Alertan sobre una enfermedad que afecta la mácula, que se ubica cerca del centro de la retina en la parte posterior del ojo y sirve para distinguir las caras, los colores y ver los pequeños detalles de las cosas.
Una distorsión en líneas rectas, visión borrosa o la aparición de manchas oscuras en el centro de la visión pueden ser síntomas tempranos de Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE), una enfermedad degenerativa y crónica de la retina que afecta principalmente a personas mayores y que puede causar graves efectos sobre la visión.
“Las enfermedades que afectan la visión pueden ser devastadoras tanto para los pacientes como para sus familias. Los síntomas provocados por la DMRE causan un alto nivel de dependencia y fragilidad de los pacientes que la sufren, afectando directamente su calidad de vida”, indicó el médico oftalmólogo Patricio Schlottmann, especialista en retina.
La DMRE es una enfermedad que afecta particularmente la mácula, que se ubica cerca del centro de la retina en la parte posterior del ojo y sirve para distinguir las caras, los colores y ver los pequeños detalles de las cosas.
Según el Instituto Nacional de los Ojos de Estados Unidos, «aunque la degeneración macular relacionada con la edad puede presentarse en personas de mediana edad, los estudios indican que las personas mayores de 60 años corren mayor riesgo».
En efecto, según estudios internacionales el riesgo para las personas de mediana edad es de alrededor del 2 por ciento mientras que para las personas mayores de 75 años el riesgo aumenta a casi el 30 por ciento.
Además de la edad y la predisposición genética, otros factores de riesgo son el tabaquismo, la obesidad y la falta de ejercicio físico.
Síntomas
Algunos de los síntomas frecuentes de la DMRE son la distorsión, es decir que las líneas rectas pueden parecer onduladas o dobladas; visión borrosa o dificultad para leer o hacer cualquier otra actividad que requiera detalles en la visión central; manchas oscuras que aparecen en el centro de la visión; contraste reducido, necesidad de más iluminación, más sensibilidad al deslumbramiento, disminución de la visión nocturna y pobre sensibilidad al color.
Existen dos tipos de degeneración macular, normalmente conocidas como “seca” y “húmeda”.
La DMRE seca es la más usual ya que afecta al 85% de los pacientes con esta patología, donde parte de la retina se degenera implicando una pérdida lenta y gradual de visión. Aunque actualmente no existen tratamientos disponibles para revertir los efectos de la DMRE seca, los estudios demostraron que las vitaminas, minerales y antioxidantes pueden retardar su progresión.
El 15% restante padece lo que se conoce como DMRE húmeda (DMREh), una enfermedad ocular degenerativa y crónica que sin un tratamiento temprano provoca el deterioro rápido, progresivo e irreversible de la visión; en efecto, el 90% de la pérdida severa de la visión entre todos los pacientes con DMRE se debe a DMRE húmeda.
“Una retina sana es una retina seca. El diagnóstico y tratamiento temprano de la DMREh es la clave para prevenir un daño permanente e irreversible en la visión. La cuarentena provocada por la pandemia disminuyó las consultas médicas, por eso insistimos en retomar el contacto con su oftalmólogo de confianza para evaluar los síntomas y tratar adecuadamente esta enfermedad”, concluyó Schlottmann.