El 70 % de las muertes súbitas en Argentina se producen fuera del ámbito hospitalario. En ese marco, Fernanda Ferro, referente de Fundación Desfibrilar, explica por qué es necesario que la comunidad esté capacitada en la técnica de RCP y que haya espacios cardioprotegidos.
Por Agustín Casa
La comunidad tiene un papel importante ante episodios de paro cardiorespiratorio. Cuando se identifica que una persona se encuentra en esta situación fuera de un hospital se debe llamar a emergencias (107) y realizar reanimación cardiopulmonar (RCP) de inmediato.
En nuestro país, se producen unas 40.000 muertes súbitas al año, según la Fundación Cardiológica Argentina. Del total de esas muertes, el 70 % ocurren fuera del ámbito hospitalario, es decir, en espacios de la vida cotidiana como lugares de trabajo, escuelas, hogares, clubes, vía pública, entre otros.
Por ello, es central que la comunidad en general tenga conocimiento sobre cómo actuar en este tipo de situaciones. Y allí radica el valor de saber realizar la técnica de RCP y usar desfibrilador mientras se espera la llegada de una ambulancia.
“Si la persona no responde y no respira, significa que está en paro cardiorespiratorio y hay que iniciar reanimación cardiopulmonar, independientemente de la causa que llevó a la persona a tener ese paro”, señala a Bacap Fernanda Ferro, instructora internacional de RCP, uso de Desfibrilador Externo Automático (DEA) y primeros auxilios, y referente de Fundación Desfibrilar de Mar del Plata.
En esta línea, Ferro destaca que es clave que la población esté preparada en la técnica de RCP porque “la detección temprana de una persona en paro hace que se inicie de inmediato la reanimación cardiopulmonar y, de esa manera, estamos manteniendo oxigenado el cerebro para evitar el daño neurológico irreversible”.
¿Qué es la reanimación cardiopulmonar? “Es una técnica que se utiliza en personas que están sufriendo un paro cardiorespiratorio. Es una técnica combinada de compresiones torácicas y ventilaciones. Las compresiones torácicas lo que hacen es cumplir de manera manual la función de bomba que el corazón ya dejó de hacer porque se detuvo”, explica la instructora de RCP y uso de DEA.
“En cada compresión torácica, se hunde el pecho de la víctima –continúa–. En adultos, son aproximadamente cinco centímetros. Al hundir el pecho de la víctima, se comprime el corazón entre el esternón y las vértebras. Y al presionar el corazón, se ayuda a que el corazón eyecte esa sangre con oxígeno y, de esa manera, estamos manteniendo oxigenado el cerebro”.
En este punto, la integrante de Fundación Desfibrilar remarca: “Una vez que la persona sufre un paro cardíaco súbito, el cerebro deja de recibir oxígeno. Y aproximadamente a los cuatro o cinco minutos, el daño cerebral que se produce por la falta de oxígeno es irreversible. Por eso es tan importante la detección temprana de la persona en paro y el inicio de RCP de inmediato, para mantener oxigenado el cerebro”.
Ferro subraya que casi el 70 % de estas muertes súbitas en adultos se producen a causa de una arritmia llamada fibrilación ventricular. ¿Qué sucede con una fibrilación ventricular? “Hace que el corazón deje de cumplir esa función de bomba y empieza como a temblar. Ese temblor que genera el corazón, produce contracciones musculares ineficaces. Entonces, el corazón deja de cumplir la función de bomba y al cerebro le deja de llegar sangre con oxígeno, porque el corazón está temblando, no está bombeando sangre”, detalla.
Además, afirma que “la fibrilación ventricular no distingue edad, sexo, ni clase social” y que “esta muerte súbita nos puede ocurrir a cualquiera de nosotros en cualquier momento de nuestra vida, incluso a una persona sin una patología cardíaca previa”.
La importancia de la técnica de RCP y el DEA
Ante un caso de fibrilación ventricular, el único tratamiento efectivo es la desfibrilación, una descarga eléctrica que se emite a través de un Desfibrilador Externo Automático (DEA), un aparato portátil de tamaño pequeño y liviano, y que puede ser utilizado por cualquier persona.
“Esa potente descarga eléctrica atraviesa el corazón y, al atravesarlo, corta el ritmo desfibrilable, detiene la fibrilación ventricular, paraliza el corazón, detiene ese temblor. Y eso ayuda a que el corazón se reprograme y empiece a latir de manera rítmica otra vez”, cuenta la representante de la fundación.
Y agrega: “El DEA da una descarga eléctrica e inmediatamente hay que iniciar RCP. Cada dos minutos, el DEA vuelve a analizar el ritmo cardíaco de la víctima y si sigue detectando la fibrilación ventricular, vuelve a dar una nueva descarga y luego iniciamos dos minutos de RCP otra vez”.
Desde la Fundación Cardiológica Argentina afirman que “aplicar RCP y desfibrilación dentro de los tres primeros minutos de ocurrido el evento, aumenta las posibilidades de llegar con vida a un hospital en un 79 %”.
“Al iniciar RCP, nos aseguramos que el cerebro se está manteniendo oxigenado. Y cuando llega el DEA, se le da la descarga eléctrica y de esa manera prácticamente nos aseguramos de que el corazón vuelva a latir de manera rítmica otra vez. Es una segunda oportunidad de vida para la persona”, sostiene Ferro.
Al mismo tiempo, marca que en los espacios cardioprotegidos siempre que una persona tenga un paro cardiorespiratorio, se va a realizar RCP y se va utilizar el desfibrilador.
“La persona que inicia RCP no sabe en qué estado se encuentra ese corazón o qué está sucediendo con ese corazón. Entonces, a toda persona que está en paro cardiorespiratorio, se le inicia RCP y se coloca el DEA. El DEA analiza el ritmo cardíaco de la víctima. Si detecta la fibrilación ventricular o la taquicardia ventricular, que son las dos principales causas de muerte súbita en adultos, va a recomendar la descarga eléctrica. Pero si el DEA no detecta ninguna de estas dos arritmias mortales, puede pasar que la persona ya se recuperó o que está en asistolia. Si está en asistolia, el DEA indica dos minutos de RCP”, describe.
¿Por qué es tan importante el uso del DEA y que haya espacios cardioprotegidos? “Porque pasados alrededor de 10 minutos, la chance de sobrevida de esa persona sin desfibrilar es casi nula. Solo pasados 10 minutos. Por cada minuto que la persona pasa sin ser desfibrilada, disminuye un 10 % la chance de sobrevida de esa persona”, advierte Ferro.
De ahí la necesidad de generar conciencia y fomentar espacios cardioportegidos en la ciudad. El espacio cardioprotegido requiere la colocación de un DEA en un gabinete, con su correspondiente sirena, y al alcance de las personas, que la institución cuente con personal capacitado para su utilización, que el lugar presente carteles que indiquen dónde se encuentra el DEA y una lista de control que debe revisarse mensualmente para chequear que todo esté en condiciones para ser usado en una emergencia.
“En Mar del Plata, por ejemplo, hay varios clubes o instituciones que cuentan con un DEA pero lo tienen guardado bajo llave, con parches vencidos o baterías vencidas, y no lo saben usar. Tener un desfibrilador no es ser un espacio cardioprotegido”, apunta la instructora de Fundación Desfibrilar.
Asimismo, sobre los espacios cardioprotegidos en la ciudad resalta: “Falta mucho todavía. Hay solamente cuatro escuelas cardioprotegidas en Mar del Plata. Hay un solo club de rugby y dos de fútbol. Y a partir de ahí, hay pocos lugares”.
Argentina cuenta con la Ley 27.159, sancionada y promulgada en 2015, cuyo objeto es “regular un sistema de prevención integral de eventos por muerte súbita en espacios públicos y privados de acceso público a fin de reducir la morbimortalidad súbita de origen cardiovascular”. Sin embargo, la misma todavía no tiene reglamentación. En tanto, también desde 2015 el partido de General Pueyrredón tiene la Ordenanza 22.562, la cual fue reglamentada en 2018.
La ordenanza establece que los locales, espacios y eventos de concurrencia masiva deben tener un plan de respuesta a emergencias que incluya personas capacitadas en RCP y que cuenten con un DEA, como requisito para su habilitación y funcionamiento.
Generar espacios cardioprotegidos en Mar del Plata
Fundación Desfibrilar es una entidad sin fines de lucro fundada en Mar del Plata en 2014. El objetivo de la institución es generar una mayor cantidad de espacios cardioprotegidos en la ciudad. Para ello, brindan asesoramiento a empresas e instituciones para la creación de espacios cardioprotegidos y llevan adelante la colocación de los equipos y la capacitación del personal. De esta manera, se busca reducir la mortalidad a causa de un evento cardiovascular.
A la vez, desde la fundación realizan capacitaciones dirigidas a instituciones y a la comunidad en general en las que enseñan la técnica de RCP, la colocación y utilización del Desfibrilador Externo Automático (DEA) y primeros auxilios.
“Tener la mayor cantidad de gente preparada en RCP, y la mayor cantidad de espacios cardioprotegidos, es la única manera de reducir la mortalidad por un evento cardiovascular”, concluye Ferro.