En una historia que celebra el avance de la igualdad de género en profesiones históricamente dominadas por hombres, Marlene Bochetto, oriunda de Otamendi, acaba de cumplir el sueño de toda su vida: convertirse en la primera mujer camionera del pueblo. Hoy se desempeña con orgullo en la empresa agropecuaria marplatense Naika, que le abrió sus puertas para dar sus primeros pasos en esta desafiante profesión.
Marlene, con raíces profundamente ligadas al mundo del transporte, creció rodeada de camiones. Su abuelo, su padre, sus tíos y su hermano formaban parte de esta tradición familiar. Sin embargo, aunque desde pequeña sintió una gran atracción por manejar uno de estos gigantes de la ruta, los prejuicios de género la hicieron dudar.
«Siempre me llamaba la atención manejar el camión, pero no me animaba por ser mujer, simplemente por el rechazo», comparte Bochetto. «Por suerte, hoy en día las cosas están cambiando y se está comenzando a generar más igualdad.»
A pesar de las barreras que la sociedad imponía, Marlene contó con un pilar fundamental: su padre. «Lo que más agradezco es que mi viejo nunca me puso reparos, de hecho, siempre me alentó», confiesa con emoción. «Solía acompañarlo en algunos viajes, especialmente durante las vacaciones, y fue mi mayor apoyo para que pueda cumplir mi sueño.»
El trabajo como camionera
Recientemente comenzó a trabajar en Naika, una reconocida empresa agropecuaria marplatense que por primera vez incorpora a una mujer como chofer. «Recién empiezo en esta profesión, soy muy nueva, pero lo estoy puliendo día a día», nos cuenta con humildad, al tiempo que destaca el apoyo de sus compañeros de trabajo. «Tengo los mejores compañeros, siempre me aconsejan y me dan una mano tremenda. Lo importante es que somos un lindo equipo y son todos muy respetuosos.»
Con determinación, Marlene tiene un mensaje para todas las mujeres de la zona: «Me encantaría que cada día seamos más camioneras en la región. ¡Que se animen y no bajen los brazos!»
En un país donde las mujeres aún enfrentan desafíos en muchas profesiones, la historia de Marlene Bochetto es un recordatorio inspirador de que los sueños pueden cumplirse y que, poco a poco, los caminos también se abren para ellas.