Amante del mar y las olas, se desempeña como guardavidas en la playa Acantilados sin descuidar su primera pasión: el surf. Actualmente, se prepara para el ISA World Surfing Games, el último Preolímpico que se desarrollará a finales de mayo en El Salvador.
Por Alejandra Bertolami
Ornella Pellizzari arrancó a surfear cuando tenía 11 años, según ella, una edad tardía para comenzar a practicar el deporte: “en todo el mundo arrancan ni bien comienzan a caminar, porque hay una cultura de surf mucho más impregnada que en nuestro país. Cuando arranqué eran muy pocas las chicas que surfeaban y muchas menos, las que competían. Siempre iban a la final directa y había sólo dos categorías: damas Open y menores” recuerda la deca-campeona argentina sobre sus comienzos.
Para cuando cumplió sus 13 años ya competía en ambas categorías, tanto en Open como en menores y empezó a ganar en ambas: “Ahí, empecé a correr con los hombres, en la categoría Junior y luego Open hombres”. Hoy en día, mantiene la misma ilusión que en sus comienzos, pero con una mente cada vez más consciente: elige el apoyo de marcas que se comprometan con el medio ambiente y de buenos valores, alza la voz para lograr la igualdad en el surf, no se fija tanto en las redes sociales y prioriza su estilo de vida como deportista, aunque eso le haya costado sponsors.
El Mundial y el cupo para Tokio
– ¿Qué te depara este año con respecto a viajes y campeonatos?
– Es un año inestable. Tenemos ese instinto, porque pensábamos que la pandemia iba a pasar, que íbamos a volver a la normalidad después de un año de encierro.
Si el mundo no se “cierra nuevamente”, a principios de abril estaré viajando a entrenar diez días con la selección argentina. Nos llevan a entrenar a El Salvador, que será el país y la playa donde se desarrollará el ISA World Surfing Games (Mundial), el último Preolímpico que entrega los cupos a los Juegos Olímpicos de Tokio..
El torneo será a finales de mayo o principios de junio y a nosotros nos llevan diez días a entrenar allá. Igualmente, me quedaré en el lugar hasta el torneo así me puedo familiarizar con la ola, conocer mejor la playa y acostumbrarme más al cambio de las mareas y el tipo de ola que pueda llegar a entrar. Es muy importante adaptarse y conocer la ola, escanearla como si fuese local.
– ¿Cómo te venís preparando para el ISA World Surfing Games?
– Me vengo preparando desde el 2019, tanto mental como físicamente, para este mundial.
El entrenamiento físico nunca para. La única vez que estuve dos meses sin surfear fue cuando inició la pandemia. Si bien seguí trabajando como guardavidas, no nos dejaban bajar a surfear y por respeto al resto, por más que estaba en la playa sola no lo hice. Ese fue el tiempo que más estuve sin entrenar.
Luego, nos dieron permiso desde la Secretaría de Deportes de la Nación al seleccionado argentino de surf y empezamos a entrenar todos los días. Este invierno fue increíble de olas, así que venimos desde mayo entrenando con el coach de la selección y cada uno por su parte. Además, me encuentro siempre probando tablas, ajustándolas y cambiando cosas. Es un trabajo muy fino que lleva mucho tiempo.
Conocer mares y adaptarse a las olas
– ¿Cómo es tu rutina de trabajo y entrenamiento?
– Entreno con el seleccionado argentino lo que es la parte del agua y además soy guardavidas, así que todos los días de 8 a 14 estoy en mi playa, Acantilados, que trabajo con mi hermana en el mismo puesto. Cuando termino, puedo entrenar ahí o ir a buscar otras olas. Trato de hacer también en el verano funcional. Si no es en el gimnasio, porque los horarios no me dan, lo hago en la playa o salgo a andar en bici o en skate. Me gusta vivir en el bosque, rodeada de árboles, con pocos vecinos y pocos ruidos, acostarme temprano y madrugar para buscar olas antes de ir temprano a trabajar. Cuidar mi cuerpo. Creo que eso es buena vida para mí.
– ¿Poder viajar es una característica necesaria si se quiere ser surfista profesional?
– Creo que todos los surfistas tenemos ese instinto de libertad, de viajar, de conocer diferentes culturas, de hablar distintos idiomas, de tener amigos por todo el mundo, de conocer otras playas y otras olas. El surf en tu playa no es siempre igual y creo que lo que hace a un surfista más sabio es haber corrido todo tipo de olas y eso quiere decir haber recorrido el mundo.
Si un surfista quiere ser profesional en el deporte, no se puede quedar con el único mar en donde nació. Tiene que conocer diferentes mares y adaptarse a las diferentes olas. El surfista que se adapta a todas las condiciones va a ser el que mejores resultados tenga.
– ¿Ser guardavidas te sumó conocimientos para leer el mar correctamente para luego surfear?
– Hay que saber leer el mar con la vista y después con la tabla desde adentro.
Pero mucho tiene que ver en el surf saber leer las condiciones del mar desde afuera para cuando al entrar no te pierdas con la corriente, con el viento, con las olas y con cómo puede variar la marea.
Mi padre era guardavidas y me inculcó mucho este tema. Me transfirió el estar siempre mirando el mar y ver cómo cambia, cómo están las corrientes y de qué forma la marea modifica. Muchos surfistas no logran escoger bien el lugar para entrar al mar y eso les resta tiempo en los campeonatos.
Medio ambiente, marcas y redes
– ¿Qué causas son las que actualmente te identifican o te interesa apoyar?
– Hoy en día, priorizo más que un buen número en un contrato el trabajar y elegir con qué marcas trabajar. Me interesa si apoyan el cuidado del medio ambiente o envían un buen mensaje a la sociedad, que tengan valores, códigos, que sean marcas sustentables o simplemente que la están luchando y hayan arrancado de cero como yo. Priorizo trabajar con marcas locales y así poder impulsar y crecer con una marca desde sus comienzos.
– ¿Pesan más los seguidores que los títulos para que una marca apoye a un deportista?
– El tema de las redes es una triste realidad porque el deporte pasó a un segundo plano y todo es en base a los números y estadísticas que tengas en redes.
Es ilógico y ridículo que, si alguien como yo que está más enfocada en mi día a día, en entrenar, en el cuidado de mi salud, de mis entrenamientos, de equiparme en tablas y de viajar, tenga que estar pendiente a cada detalle de subir historias constantemente, de vivir con el teléfono. Me parece que no va con el estilo de vida que tiene un deportista.
Está bien exponer un poco como es el deporte y como vive un surfista, pero ya que los resultados y el sacrificio no tengan valor y que muchas marcas se hayan inclinado a darle prioridad a los influencers sin ningún tipo de resultado deportivo, me parece de cuarta y es mucho lo que pasa. Yo vivo con ese constante conflicto de pedirle a una marca apoyo y que me digan que están orientados a otro perfil.