Por Ana Pecoraro
El predio del Faro Punta Mogotes tiene un valor histórico y simbólico central en la identidad de nuestra ciudad y del país. Los faros, escenarios creadores indiscutibles de una atmósfera de fantasía y aventura, invitan y atraen a miles de visitantes a curiosear, admirar, imaginar relatos y remontarse en la historia. También son testigos silenciosos de enormes tragedias.
Construido en Francia, traído en barco, desarmado y ensamblado por la empresa Barbier, Benard y Turenne, fue inaugurado el 5 de agosto de 1891 en Punta Mogotes, debido a la peligrosidad que presentaba la zona, ya que es la continuación rocosa marina de las sierras de Tandilia. Desde su fundación se encuentra bajo la órbita del Servicio de Hidrografía Naval, institución dependiente del Ministerio de Defensa de la República Argentina.
Años más tarde, en las edificaciones linderas, se crea la Escuela Complementaria de la Armada “Francisco De Gurruchaga”. Los edificios fueron construidos originalmente para la colonia de vacaciones destinada a hijos del personal de la Armada “Coronel de Marina Tomás Espora”, luego a partir de 1969 hasta 1993 comienza a funcionar la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM), bajo jurisdicción de la Dirección de Instrucción Naval y el servicio militar obligatorio.
¿Qué pasó en el lugar?
Durante la última dictadura cívico-militar, la ESIM cumplió un doble rol: en sus instalaciones continuó con su misión como instituto de formación para aspirantes y suboficiales de la Armada, pero también se formó y adoctrinó a los infantes de marina para combatir en la “lucha contra la subversión”. Se constituyó en asiento operativo del Grupo de Tareas 6.2. y al menos dos de sus instalaciones funcionaron como Centro Clandestino de Detención (CCDTyE).
Con el regreso de la democracia en 1983, y a partir del testimonio brindado por familiares y víctimas del terrorismo de Estado en la CONADEP en el año 1984. Luego en el 2001 en el Juicio por la Verdad y desde el año 2003 en los juicios penales, se reconstruyó el funcionamiento y arquitectura del centro clandestino de detención de la Escuela de Suboficiales de la Marina (ESIM) y del proceso represivo en nuestra ciudad.
La lucha histórica de los Organismos de Derechos Humanos y las demandas por Memoria, Verdad y Justicia en en el país y en Mar del Plata en particular hicieron posible la recuperación y puesta en valor del sitio de memoria ubicado en el predio del Faro Punta Mogotes, bajo la Ley Nacional de Sitios de Memoria, 26.691.
El Espacio para la Memoria y promoción de los Derechos Humanos Ex CCD ESIM, conocido como FARO DE LA MEMORIA, fue señalizado en el año 2013 mediante la Ley nacional N° 26.691 que declara Sitios de Memoria del Terrorismo de Estado a los lugares que funcionaron como Centros Clandestinos de Detención (CCD), tortura y exterminio de personas, donde sucedieron hechos aberrantes del accionar ilegal llevado a cabo en Argentina, durante la última dictadura cívico militar. El Sitio de Memoria ex ESIM, fue declarado Lugar Histórico Nacional por su funcionamiento como ex CCD, por su valor testimonial y su aporte a las investigaciones judiciales y abrió sus puertas en el año 2014.
Lo que se hace hoy
Desde estos Espacios se trabaja a través de la pedagogía de la memoria la enseñanza del pasado reciente, se defienden y promueven los Derechos Humanos; se investiga y documenta los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado en la ciudad; se conmemora a las personas detenidas, desaparecidas y asesinadas; y se trabaja la promoción de derechos en términos de memoria, verdad y justicia, sobre problemáticas que enfrenta la sociedad actual.
El Faro abre sus puertas a toda la comunidad, estudiantes, organizaciones, instituciones, turismo y público en general. Se desarrollan visitas pedagógicas, programas educativos, actividades culturales, trabajos de investigación y archivo, capacitaciones, talleres y jornadas culturales, deportivas y de ambiente todas de acceso libre y gratuito.
A través de estos programas, el Faro de la Memoria contribuye al desarrollo y fortalecimiento del proceso democrático, estimulando una conciencia colectiva, crítica y comprometida con el fin de garantizar la reflexión y la participación para construir una sociedad libre, justa y soberana.
Hoy, el Faro de la Memoria es el resultado de un trabajo colectivo llevado adelante a lo largo de todos estos años, trabajo que articula la lucha de los Organismos de Derechos Humanos, del Colectivo Faro de la Memoria, del Estado Nacional, Provincial y la comunidad en su conjunto.
La humanidad viene atravesando períodos de crisis y gran incertidumbre sociopolítica, económica, climática. Desde el Faro de la Memoria buscamos, a través de sus múltiples dimensiones (simbólica, política, material, emocional, histórica), generar un espacio de diálogo sobre el pasado reciente, habilitar un lugar de encuentro, de reflexión a través de la Memoria como iluminadora de un camino posible a seguir que nos permita llegar a un puerto seguro para todos y todas.