La planta se utiliza sobre todo en animales pequeños, mientras continúa la investigación de cómo incorporarla en especies más grandes.
Las experiencias de uso medicinal veterinario del cannabis recorren distintos lugares del país, donde se lo utiliza sobre todo en animales pequeños, mientras se sigue investigando cómo incorporarlo en especies más grandes.
La normativa «permitiría ir con una receta veterinaria a un lugar de confianza, certificado, y que tenga un aceite de cannabis con la cromatología, que es el estudio que se hace para saber la concentración de componentes químicos. Hoy hay mucho fraude, sobre todo en internet y también en ferias», explicó la médica veterinaria Paula Lezcano a la agencia Télam.
Lezcano hace años que estudia los beneficios de la planta en animales, y lo incorporó a su clínica en Neuquén, donde entre otros, tiene un consultorio terapéutico cannábico que dirige su colega Jose Massabo.
Allí lo utilizan en animales pequeños «pero no quiere decir que otros animales no se puedan ver favorecidos por la planta, por ejemplo caballos y aves, porque todos los animales presentan un sistema fisiológico que se llama sistema endocannabinoide que es el encargado de reconocer las partículas de la planta, al igual que los humanos».
El aceite cannábico es para tratar «epilepsia refractaria o dolores crónicos por enfermedades como artrosis, pico de loro, hernia de disco que son compresivas o degenerativas de las articulaciones, y aliviar los síntomas del cáncer, porque además estimula el apetito que pierden los animales cuando tienen esa enfermedad».
También desde Neuquén, el veterinario clínico Santiago Gomez Ciavolella, miembro de la ONG Cannvet Argentina (@CANNVET, en Facebook) que propicia la regulación del uso terapéutico de la planta en animales, destacó los efectos positivos que ve en sus pacientes.
«El animal no sabe que recibe una medicación nueva, entonces no hay efecto placebo; es muy corporal y sintomatológico el cambio que vemos», resaltó a Télam el profesional, que también focaliza esta terapia en mascotas para tratar dolores causados por distintas enfermedades y en casos de epilepsia.
Y valoró «la alianza necesaria, de investigación, de confianza entre veterinarios y cannabicultores».
Cannabis
Desde Buenos Aires, Patricia D’Urso, médica veterinaria, inmunooncóloga y etóloga, brindó más aportes, en base a su experiencia de casi 20 años con la planta.
Lo primero que aclaró en la charla con Télam es que hace un uso «experimental», precisamente por la falta de reglamentación, y que el aceite cannábico para sus pacientes «tiene certificación del Conicet».
El cannabis contiene más de 100 cannabinoides, entre ellos el THC (Tetrahidrocannabinol) y el CBD (Cannabidiol).
El THC «que se relaciona con lo placentero en general se usa en menos concentración en tinturas madres porque no se busca ese efecto, se busca el efecto antioxidante para dolores y tumores, porque está demostrado que desinflama esa masa, ese tumor», detalló la profesional.
«Se lo combina con el CBD, que tiene propiedades neurotrópicas que hacen sentir bienestar», añadió.
D’Urso incorpora el CBD «en pacientes fóbicos, que son los no pueden venir a la veterinaria, los gatos que se esconden, que tienen lesiones de autolamido, que son miedosos, que se automutilan. Reemplazo así los neurotrópicos».
La médica veterinaria definió estos tratamientos como «terapias gentiles, que requieren de poca cantidad de gotas. Como no hay protocolo específico, cada animal responde distinto».
Angustia
Al ser etóloga, es decir, especialista en comportamiento animal, ella tiene «más clara las características y voy adecuando los protocolos de uso de CBD y THC».
Además, incorporó otro elemento: la angustia de las personas del entorno del animal cuando la mascota está enferma.
«Es lo que sucede con un paciente oncológico, por ejemplo. Un pequeño animal carga con la angustia de todo su entorno. Los humanos emanamos feromonas de alarma que ellos identifican, que traban el tratamiento, estresan, entonces doy CBD para que el paciente no huela esa feromona», contó.
También destacó los buenos resultados del aceite en pacientes gerontes y con psicopatías.
En la Argentina, la ley 27.350, regula la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta cannabis y sus derivados en seres humanos.
Ahora, viene el proceso impulsado por profesionales de la veterinaria, organizaciones sociales y cannabicultores, para incluir también a los animales y regular el uso terapéutico en animales.
En la cuenta en Instagram de Veterinarios Cannábicos aparece, entre diversos testimonios, una mujer, quien presenta a Ona, su perra, y señala que «está con diagnóstico de un cáncer inicial en una de sus patas y desde que está con las gotitas no le cuesta levantarse».