Es uno de los tragos que más popularidad viene ganando en este último tiempo en el cual el consumo de gin creció más de un 30%.
El Gin Tonic se ha convertido en uno de los tragos que más popularidad viene ganando en este último tiempo. Tanto es así, que el consumo creció más de un 30% en el último año. Y, según IRI, se observa que han cambiado los momentos de consumo del Gin Tonic, pasando de ser una bebida elegida durante el ocio nocturno a una bebida que también se consume en otros momentos del día como, por ejemplo, durante el “after work”.
Una espirituosa guerrera
Creada en Holanda en el Siglo XVI por el médico físico Francis Sylviius de la Boe, la Ginebra nació como una bebida con fines medicinales. Este destilado pronto cayó en manos de los soldados holandeses que la utilizaban para ganar coraje en el campo de batalla durante la Guerra de los 30 años (1618-1648) y la compartieron con sus aliados ingleses. Los británicos, fascinados con esta bebida, la llevaron a Londres.
Más adelante, comenzaron las importaciones legales e ilegales de Ginebra, que llevan a la sociedad londinense a uno de sus mayores períodos de decadencia, la llamada «Gin Craze», en la que se estima que una de cada tres casas, producía esta pócima en tinas y urinales, agregándole ácido sulfúrico, huesos para perros, y trementina para estirar el producto.
De Ginebra a Gin
La historia del concepto se fue transmitiendo de generación en generación: en medio del caos e intoxicación, al cabo de dos copas la gente no llegaba a pronunciar la palabra “Ginebra” completa y ahí nació el “Gin”. La bebida se tomaba pura para quienes tenían la posibilidad de pagar por las copas, en cambio, quienes no tenían dinero suficiente, podían comprar trapos embebidos.
Ya en el año 1800, se implementó en Londres un sistema de licencias que tenían un costo elevado para combatir la producción ilegal de Gin, esto hizo que la producción cayera en manos de expertos y este suceso, junto con la aparición del alambique de destilación continua, marcaron el antes y el después en la elaboración de esta bebida. Luego se abrió la exportación y los bartenders del mundo tuvieron por primera vez acceso a esta bebida, En este período cerca del 80% de los cócteles registrados eran a base de Gin.
El Gin contra la malaria
El intercambio de productos, nuevas materias primas y la explotación de recursos en la Inglaterra colonial, trajeron también nuevas enfermedades para los colonos y soldados: entre ellas, la temida malaria.
En 1840, los británicos que vivían en la India usaban 700 toneladas anuales de corteza en polvo de quinina, un árbol que se usaba como antídoto contra la malaria y que tuvo su primera prueba en la condesa de Chinchón. Pero el sabor amargo de la quinina, exigía una actualización para poder hacer la medicina más tolerable y comenzaron, entonces, a agregarle azúcar y agua. Así nació la «Indian Tonic Water», una bebida refrescante y eficaz para combatir la epidemia.
Algo más que azúcar: nace el Gin Tonic
La bebida tónica necesitaba otro sabor más para combatir el amargo de la quinina. En ese momento, la Ginebra ya se consumía en Inglaterra y sumarla a la “Indian Tonic Water” fue la alternativa correcta para poder popularizar la medicina entre los soldados.
Pero a mediados del S.XVIII apareció una nueva versión de la tónica. Un agua carbonatada que contenía quinina y que se convirtió en un refresco tendencia en Inglaterra y ya acostumbrados a mezclarlo con agua y limón, y combinarlo con Ginebra, se transformó en la bebida nacional.
Así nació el Gin-Tonic, una medicina que se introdujo en las casas y bares ingleses como aperitivo o en la sobremesa.
«Lo que define la calidad del gin definitivamente son los insumos con los que se elabora, como así también sus procesos de producción y destilación. Pero obviamente no basta con tener los mejores ingredientes, ni alambiques para su destilación, sino que también, la mayor responsabilidad está depositada en las y los Maestras o Maestros destiladores de gin, ya que la calidad del producto va a ser resultado también de la intuición, corazón y sentidos desarrollados de quienes lo elaboran», destaca Victoria Etchaide, Brand Ambassador de Beefeater para Argentina.
«Son ellos -continúa- quienes seleccionan los mejores ingredientes, quienes día a día testean los botánicos rompiendo las bayas de enebro en sus manos, utilizando los sentidos del olfato, gusto, tacto y visión para entender si los ingredientes que van a utilizar tienen el potencial que el producto requiere».
Recetas
La bartender y experta en coctelería, Victoria Etchaide recomienda cuatro recetas para reversionar el clásico Gin Tonic y celebrarlo en su día.
Beefeater Gin Tonic: llenar un vaso o copón con mucho hielo, sumar una parte de Beefeater London Dry Gin y 3 de tónica. Completa tu cóctel con una rodaja de naranja y otra de limón. ¡Listo para disfrutar!
Monkey 47 & Tonic: llenar un vaso de trago largo con hielo en cubos o una barra de hielo. Servir 1 parte (60ml) Monkey 47 Schwarzwald Dry Gin y completar 3 partes (180 ml) agua tónica premium. Remover suavemente para integrar. Decorar con un garnish de piel de pomelo.
Beefeater Pink Tonic: para prepararlo necesitamos un copón con mucho hielo, una parte de Beefeater Pink y tres partes de agua tónica. Recordá colocar hielo al tope y mezclar para que el contenido quede bien frío. Por último, decorar con frutillas frescas y penacho de albahaca y menta.
Gin Tonic: en una copa balón se debe agregar una parte de Brighton Gin, hielo al tope y tres partes de tónica. Para decorar recomendamos usar una rodaja de limón, aunque cualquier cítrico resalta las notas del trago. y ¿por qué no? animarse a jugar con hierbas aromáticas que le dan un aroma y un sabor intenso.