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enero 20, 2025
Literatura

“Hacer bandas es gratis”: el libro que explora la esencia colaborativa de la música under

Delfina Montagna, autora de Hacer bandas es gratis, retrata en su obra el surgimiento de una nueva escena musical independiente en Buenos Aires tras la pandemia. A través de 68 entrevistas, la periodista construye un relato coral que destaca la importancia del trabajo en equipo y el espíritu colectivo en la música. El libro también menciona a Mar del Plata, apodada “Mar del Dark”, y su influencia en esta movida cultural.

Por Ian Punter

“Hacer bandas es gratis” es un libro de periodismo musical escrito por Delfina Montagna que apunta a retratar esta época y este lugar mediante la historia oral: entrevistas (hechas por separado) que dialogan entre sí, cuyo punto no es acceder a la verdad de los hechos, sino al tono y la forma en la que la gente vive una experiencia.

– ¿Qué te inspiró a hacer el libro?

-Fue durante la salida de la pandemia, cuando vi que se estaba gestando una escena. Lo que estuvo detrás del impulso fue lo divertido que es el formato; son entrevistas a 68 personas: productores, músicos, fotógrafos, diseñadores. Todos los que forman parte del entramado de la industria musical. Hablamos por separado y luego esas entrevistas se articulan en distintos capítulos como si estuvieran conversando. Ese formato era un desafío que me interesaba y me divertía muchísimo, y creo que está logrado en el sentido de que fue muy divertido hacerlo.

– ¿Es verdad que tuviste que desgravar 68 entrevistas para la realización del libro?

-Es verdad. Tenía todo contabilizado: 24 horas y 33 minutos de grabación.

– ¿Qué desafíos enfrentaste en esos dos años para completar este proyecto?

– Creo que más que nada fueron desafíos técnicos. Desde las personas que participaron hubo mucha buena onda. Empecé por las personas que conocía y luego entrevisté a gente que admiraba muchísimo; todos estuvieron sumamente accesibles. El desafío fue intentar hacer un libro sobre actualidad porque los tiempos editoriales son distintos; no es lo mismo trabajar en un medio digital donde apretás un botón y publicas, sino que hay que diseñarlo, editarlo, mandarlo a imprimir y manejar muchos detalles.

– Me gusta mucho el cuadro que hay sobre las escenas en el mismo aparece Casa del Puente de Mar del Plata. ¿Tienes alguna anécdota que destaque esa importancia?

– Sí, total. Hay un capítulo llamado ‘No es “Do It Yourself”, es hacerlo juntos’, surgido por el testimonio de todas las personas. Había cosas que buscaba en las entrevistas para hacer dialogar entre sí; muchas surgieron solas. Todo el mundo hizo énfasis en la importancia de armar equipos. Quizás ese eslogan popular para la música independiente «Hazlo tú mismo» era más de otro momento en la música donde significaba hacer las cosas de forma independiente a los intereses comerciales. Sin embargo, puede existir una mala lectura individualista; en realidad nadie hace nada solo. Es todo sobre ir a las fechas, hacer amigos e invitarse mutuamente.

-El ser músico “auto-gestionado” muchas veces es un arma de doble-filo?

-Sí, total. Depende mucho del contexto donde cae esa frase. Ahora estamos en un contexto donde el neoliberalismo está presente otra vez y eso se presta a esa doble interpretación.

– ¿Cómo ha evolucionado el concepto de «independiente» en la música a lo largo de los años?

– No me siento cómodo dando una definición precisa; creo que la riqueza está en juntar distintas voces y aventurar una definición colectiva. De hecho, hay un capítulo llamado «Nada es Indie». Esa frase vino de los periodistas Moira Mema y Juan Rufo: «Quizás lo que está sucediendo es que ahora ‘indie’ es una categoría». Spotify te pone al artista como indie, aunque haga tres Movistar Arena o toque en un festival internacional.

– ¿Cómo el feminismo ha influido en la escena musical contemporánea?

– Lo lindo de estas 68 personas es que pertenecen a distintas generaciones. Recuerdo a Lucía de Las Chicas del Fin del Mundo diciendo: «Todo lo hice por ver a otras mujeres haciendo música». Ella comentaba cómo no se le había ocurrido tocar el bajo hasta ver a una chica haciéndolo.

En contraste, chicas de otra generación mencionaron cómo la ola feminista reciente ha sido útil para lograr más igualdad de género en los escenarios; ahora sucede orgánicamente sin necesidad de dar explicaciones sobre representación.

– ¿Qué opinas sobre la escena marplatense?

– Es súper protagónica. Hay un apodo «Mar del Dark»; todo lo contrario a esa cosa luminosa y veraniega; se pone sobre la mesa ese costado oscuro también presente entre grandes exponentes del arte marplatense.

– ¿Cuáles son tus planes para 2025?

– El 17 de diciembre es la presentación aquí en Buenos Aires; seguimos distribuyendo el libro y apostando al periodismo musical.

 

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