Este proyecto impulsado por los integrantes del colectivo Somos Tribu tendrá su punto de culminación el sábado 16 de diciembre en Villa Victoria, cuando se ensamblen las piezas de este puzzle circular de 6 metros de diámetro.
Tamara Goransky y Juan Martín Suárez, integrantes del colectivo Somos Tribu, producen juegos de mesa y en la actualidad llevan adelante un proyecto gigante: son los creadores de “Desencajades”, el rompecabezas más grande de Latinoamérica, que mide 6 metros de diámetro y cuenta con 214 piezas. El 16 de diciembre, este puzzle será armado de manera colaborativa en Villa Victoria.
“Este rompecabezas surge de la necesidad de expresar una idea sobre pertenencia e inclusión, por eso son personas que se acomodan como pueden al poco espacio disponible, intentan ser parte, como se pueda, de un todo. Y el resultado es un juego bello y, por sobre todas las cosas, divertido. Lo jugábamos de a muchas personas, y se convirtió casi sin proponérnoslo en un juego comunal y colaborativo”, cuentan Tamara y Juan Martín a Bacap.
Después comenzó el desafío de producir el rompecabezas a gran escala, una etapa del proceso muy costosa. Para poder avanzar con el proyecto, desde Somos Tribu comenzaron a producir de a una pieza y a venderlas para poder financiar la siguiente con el objetivo de lograr las 214 piezas.
Cada pieza representa una figura humana. Están elaboradas en madera, pintadas a mano, y cortadas con una máquina que permite hacer el encaje para que las piezas se ensamblen de manera perfecta. El equipo estuvo pintando las piezas durante un año y medio.
“Cuando iniciamos el proceso y fuimos contando la idea recibimos ayuda de diferentes lugares que querían sumarse a colaborar. Nos ofrecieron pintura, maderas, etc. Algunas personas fueron colaborando desde los lugares que podían. No quisimos dejar a nadie que quisiera participar fuera del proyecto. Por eso, las piezas no tenían un valor fijo, sino que estaba relacionado con lo que cada persona podía aportar”, comentan.
El rompecabezas ensamblado -es decir, integrado por las 214 piezas- forma un círculo de 6 metros de diámetro, lo que ellos describen como “un gran mundo abarrotado de gente”.
“La propuesta promueve la creación de una obra construida de la unión de las partes, proponiendo un diálogo entre la unidad y el todo, el ciudadano y la sociedad, la pertenencia y el condicionamiento identitario que esta supone. Ya que la forma de cada uno de los cuerpos está determinada a partir de la relación con la otredad, esta obra dice: somos únicos, pero somos también con y a partir de los demás”, detallan los integrantes de Somos Tribu.
En esta línea, Tamara y Juan Martín continúan: “En un mundo que tiende a la segregación, la individualización y el rechazo a la diferencia, esta obra nos recuerda que formamos parte de algo mayor, una comunidad. Al adquirir una pieza, cada ciudadano se suma a la creación de un todo que trasciende las fronteras individuales, pero que no pierde su condición de individuo porque siempre puede ´desencajarse´ y retirarse a descansar al hogar”.
El momento de culminación de esta obra será el sábado 16 de diciembre, desde las 16, en Villa Victoria. Las piezas serán distribuidas por el jardín de la casa y quienes asistan a la actividad podrán iniciar el ensamblado de las piezas. La jornada tendrá música en vivo, DJ y barra de bebidas. Desde Somos Tribu proponen “una jornada de arte lúdico y participativo en uno de los lugares más bellos y emblemáticos de Mar del Plata”.
“Al final de esta etapa de performances que se inicia en Villa Victoria, pero que recorrerá varios puntos de la ciudad, cada persona que haya adquirido la pieza terminará con una obra de arte para colgar en su casa, que se sabe parte de algo mayor, algo que nos vincula y que quedará como hito artístico de nuestra ciudad”, agregan.