Los Juegos Panamericanos Junior de Asunción dejaron un saldo más que positivo para el deporte argentino y, en particular, para Mar del Plata.
Por Florencia Cordero
Con medallas en distintas disciplinas y actuaciones de alto nivel, los jóvenes atletas locales demostraron que el semillero sigue vigente. Pero más allá de los podios, lo valioso es la experiencia adquirida en un escenario internacional que proyecta sus carreras hacia un futuro prometedor.
La ciudad de Asunción en Paraguay, fue un escenario inolvidable para los atletas marplatenses. Conquistaron 13 preseas –3 de oro, 7 de plata y 3 de bronce- que no solo engalanan el medallero, sino que también marcan el inicio de una proyección deportiva que ilusiona. Cada podio cuenta una historia de esfuerzo, presente y futuro.
El brillo dorado
El gran protagonista fue Ulises Saravia, que ratificó por qué es una de las joyas de la natación argentina. Con un registro récord en los 100 metros espalda, el marplatense se quedó con la medalla de oro y abrió el camino de la delegación argentina en la pileta. Su victoria no solo lo consagró como campeón panamericano junior, sino que además confirmó su proyección internacional que no tiene techo.
La natación también fue escenario de otro momento dorado: la posta 4×100 metros libre, donde Saravia y Matías Chaillou aportaron lo suyo en un equipo que hizo historia al establecer un récord Panamericano Junior con un tiempo de 3m36s53. Para Chaillou, que participó en las eliminatorias, fue el premio a un trabajo silencioso que demuestra que cada aporte en equipo tiene su valor.
El tercer oro llegó desde el atletismo con Tomás Olivera, quien se impuso en el lanzamiento de martillo. Su marca lo consolidó entre los mejores de la categoría y dejó en claro que Mar del Plata también tiene figuras en las disciplinas de campo, donde la potencia y la técnica se combinan para alcanzar la gloria.
La constancia de la plata
La gran cosecha plateada se dio en la natación, donde Lucía Gauna brilló con una regularidad envidiable. Integró cuatro postas distintas -4×100 libre mixto, 4×100 combinado mixto, 4×100 combinado y 4×200 libre- y en todas ellas terminó en el podio. Su versatilidad y constancia la posicionan como una de las nadadoras destacadas de la delegación.
A su lado también sumaron Saravia y Chaillou, aportando medallas en los relevos mixtos, y Catalina Acacio, que completó la participación marplatense en los equipos medallistas. Lo que quedó claro es que la natación local no solo tiene individualidades de nivel internacional, sino también una capacidad colectiva que se traduce en podios compartidos.
El squash aportó emoción con los hermanos Santiago y Segundo Portabales, que dejaron en claro su jerarquía en la región. Junto a Francisco Alfonso lograron la medalla de plata en dobles masculino y en la competencia por equipos. Además, Segundo redondeó un torneo brillante con la medalla de plata en la prueba individual, confirmando que la disciplina también tiene futuro con sello marplatense.
Bronce con sabor a futuro
Las tres preseas de bronce completaron el medallero con un aire de esperanza. En la pileta, Lucía Gauna volvió a subirse al podio en el relevo 4×100 libre, cerrando una actuación notable con cinco medallas en total. En squash, Segundo Portabales y Paula Rivero mostraron gran química deportiva al obtener el bronce en el dobles mixto. Y en atletismo, Agustín Carril alcanzó el podio en el salto con garrocha, confirmando que las pruebas técnicas también tienen representantes marplatenses de nivel continental.
Más que medallas, una experiencia
El balance de Mar del Plata es contundente: 13 preseas en distintas disciplinas y la confirmación de un semillero que no deja de crecer. Más allá del resultado, los Panamericanos Junior fueron una experiencia transformadora: competir contra los mejores del continente, convivir en un evento multideportivo y medirse en un nivel de máxima exigencia dejó un aprendizaje que acompañará a cada atleta en su carrera.
Los clubes, entrenadores y familias que acompañan son parte fundamental de estos logros. Mar del Plata reafirma así su lugar como cantera inagotable de atletas que brillan en la región y proyectan a nivel mundial.
Las medallas en Asunción son el reflejo del presente, pero también la semilla de lo que vendrá. Para los jóvenes marplatenses, este torneo fue mucho más que una competencia: fue la confirmación de que el camino está abierto y que el futuro del deporte local tiene nombres y apellidos que ya empezaron a escribirse.
Reconocimiento a toda la delegación marplatense
Las trece medallas fueron el gran saldo deportivo, pero la representación marplatense en Asunción fue mucho más amplia. Varios atletas compitieron en pruebas de altísimo nivel y, aunque no alcanzaron el podio, sumaron una experiencia invaluable que fortalece su proyección internacional.
En natación, además de los medallistas, participaron Catalina Acacio, que se midió en los 100 metros pecho y relevos, y Lucía Gauna y Matías Chaillou, que también afrontaron pruebas individuales.
En clavados, Manuel Iglesias representó a la ciudad en los trampolines de 1 y 3 metros (12° puesto en la Final).
El atletismo tuvo una fuerte presencia con Joaquina Durá (3.000 metros con obstáculos), Juana Zuberbhuler (1.500 metros y 4×400 mixto), Lautaro Voullioz (lanzamiento de martillo) y Leonardo Guerrero (3.000 metros con obstáculos), que dejaron la bandera marplatense en lo más alto de la pista.
En los deportes de conjunto también hubo participación local: Federica Laganá integró el seleccionado de básquet 3×3 (sexto puesto), mientras que Juana Giardini formó parte del equipo argentino de vóley (cuarto puesto).
En patín artístico, Matías Ovejero se lució en la prueba de Solo Dance (4° puesto en la tabla general), mientras que en gimnasia artística, Juana Azerman compitió en todas las modalidades: barras asimétricas, viga, suelo, salto, individual general y equipos.
Más allá de los resultados, todos ellos forman parte de una generación que tuvo el privilegio de vivir la intensidad de un Panamericano Junior, sumar roce internacional y proyectarse hacia lo que vendrá.