Este japonés que se encarga de retratar los aspectos más sórdidos de la vida, es una figura conocida en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Por Max Czajkowski
Sion Sono es un cineasta y poeta japonés con una vasta trayectoria que contiene una innumerable cantidad de historias que transgreden las reglas morales. Sus películas plagadas de violencia y sangre son también una mezcla de emociones: la nostalgia, el anhelo, la monotonía y el desasosiego al que hacemos frente diariamente son algunos de los temas recurrentes en sus filmes.
Sion Sono comienza su carrera como poeta a los 17 años y sus poemas aparecen en publicaciones populares de Japón. En referencia al cine, en 1985 realiza un cortometraje experimental denominado “I am Sion Sono!”.
Cinco años más tarde, en 1990, co-escribió, dirigió y protagonizó el largometraje en 16 mm “Bicycle Sights”, film que logró un gran éxito comercial en Japón, y popularidad en países extranjeros a éste.
En 2001, escribe, dirige y realiza en tiempo récord, “Suicide Club”, su película más famosa hasta ese momento. Donde conmocionó al cine mundial con sus escenas sangrientas y sus trabajadas tomas.
Después de varios filmes, llegó, tal vez, uno de los mejores metacine del siglo XXI «Why Don’t You Play in Hell?» (2013), prueba de que el caos organizado puede rendir buenos frutos. Diseñado como un experimento lúdico desde el propio título, es un despliegue de excentricidad narrativa y visual.
Sion Sono es considerado como un artista transgresor. Su obra no deja lugar a la duda, ni sus gustos ni sus disconformidades, su perspectiva del mundo, de la sociedad a la que pertenece, y de las instituciones que en la misma se conforman. A este cineasta, se lo pudo disfrutar en las funciones de trasnoche de «Hora cero» en diferentes ediciones del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Su última producción «Red Post» , estuvo en competencia y fue un deleite para los espectadores.
George Clooney, un director camaleónico
Cada 3 años este reconocido actor se pone detrás de la cámara para contar historias muy diferentes entre sí.
George Clooney, con un currículum de 70 papeles a lo largo de su carrera, es una de las estrellas favoritas de Hollywood. Sin embargo, lo que nunca ocultó es que su mayor deseo era dirigir. Por eso, en 2002 estrenó «Confesiones de una mente peligrosa» con guión del siempre complejo Charlie Kaufman. En su ópera prima, cuenta la historia de un productor de televisión y también agente encubierto de la CIA interpretado por Sam Rockwel.
En 2005 «Buenas noches y buena suerte» bebe de su película favorita «Todos los hombres del presidente para desarrollar una historia de un periodistas que se enfrenta a los políticos siniestros (el senador McCarthy y el presidente Nocon). Aca, Clooney tiene la voluntad de hacer cine relevante e informativo
En «Ella es el partido» (2008) la idea era hacer una screwball comedy ambientada en el fútbol americano, Para dicha producción, revisó títulos clásicos como «Luna nueva» o «La fiera de minimal
Con «Los idus de marzo» (2011) hizo lo que muchos esperaban de él: meterse en política. Con Ryan Gosling y él mismo como protagonista, desvela la cara fea del poder
En «Monuments Men» (2014) se concibió como un homenaje a aquellas misiones audaces sobre la Segunda Guerra Mundial, donde dirigió un gran elenco, pero el resultado no fue el deseado.
En el 2017 estrenó «Suburbicon» con Matt Damon de protagonista y un guión de los hermanos Coen. Un buen filme que destapa las miserias de la clase alta.
George Clooney es un cineasta camaleónico que llena sus películas de amor, tanto en el tema,como técnica y artísticamente. Y cumpliendo con su calendario (cada tres años se coloca detrás de la cámara), en el 2020 nos presentó una producción de ciencia ficción apocalíptica exclusiva para Netflix, donde fue protagonista y director. Una historia minimalista con una extraordinaria fotografía.