Investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el CONICET cuentan cómo es la presencia de estas aves en la ciudad, describen cuáles son las especies más abundantes y detallan sus principales características.
Por Agustín Casa
En los últimos años se volvió habitual caminar por Mar del Plata y, al levantar la mirada, observar aves rapaces, especies de gran tamaño que generan sorpresa y captan nuestra atención.
Si bien era poco frecuente encontrarse con estas aves en el área urbana, en la última década se ha registrado un aumento en el número de especies de aves rapaces y en su abundancia en la ciudad de Mar del Plata, como señalan a Bacap científicos del Grupo de Vertebrados del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), del CONICET y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Es muy probable que esa ave que capta nuestra atención sea un chimango (Milvago chimango), la especie más abundante entre las rapaces en Mar del Plata. No obstante, los investigadores afirman que otras especies, aunque con menos ejemplares, han incrementado su población en el área urbana de Mar del Plata en los últimos años.
Algunos de estas aves rapaces son el gavilán mixto, el carancho, el halcón plomizo, el halconcito colorado, el halcón peregrino, el taguató y el milano blanco. En tanto, entre las lechuzas se han observado ejemplares de lechucita vizcachera, lechuza de campanario y lechuzon Orejudo.
“Algunas de estas especies son más fáciles de ver en áreas de baja densidad urbana o arboladas, mientras que otras como el chimango, el carancho y el gavilán mixto suelen registrarse en áreas céntricas o muy urbanizadas”, destacan María Susana Bó (licenciada en Ciencias Biológicas, docente e investigadora de la UNMDP y secretaria general de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales), Laura Biondi (doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del CONICET) y Alejandro Baladrón (doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CONICET).
En esta línea, los especialistas agregan que “también algunas especies son registradas de manera ocasional en zonas de alta urbanización, como el águila mora, que suele aparecer en los edificios altos del centro de Mar del Plata, o el aguilucho langostero, que en su ruta migratoria pasa por nuestra ciudad en grandes bandadas a finales de la primavera y si uno levanta la vista puede verlos en grandes cantidades volando en círculos, tanto en el centro como en los alrededores de Mar del Plata”.
Lo novedoso es que, como indican los biólogos, en décadas anteriores no eran tantas las especies registradas en Mar del Plata. Pocas de esas especies frecuentaban zonas urbanas –como los chimangos– y se observaban pocos ejemplares.
En este sentido, han sido varios los factores que influyeron en el aumento de aves rapaces en el entorno urbano de Mar del Plata. “Una de las razones principales de este incremento es la desaparición y/o alteración de sus ambientes naturales, que trae aparejado la pérdida de presas como también la falta de sitios de nidificación y de lugares para refugiarse”, aseguran. Otro de los motivos está asociado con la expansión de la urbanización.
La modificación de los ambientes naturales afecta a las aves rapaces y no todas las especies se adaptan de la misma manera al ambiente urbano. La presencia de cualquier ave rapaz en un hábitat significa que allí puede cubrir sus requerimientos, como la alimentación, el lugar para nidificar y los sitios para refugiarse. En este punto, las que mejor responden a esa adaptación en las ciudades son las que se encuentran en mayor número, como los chimangos.
Los chimangos, las rapaces más abundantes en Mar del Plata
Los chimangos son aves medianas. Las hembras pesan en promedio 300 gramos y los machos 289 gramos. Se los puede identificar por su coloración pardo oscuro y presentan diferentes colores en sus patas. Los machos tienen patas amarillas, las hembras patas grises y los ejemplares juveniles patas gris azuladas.
“Como muchas especies que se han adaptado exitosamente a las zonas urbanizadas, el chimango presenta una dieta muy amplia o generalista con consumo de presas abundantes, como insectos y roedores, y también es carroñero (consumo de presas muertas y basura), por lo que es común verlo alimentándose en los tarros de basura o en lo basurales”, cuentan los biólogos.
Sobre los hábitos generalistas de esta especie, los investigadores señalan: “Se ven reflejados en el sustrato que usa para ubicar su nido. Utiliza una gran diversidad de superficies, como árboles, postes de luz y transformadores, techos de viviendas, el suelo, etc.”.
Al mismo tiempo, remarcan que “el chimango es una especie inherentemente curiosa, osada, e inteligente, características vinculadas en parte a su generalismo, con una asociación con el humano de larga data, que le permiten sacar provecho de las nuevas oportunidades de alimentación y refugio encontradas en la ciudad, y aprender rápidamente a asociar nuevos elementos o características de estos ambientes novedosos con situaciones redituables o riesgosas”.
Además, resaltan que “es probable que estos atributos representen los principales factores determinantes del crecimiento poblacional de esta rapaz en zonas altamente urbanizadas”.
El gavilán mixto y la abundancia de palomas
Otra de las especies que es habitual observar en el área urbana de Mar del Plata es el gavilán mixto (Parabuteo unicinctus), de mayor tamaño que el chimango: los machos pesan entre 725 y 750 gramos y las hembras entre 830 y 1.000 gramos. Se trata de una especie que tenía presencia en la región de la costa bonaerense, pero que ha aumentado su presencia en los últimos años. Y la gran abundancia de palomas en la ciudad podría ser la causa de su crecimiento poblacional.
“El gavilán mixto es una especie eminentemente ornitófaga, es decir que se alimenta de aves, principalmente de palomas (torcaza común, picazuró y paloma manchada). Esta rapaz está asociada a zonas con grandes arboledas donde construye sus nidos. Probablemente la gran proliferación de las palomas en la ciudad es lo que conlleva al aumento de la abundancia de los gavilanes en áreas de alta urbanización, sumado a tener lugares adecuados para construir sus nidos”, sostienen los científicos.
Para los referentes del Grupo de Vertebrados del IIMyC, la expansión del gavilán mixto por el área urbana de Mar del Plata no implica una colonización exitosa de esta especie hacia el casco urbano y subrayan que para ello habría que evaluar sus variaciones poblacionales y su éxito reproductivo a lo largo del tiempo. Asimismo, aclaran que esta ave cumple una importante función en el ambiente y no representa amenaza alguna para el ser humano.
Entre la mala fama y los beneficios ecosistémicos
Las aves rapaces son depredadores tope, ya que se ubican en el eslabón más alto de la cadena trófica, y cumplen servicios ecosistémicos de relevancia, incluso en las ciudades. “Las rapaces consumen especies que son consideradas plaga para la agricultura, como insectos que afectan ciertos cultivos. También son importantes a nivel sanitario, ya que controlan las poblaciones de especies de insectos y roedores que pueden actuar como vectores de enfermedades”, describen los especialistas.
Y añaden: “Otra función importante en este sentido la cumplen las rapaces carroñeras, que eliminan los restos de animales muertos y contribuyen a ´limpiar´ el ambiente. Todas estas funciones dependen de un delicado equilibrio ecológico en el que las rapaces juegan un rol clave”.
En esta línea, el equipo de IIMyC reconoce que “el aspecto de muchas rapaces puede parecer intimidante para algunas personas, pero debe remarcarse que no atacan al ser humano y suelen huir cuando se sienten amenazadas”.
“La destrucción y la modificación del ambiente para la actividad productiva y la urbanización generan cambios drásticos en los ecosistemas y debilitan el equilibrio ecológico. Es posible que los humanos representemos una mayor amenaza para las rapaces que lo que ellas representan para nosotros”, concluyen los investigadores.
Desde el Grupo de Vertebrados del IIMyC invitan a participar de una encuesta anónima para conocer las opiniones de la comunidad sobre los chimangos en las ciudades. Se puede responder desde cualquier parte de Argentina y no es necesario tener conocimiento previo sobre aves. Los datos serán utilizados solo a los fines de sus investigaciones científicas. La encuesta se puede responder desde el siguiente enlace: https://forms.gle/UwKh4j18kQiKEWMfA.