millones de pesos, una cifra » pagable». 

Los planes del gobierno municipal

El anuncio de Montenegro de la cancelación de la deuda sorprendió tras bastante tiempo sin novedades en torno al tema. Según expresó el jefe comunal, la Provincia podría aceptar o no el pago. De dar el sí, se concretaría la restitución. Ante una negativa, el gobierno iría por la vía legal para imponer la operación. 

¿Por qué ahora? En 2026 se terminarán las concesiones de los 24 balnearios del complejo, por lo que la comuna tendrá casi dos años para llevar adelante un plan de modernización y revitalización que alcanzaría también al barrio y la zona. En palabras de Montenegro, la búsqueda es la de establecer un “nuevo centro hacia el sur” apalancado en la inversión privada, algo que ya se había deslizado con algunos proyectos inmobiliarios en el área.

Más allá de la intención de pago, quedan abiertas algunas interrogantes. Extinta la deuda y, por lo tanto, la APM, ¿qué pasaría con los trabajadores de dicha estructura? ¿Qué ocurriría con las concesiones de los balnearios? Una de las ideas desplegadas durante el debate de 2023 fue que Mogotes pueda ser gestionada como cualquier otra Unidad Turística Fiscal (UTF).

 

Elaboración propia con datos de la APM.

Una ficha técnica que explica el interés

La novela de la municipalización está finalmente atravesada por una cuestión económica donde los intereses de Provincia y Municipio quedan cruzados. Playas, gastronomía y aparcamiento -más el crecimiento inmobiliario de la zona- hacen del Complejo y sus derivados una importante fuente de ingresos y desarrollo.