Se restauraron las antiguas bombas sumergibles que se utilizaron en la época en que la casa funcionaba como radio y en su estado original, y se estableció un sistema de recirculación del agua extraída de las napas de la casa hacia el cauce del arroyo.
La Casa del Puente, además de su relevancia arquitectónica como Casa sobre el Arroyo, tiene un vínculo estrecho con la historia de la famosa radio LU9, que funcionó en esta casa. Después del fallecimiento de Alberto Williams, la casa fue vendida por su hija y posteriormente convertida en radio. Durante este proceso de transformación, adquirió el nombre con el que se conoce hoy en día, Casa del Puente, que también es el nombre del museo.
Su directora, Magalí Marazzo explica que «es importante destacar que el nombre arquitectónico original de la obra es ‘Casa sobre el Arroyo’. Sin embargo, debido al funcionamiento de la radio y su popularidad, se cristalizó el nombre ‘Casa del Puente’ en el imaginario colectivo, por lo que decidimos adoptarlo para el museo».
En las dos áreas donde se ubican la casa y el pabellón de servicio, se preserva el último tramo al aire libre del arroyo fundacional de la ciudad de Mar del Plata. Esto tiene una gran relevancia histórica, ya que está intrínsecamente ligado al pasado, desarrollo y conformación de la ciudad.
Para el museo es de vital importancia que la Casa del Puente cuente con un arroyo, por lo que se emprendió un trabajo para recuperar este cuerpo de agua ubicado debajo de la casa.
Se estableció contacto con el equipo de Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) durante los primeros años de gestión del museo para investigar qué había sucedido con el arroyo, el cual había sido canalizado de manera inusual a lo largo de varios años.
Se descubrió que se habían utilizado bombas sumergibles originales para extraer agua de los terrenos, ya que en aquel entonces no había suministro de agua corriente en las casas de Mar del Plata. Durante la época de la radio, también se utilizó otra bomba que fue recuperada. Ambas bombas fueron retiradas y restauradas para ser colocadas nuevamente en su lugar original.
Con base en este proyecto, se respetó en gran medida el patrimonio natural de este espacio, evitando la invasión del arroyo con agua corriente. En su lugar, se extrajo el agua de las napas de la casa y se vertió en el cauce del arroyo. Se instaló una bomba recirculadora en un extremo y difusores en el otro extremo, logrando así mantener el flujo de agua en el arroyo de manera controlada y respetuosa.
«Y tenemos nuestra fuente de Feng Shui», bromea Marazzo y agrega: «La realidad es que nos permitió recuperar el Arroyo de las Chacras tan importante, ver la casa con ese espejo de agua es increíble y ayuda al sistema natural del entorno y de la casa».
Con el arroyo en pleno funcionamiento, por las tardes descienden numerosas aves de la zona para beber agua, llenando el ambiente con sus cantos. La luz natural entra a través de los ventanales abiertos y se combina con los sonidos de los árboles que rodean la casa, los pájaros y el arroyo, creando un entorno verdaderamente único.
«Una de las características destacadas de la casa es su biodiversidad bastante compleja», dice Marazzo y desarrolla: «Al encontrarse este pulmón verde en medio de la ciudad, rodeado de cemento, hemos descubierto hasta tres especies de aves migratorias que hacen una parada anual en este lugar, prácticamente sobre la roca. Entre ellas se encuentra el búho orejudo. Durante todos estos años se han realizado registros de especies y avistamiento de aves, organizando visitas guiadas especiales para el parque».
«En estas visitas se destaca la diversidad vegetal y la variedad de aves que encuentran refugio en este espacio. El avistamiento de aves se ha convertido en una actividad de gran interés en el museo, permitiéndonos identificar estas tres especies que se encuentran exclusivamente en esta ubicación. Esto resalta la importancia tanto del arroyo como de los árboles y de todo este espacio que constituye un microclima en medio de la ciudad», concluye.