Guillermo Montenegro, Fernanda Raverta, Rolando Demaio y Rosa Mauregui expusieron su visión sobre la ciudad y se trenzaron por diversos temas como el trabajo, el ambiente, la toma de terrenos y la seguridad.
Los cuatro candidatos a la Intendencia de General Pueyrredon tuvieron el último debate televisivo en la antesala de la veda por las elecciones del próximo domingo. Un encuentro en el que expusieron su visión sobre la ciudad y se desataron diversos cruces.
El intendente Guillermo Montenegro (Juntos por el Cambio), que busca la reelección, fue el primero en tomar la palabra. Volvió a ponderar la “austeridad” de su administración, con la actualización de tasas “más baja” para un municipio de la provincia de Buenos Aires.
Con una inflación proyectada del 800% en estos casi 4 años, a nivel local hubo una suba de tasas que rondó el 370%, según el jefe comunal, que buscó “ordenar financieramente” a la ciudad.
En la misma línea, destacó la ordenanza de relocalización de la Zona Roja, que permitió que hoy no haya prostitución en la vía pública en barrios como Don Bosco o Los Andes. Allí hoy se encuentra el Distrito Tecnológico, con “más de 30 empresas del sector TIC” y la posibilidad de generar “4.000 puestos de trabajo”.
Y también hizo lo propio con sus medidas de seguridad, como la conexión de “1.500 cámaras al COM” (Centro de Operaciones y Monitoreo), la implementación de la patrulla municipal o la ordenanza de reconocimiento facial.
Por su parte, Rolando Demaio (La Libertad Avanza) destacó que, en caso de llegar a ser intendente, implementará una “reforma del Estado” que empezará por la “burocracia”.
Y enumeró tres ejes esenciales: un “Estado eficiente, incentivar la inversión con alivio de impuestos y revalorizar a Mar del Plata como ciudad turística”.
También anticipó que reducirá un 30% la planta política, “que genera un costo mensual de $100 millones”. Y confirmó que suspenderá el ingreso de personal al municipio, con excepción de trabajadores “esenciales” de salud, seguridad y educación.
Fernanda Raverta (Encuentro Marplatense) cuestionó en primer lugar las políticas de seguridad de Montenegro al denunciar que “creció un 60% el robo de autos en el último año”. Mientras que el robo de motos y los homicidios dolosos crecieron un 80% y 65%, respectivamente. “Estamos peor que hace 4 años”, remarcó.
Por otro lado, apuntó contra la falta de trabajo en la ciudad, que sigue siendo el distrito con “más desocupación de Argentina”, dos puntos porcentuales por encima de la media nacional.
En tanto, Rosa Mauregui (Frente de Izquierda) alertó sobre el trabajo precarizado, con muchos ciudadanos obligados al “pluriempleo”. Y volvió a destacar la iniciativa de su espacio político de avanzar en una reducción de la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana, con una salario mínimo igual o mayor a la canasta básica familiar.
“Con esa medida se podrían generar 18.000 puestos de trabajo en la ciudad”, vaticinó.
Cruces por todos lados
El debate también tuvo sus momentos de tensión, con varios cruces entre los candidatos. Principalmente cuando se otorgaron 20 minutos de conversación libre.
“La discriminacion a Mar del Plata es mentira, tanto el Gobierno Nacional como el Provincial han hecho innumerables obras para que vecinos de barrios enteros puedan tomar agua y tener acceso a cloacas”, disparó Raverta en un tramo en el que Montenegro había cuestionado la falta de acompañamiento de las otras jurisdicciones para financiar intervenciones en la ciudad.
En otro pasaje, el jefe comunal contraatacó al denunciar que la administración de Alberto Fernández retiró a un gran número de gendarmes en Mar del Plata “a 60 días de haber asumido” la Intendencia.
Mauregui buscó diferenciarse del resto de los aspirantes a la Intendencia y criticó con dureza la explotación offshore frente a las costas de la ciudad al pedir por un “mar libre de petroleras”.
Por el contrario, Demaio apoyó la iniciativa y criticó a Montenegro por haber presentado, años atrás, un recurso ante la Justicia que, según él, frenó la actividad.
El intendente se defendió y dijo que sólo quería tener información sobre el impacto ambiental que generaría la actividad, ya que no había datos en aquel entonces, a finales de 2020.
Boletas y tomas ilegales
Otro momento de fuego cruzado fue cuando tanto la candidata de Encuentro Marplatense como el representante libertario acusaron al espacio político de Montenegro de distribuir boletas truchas.
En lo que fue uno de los temas de la semana, Raverta denunció haber visto boletas de Montenegro como candidato a intendente; pero con otros aspirantes en el tramo presidencial, como Sergio Massa (Unión por la Patria).
O Javier Milei (La Libertad Avanza), según planteó Demaio. “Eso nos afecta a nosotros también, $32 millones salió el ‘chiste’. Fuimos damnificados por una actitud del partido de ustedes”, acusó el economista libertario al intendente.
“Estás menospreciando al electorado. Que la Justicia investigue quién lo hizo”, se defendió Montenegro.
Mauregui se distanció de los cruces sobre las boletas y planteó como prioridad que se discuta sobre “los grandes problemas de la ciudad” como el cuidado del ambiente y la salud mental.
“La pandemia profundizó los padecimientos críticos. Prometen hospitales nuevos cuando no se garantiza el funcionamiento mínimo de los que hay”, cuestionó.
Otro momento de rispidez ocurrió cuando Montenegro calificó a la toma de terrenos como un “delito”; una actividad sobre la cual tomó “una posición muy clara” y, además, se preguntó si los otros candidatos pensarían lo mismo.
Raverta remarcó que “siempre” estuvo en contra de la toma de tierras y que se presentó ante la Justicia para saber “quiénes son los instigadores” de este tipo de prácticas.
En otro pasaje, con dureza, Montenegro señaló que con la gestión de Raverta como directora de la Anses hoy la jubilación es la más baja en dólares de “los últimos 20 años”. Y aseguró que la dirigente de La Cámpora le entregó una jubilación de “$11 millones” a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
En una de sus últimas críticas, Demaio denunció que el municipio aumentó en un 200% el presupuesto para “publicidad, propaganda y viáticos”, con un costo de “$1.500 millones”.