Mar del Plata alberga algunas historias de misterio y terror, aunque la mayoría solo quedan en mitos. ¿Te animás a conocer la historia del Unzué?
Por Manuel Straccia
Los latidos de su corazón comenzaron a acelerarse cuando oyó un chirrido distante. Iluminado simplemente con su celular, sin señal desde que ingresó a la antigua estructura ubicada en la costa de Mar del Plata, comenzó a avanzar. Sabía que no debía estar ahí, todos se lo habían advertido, pero su escepticismo no daba lugar a teorías fantasiosas. De la peor manera, descubrió que estaba equivocado. No estaba solo.
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El instituto Saturnino Unzué ha sido lugar de múltiples leyendas y mitos que hacen delirar la imaginación de los fanáticos de lo esotérico. Desde túneles que conectan con otros puntos de la ciudad, abortos clandestinos, llantos de bebés y monjas arrastrando cadenas. Pero, ¿qué es real y qué es ficción?
La historia del lugar se remonta al año 1910, cuando inició su construcción para ser destinado como un asilo para huérfanos. Su construcción tiene un estilo neobizantino y actualmente es considerado un Monumento Histórico Nacional.
Uno de los principales mitos que se generaron giran alrededor de una serie de túneles o de un único pasadizo. Ese tramo subterráneo conectaría al Unzué con la vivienda del Capellán, que había sido construida a unos metros del Instituto. Los más aventurados, incluso, decían que llevaba directamente hasta la capilla de Santa Cecilia.
Ese túnel sería utilizado por el capellán para mantener encuentros con monjas e incluso pupilas. Incluso, se habría usado para “ocultar” embarazos no deseados de personas de la alta sociedad de Mar del Plata.
Sin embargo, arquitectos y trabajadores de la construcción que han intervenido en el lugar desecharon esa posibilidad. Si han existido salones subterráneos que eran utilizados como talleres por el Instituto y luego clausurados.
Los ruidos durante la noche son uno de los fetiches más utilizados por los realizadores de historias terroríficas. Una caja musical, un llanto de bebé, una monja arrastrando las cadenas con las que había sido sometida son algunos de los mencionados que giran en torno al instituto ubicado en la costa marplatense.
Asimismo, trabajadores narraron que durante las mañanas, a la hora de ingresar, encuentran las oficinas revueltas. De tanto que ha sucedido, lo naturalizaron.
Lo totalmente comprobable es que el Unzué dejó de ser un hogar de tránsito en 1997. Actualmente se utiliza como un espacio de recreación de la Nación y funciona la sede local del ministerio nacional de Desarrollo Social. Asimismo, cuenta con un centro de testeos para casos de coronavirus.
Su estructura antigua y en algunas partes deteriorada da lugar a múltiples historias terroríficas, aunque también han surgido anécdotas positivas sobre las pupilas que han pasado y se llevaron un recuerdo positivo del lugar. Ante todo esto, ¿te atrevés a ingresar?