Por mucho tiempo se creyó que se trataba de un esgrimista francés pero diversas investigaciones demostraron que formaba parte de una familia clave en la historia regional. La historia sepultada de un hito deportivo.
Por Thom Lahitte
Mar del Plata tenía solo dos años de existencia cuando Francisco Carmen Camet vino al mundo. Ese 16 de julio de 1876 comenzó a trazarse el camino del olimpismo argentino. No obstante, se trata de una historia sepultada, perdida en el tiempo.
El Comité Olímpico Argentino (COA), fundado el último día de 1923, envió la primera delegación oficial en 1924 para los Juegos de París. Hasta entonces, solo habían participado un puñado de atletas de forma individual que, por un motivo u otro, se encontraban en el lugar. Tal es el caso de Héctor Torromé, un importador de té que residía en Inglaterra para cuando la cita deportiva se realizó en Londres en 1908.
En los tableros de los II Juegos, celebrados en 1900 también en la “Ciudad Luz”, el tablero final de esgrima marcaba que el quinto lugar -de un total de 101 participantes- era para CAMET, en mayúsculas y sin nombre. A fines del siglo XX, todavía se pensaba que el espadachín era francés, como casi todos los de la época. Investigaciones develaron que era argentino pero fue el periodista marplatense Rubén Aguilera quien consiguió mayores precisiones al obtener su acta de nacimiento: era marplatense.
Hasta entonces, se creía que el primer oriundo de la ciudad en participar de los Juegos Olímpicos había sido Julio Polet, el ciclista que hoy da nombre el velódromo municipal.
“Dejó por todos lados el paso de su vida”, afirma Aguilera, quien dialogó con Bacap y que en la actualidad brinda charlas en torno a Camet y prepara un libro sobre su historia.
Actas y documentaciones, diarios de la época y el archivo familiar de los Camet, le permitieron al periodista, quien también se desempeñó como juez de atletismo en Juegos Panamericanos y Olímpicos, desenterrar la trayectoria del marplatense. Francisco Carmen, que fue bautizado en la capilla Santa Cecilia, fue desde “La Feliz” a Buenos Aires y luego a Francia, a donde fue enviado a estudiar con solo 14 años.
Allí, Francisco Carmen ganaría numerosos premios y distinciones en esgrima y tiro. Primero, en la ciudad de Pau y luego en la propia París. Allí sería un hombre clave para el Sporting Rugby Club, que ascendería a la primera división. Las notas de la época y los mítines muestran que se codeó con importantes figuras de la política y del deporte de ese entonces. Los indicios encontrados por Aguilera marcan que podría
Una familia clave en la historia regional
El apellido Camet resuena por el parque que formaba parte de las numerosas tierras de Jean Pierre, el patriarca. El boulevard marítimo fue nombrado en honor a Félix Ubaldo, el hermano mayor de Francisco Carmen que, entre otras cosas, fue intendente de Mar del Plata y Tres Arroyos. Por su parte, Juan Ignacio, otro de los hermanos, fue fundador del socialismo junto a Teodoro Bronzini.
Francisco Carmen tuvo tres hijos. El primero, Carmelo Félix, engrosó la historia olímpica de la familia y también de Mar del Plata: fue medallista de bronce en esgrima por equipos -especialidad florete- en Amsterdam 1928, siendo la primera presea de un deportista local. Carlos Ernesto, el segundo, fue diputado nacional e interventor de la liga marplatense de fútbol. Según sugieren las investigaciones de Aguilera, este hombre habría tenido aceitados vínculos con el “Che” Guevara y habría allanado el camino para el mitin secreto entre el revolucionario y el presidente radical Arturo Frondizi.
La política sería una constante en la familia. Francisco Carmen regresó a la Argentina en 1902, donde desarrollaría una carrera como senador provincial en la década del 20´, además de integrar el directorio del Banco Provincia y de lo que hoy sería el Banco Ciudad.
El primer argentino olímpico ofició, en varias oportunidades, como intendente de General Alvarado hasta el golpe de Estado de 1930 contra el gobierno de Hipólito Yrigoyen. Falleció el 15 de julio de 1931, un día antes de cumplir 55 años.
De calles y homenajes
La Avenida Costanera, la arteria más conocida de Miramar, fue nominada como Francisco Camet en 1945. La muerte de Evita, en el 52´, implicó un cambio de nombre breve que duraría hasta el golpe del 55´. En 1960, la calle volvería a ser denominada como el olimpista y exalcalde hasta el fallecimiento de Perón en 1974. No obstante, según afirma Aguilera, los miramarenses solo reportan el primero de los títulos.
¿Y en Mar del Plata? El Círculo de Periodistas Deportivos, que Aguilera presidió por varios años, realizó una petición al Concejo Deliberante para ponerle Francisco Camet a la Avenida de las Olimpíadas, que es una de las entradas actuales al Parque de los Deportes. El pedido no prosperó y se barajaron otras alternativas, como el breve pasaje que lleva hasta al natatorio municipal o alguna de las calles de la comuna señalizada por números.
En el mientras tanto, se prepara la colocación de una placa conmemorativa en algún lugar visible del parque polideportivo que podría realizarse este año.