Feminismo, Islam y rebeldía

El feminismo islámico busca volver a la fuente original del islam y reivindicar el principio de igualdad. ¿Son compatibles el feminismo y la religión? ¿Se puede hablar de feminismos o es uno sólo? La especialista Paula Moro dio respuestas a estas preguntas.

Por Manuel Straccia

“Me parece más revolucionario que una mujer diga: ‘no tengo porqué renunciar a mi Dios, , si no que voy a cambiar las cosas desde adentro»’, afirmó Paula Moro, especialista en feminismo islámico, durante la entrevista con Bacap.

Moro es abogada, interesada en la diplomacia y estudiosa de temas relacionados con el género, la religión y la política internacional. En el último tiempo, se convirtió en una fuente de consulta sobre el feminismo islámico. A pesar de no profesar ninguna religión, comenzó a investigar. 

“Por ahí el sentirme tan ajena hace que termine pareciéndome interesante. El año pasado investigué sobre evangélicos, me interesa tratar de entender gente que se organiza alrededor de un credo y se comporta según lo que dicta un dogma religioso”, comentó.

Fenómeno revolucionario

-¿Feminismo y religión son compatibles?

– Si, totalmente. Por eso este tema me parece tan interesante. Mucha gente desde una primera manera lo plantea como algo que es incompatible. Incluso las feministas islámicas tienen que enfrentarse muchas veces a los discursos más hegemónicos del feminismo que plantean que la liberación es secular y no puede ir de la mano de un Dios o institución que se nos presenta tan opresora de la feminidad. Yo creo lo contrario, me parece más revolucionario que una mujer diga: ‘no tengo porqué renunciar a mi Dios, a mi fe, si no que voy a cambiarlo desde adentro’. Me parece más revolucionario hacer eso que irse porque te oprimen o limitan. Por eso este fenómeno es tan interesante, que estas mujeres se pongan a ver dónde está la raíz de la opresión, porque los que oprimen son los hombres que interpretaron la palabra de Dios

-¿Cuáles son los principales lineamientos del Feminismo Islámico? ¿Qué es lo que reivindica?

– El feminismo islámico es un movimiento que tiene como objetivo volver a la fuente original del islam, el Corán, y en esa vuelta de retomar las fuentes, se obtiene la información de que Dios habla a los hombres y las mujeres, reivindica el principio de igualdad. Lo que verdaderamente empiezan a denunciar como movimiento es que no era Dios quien estaba oprimiéndolas, sino este grupo de hombres que desde el siglo VII que empezó el islam interpretaron la palabra de Dios y a formar la Sharia (ley islámica) que ordena las conductas, las formas de organizarse de las sociedades y la jurisprudencia islámica. Son interpretaciones que te dicen cómo debes comportarte. Todas las interpretaciones habían sido hechas por hombres, conforme a que ellos eran dueños del conocimiento y decían cómo tenía que formarse la sociedad.

El inicio del movimiento y los tipos de feminismo

-¿Cuándo inició el movimiento y cómo ha crecido desde entonces? 

– El movimiento empieza a conformarse en la década del 90. En los últimos años ha habido varias protestas y logros. Por un lado, en 2011 cuando se dieron las revoluciones que conocemos como “primaveras árabes”, en todos los frentes de lucha en la calle estaban las mujeres a la par. En Túnez, que fue el país que arrancó más o menos con esto, se lograron muchas cosas. Hay que entender que el avance de las luchas es muy complejo y no es lo mismo lo que pasa en Túnez, que en Arabia Saudita, que por ejemplo en 2011 buscaban el derecho a manejar, que es algo básico que no podían hacer. Dependiendo del lugar se logran cosas distintas. Pero se han dado logros importantes que venían fogoneados por este grupo de mujeres del feminismo islámico.

-¿Se puede hablar de muchos feminismos o es uno solo con ramificaciones?

– A mi me gusta hablar de feminismos. Incluso que dentro del feminismo islámico es hablar de feminismos islámicos. Es muy complejo y diverso. No creo que haya un problema en decir que hay un feminismo con ramas, pero me parece más apropiado hablar de feminismos y entender que esas distinciones no hacen que ninguna sea mejor que otra ni haya que enfrentarse. Me parece bien hablar de feminismo indígena, de feminismo negro. No se tienen que oponer uno con otro.

-¿Cómo estamos en Argentina en cuanto a logros y avances en materia de derechos comparado con otros países?

– La lucha de las mujeres argentinas es de vanguardia. Lo trato de observar como un fenómeno en el mapa. Mismo en latinoamérica, la región en la que me gusta referirme porque hay algo que nos une, las mujeres argentinas se han organizado históricamente, pero en los últimos años con un impulso enorme. Incluso como colectivo se han parado ante cosas que no atravesaban estrictamente el género. Es entender la lucha feminista como algo mucho más. Por ejemplo, fueron las mujeres las que hicieron el primer paro a Macri cuando asumió como presidente. Los logros han sido muchos, pero queda un largo camino. Venimos muy golpeadas con el femicidio de Úrsula, pero las cosas en serio están cambiando, sobre todo en cómo reaccionan el colectivo y las mujeres en general. Me da mucha esperanza y orgullo ver a las mujeres argentinas.

. No fue magia: fue el movimiento feminista organizado