En una jugada totalmente inesperada y catastrófica para cualquier prode anual, Oasis dio la noticia no de la semana, ni siquiera del mes, sino del año: su regreso ya es una realidad.

 

Por Marina Migliorisi

Hola, ¿cómo estás? Si echaste un ojo al calendario ya habrás comprobado lo peor: sigue siendo agosto. Este extrañísimo comportamiento del tiempo en el octavo mes del año debería ser materia de estudio. Porque no importa si es 2020, 2024 o 2040, agosto siempre consigue estirarse un poco más. ¿Cómo es posible que 31 días pesen 100 años?

Por fortuna —porque no vengo a destruir autoestimas y menos un fin de semana; después de todo, no soy un Boletín Oficial—, el universo musical nos regaló noticias de todo tipo. ¿Comenzamos?

Alex Anwandter se zambulle en el terreno literario con la publicación de su primer libro, “Mil noches de Sudamérica”; Julieta Rada y Fito Páez se unieron para reversionar “Adiós a la Rama”; y Fran Maravilla comienza su carrera en solitario con el estreno de “Tonos de Martins Point”.

Dos aniversarios para los nostálgicos: “Personal Jesus”, primer single promocional de “Violator”, de Depeche Mode, cumplió 35 años; “Walk this way”, segundo sencillo de “Toys in the Attic”, de Aerosmith, celebró sus 49.

Hay más: El Chaqueño Palavecino —que no es chaqueño ni familiar del ex jugador de River— celebrará sus 40 años de carrera con una presentación en nuestra ciudad el 25 de octubre; La Delio Valdez estrenó “Nuestro Lugar Favorito”, su nuevo single; Quilmes Rock develó una parte de su line-up para su edición del 2025; Nation Of Language confirmó que llegará por primera vez a la Argentina el 6 de noviembre; Oliver Boo lanzó su sencillo “Hablar de vos”; Luna Sujatovich presentó el primer adelanto de su próximo disco, “Tu enemiga”, un feat con Mariana Michi; y en una jugada totalmente inesperada y catastrófica para cualquier prode anual, Oasis dio la noticia no de la semana, ni siquiera del mes, sino del año: su regreso ya es una realidad.

Bienvenidos/as a una nueva edición de Sauntrack. Hoy romperemos el hielo parafraseando a Jane Austen, que en su novela Mansfield Park decía: “¡Qué extrañas criaturas son los hermanos! Jamás se escribirían, a no ser por la necesidad más urgente (…) Todos los hermanos tienen el mismo sistema. Lo conozco muy bien. Henry, que en todos los demás aspectos es exactamente lo que un hermano debe ser, que me quiere, que se aconseja conmigo, que hace de mí su confidente y estaría hablando conmigo horas seguidas, nunca ha llegado a dar vuelta a la hoja en las cartas que me ha dirigido; y con frecuencia no pone más que: «Querida Mary, acabo de llegar. Bath parece que está lleno, y todo lo demás como de costumbre. Tuyo afectísimo». He aquí el auténtico estilo masculino… He aquí una perfecta carta de hermano”.

Gallagher vs. Gallagher

En 2022, mientras el mundo seguía su ritmo sin un solo atisbo del regreso de Oasis en el horizonte, el periodista chileno y ex Vj de MTV Alfredo Lewin trazó un paralelismo entre Noel y Liam Gallagher con la leyenda bíblica de Caín y Abel. Para el comunicador, los primogénitos se corresponden, mientras que los hermanos menores se espejan. Dicho de otra manera: Noel es Caín y Liam, Abel.

Para los más agnósticos y/o poco entusiastas de la religión, este relato sostiene que, producto de una preferencia en la entrega de ofrendas a Dios, Caín se vio envuelto en celos y se cobró la vida de su propia sangre.

Esta semana, a propósito de un regreso que todavía parece ficticio, la periodista y escritora colombiana María del Mar Ramón se preguntó qué disputa desató la crisis que condujo al hiatus de Oasis hace ya 15 años. —¿Cuál fue la “ofrenda” que lo destruyó todo?—. La respuesta la recibió de parte de una persona de su confianza, que impávida le contestó: “No hubo tal pelea”. Y es que, en todo caso, el desprecio entre los hermanos Gallagher se explica más por una cuestión de piel que por hechos concretos.

Con la repentina y shockeante separación de Oasis en 2009, Noel y Liam abrieron paso a carreras artísticas por separado: el mayor de ellos, con Noel Gallagher’s High Flying Birds (2010-actualidad), y el menor, con Beady Eye (2009-2014). Más tarde, Liam inauguraría su discografía solista (2016-actualidad), que consta de seis álbumes propios (tres de estudio, tres en vivo) y un disco colaborativo.

En pleno auge de ambos, esta periodista tuvo la enorme suerte de ver al mismísimo Liam Gallagher en vivo, gracias a un Lollapalooza que lo incluyó en su line up y a amigos que, como yo, querían presenciar el show de un pedazo de historia viva antes de morir. La energía que atravesó a ese público al entonar canciones de Oasis mientras caía el atardecer, en esa calurosa jornada de marzo que aún vive imperturbable en mi memoria, fue lo más parecido a una inyección de esperanza, magia y adrenalina que haya experimentado, aún cuando el gran poeta detrás de cada letra no estuviera presente para atestiguarlo.

El día después

 “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera; tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera”. Tal vez, si los Gallagher hubieran nacido en Argentina, el Martin Fierro les hubiera ahorrado años de confrontación. Pero aún con lo contrafáctico que dicho escenario supone, si los Gallagher hubieran nacido al sur de América, no serían los Gallagher que conocemos; ese hermoso caos al que adoramos volver cuando necesitamos refugio.

Antes de despedir esta edición, un agregado optimista. El psiquiatra y psicoanalista Leopold Szondi comprendía que los vínculos humanos son demasiado complejos, por lo que otorgaba una notoria importancia a la polaridad Caín-Abel. En otras palabras, que cada individuo observara su comportamiento interno, reconociera sus propios Caín y Abel, los entendiera como contradicciones complementarias, y viviera a pesar de ellos.

El comeback de Oasis puede durar mucho, poquito o nada. Puede ser tan eterno como este frío y lluvioso agosto o, como una estrella fugaz, entusiasmarnos por un breve instante en el que todo parece posible. Para quienes a fuerza de una infancia repleta de fábulas gustan de encontrar aprendizajes en situaciones cotidianas, hay un saldo positivo en esta historia: todo, incluso el distanciamiento más feroz, tiene solución. Y es que hay algo de lo que, para bien o para mal, y sin importar si tu nombre es Noel, Liam, Caín o Abel, jamás podrás escapar: tus genes.

Para irnos, quiero recomendarte tres gemas del mundo musical, sin nexo alguno y con ningún otro motivo más que el de compartir lo que se ama:

• Este listado de artistas femeninas, ideal para hallar voces que estén fuera de tu radar.
• Esta playlist de Caetano y Bethânia, curada por ellos mismos con los tracks que componen sus setlists en vivo.
• “Cathy”, el videoclip que Michelle estrenó esta semana.

En Bacap escribimos lo que escuchamos. Qué mejor que compartirlo con el mundo.

Chau, loco. Este news se va en fade.