El enólogo participará de una serie de presentaciones durante su estadía en la ciudad, entre ellas dos cenas, una degustación y una cata.
Por Hugo Palavecino
Walter Bressia es un viejo conocido de los marplatenses. El enólogo mendocino ha estado en la ciudad en varias ocasiones, presentando sus vinos, participando de ferias y de charlas, siempre con la amabilidad que lo caracteriza. En esta ocasión llega invitado por Mercados Regionales con una agenda de actividades que incluyen cenas, degustaciones y una cata guiada, entre este miércoles 25 y el viernes 27.
Hijo de un tonelero y nieto de un siciliano viñatero dedicado al desmonte y nivelación de tierras, Bressia fue uno de los protagonistas esenciales de la transformación de la industria del vino a fines del siglo pasado en Argentina.
Tiene una larga trayectoria en el mundo del vino que comenzó de joven en Boero, Napoli y Cía, y continuó en Nieto Senetiner junto a Adriano Senetiner, otro histórico del mundo del vino y con quien fundó Viniterra.
En 2001 hizo realidad su sueño de la bodega propia y abrió las puertas de Bressia Casa de Vinos, un emprendimiento familiar junto a su mujer Marita y sus cuatro hijos, Walter, Álvaro, Antonella y Marita, y que en la actualidad suma a su yerno Matías.
«Viajar me dió la posibilidad de ver que el modelo de bodega familiar era un éxito en el mundo», contó tiempo atrás durante la presentación del Grand Blanc 2019, una de sus grandes etiquetas.
«Soy un convencido -continuó- de que los vinos de alta gama son productos de proyectos pequeños y con precios diferenciados. Así como el terroir es el futuro del vino, es la diferenciación, la originalidad y lo que define al vino de un lugar u otro».
En la actualidad, también está al frente de un nuevo emprendimiento vitivinícola de grandes vinos de altura en La Quebrada de Humahuaca, Jujuy.
Las vinos de Bressia
La bodega de Walter Bressia cuenta con un amplio portfolio de grandes vinos, entre blends y varietales, no falta el espumoso de alta gama y, fiel a las raíces italianas, una grappa.
Entre las etiquetas se destaca Monteagrelo, la línea de varietales que incluye Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah y Chardonnay.
Uno que brilla con luz propia y se ha convertido en un clásico de los amantes de los buenos vinos blancos es Lágrima Canela, un elegante «assemblage» de aromas frescos y florales, con buen cuerpo y gran untuosidad.
Y si de clásicos hablamos, los amantes del Pinot Noir seguro tienen entre sus favoritos al Piel Negra, de un tono intenso y una amplia paleta de aromas, además de tener un largo y elegante final en boca.
Assemblages y vinos únicos
Luego aparece el tinto que inició la era de los «assemblages»: Profundo. Elaborado con distintas proporciones de Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. De esos vinos que se mantienen por largo tiempo en la memoria.
Continuando con la línea de los «assemblages» aparece el Grand Blanc 2019. Elaborado con uvas de Finca Marita Teresa, en Agrelo, se trata un blanco de montaña inspirado en la región francesa de Chablis pero con un carácter argentino y del que solo se elaboraron 3967 botellas.
Del Alma es un corte de Merlot (85%) y Cabernet Franc (15%), que en boca se muestra voluminoso, estructurado y con un buen balance tánico.
Conjuro es un blend elaborado con Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot de viñedos ubicado en el Valle de Tupungato, criado durante 18 meses en barricas nuevas de roble francés y americano, y guardado en botellas durante 24 meses. De aroma elegante y un final largo y untuoso.
Una de las joyas de la bodega es, sin duda, Última Hoja. En nariz se destaca por la presencia de frutos rojos y negros maduros, chocolate y café. En boca es robusto, elegante, de un largo y memorable final.
Por último, está Saro, un blend secreto y del que solo salieron a la venta 3 mil botellas. Walter Bressia lo cuenta: «Es una línea de cortes muy especiales y queridos porque se trata de un sentido y profundo recuerdo de mi padre, Saro Bressia. Es una línea de vinos que únicamente elaboraremos en cosechas de excepción y sólo cuando el potencial de expresividad de las selectas uvas se destaque ampliamente del resto. Cada corte es muy especial y distinto con cada añada lo que hace que cada partida sea aún más excepcional e imperdible».
Cena en el Costa Galana
Las actividades de Bressia en Mar del Plata comenzarán con una cena a realizarse el miércoles 25 en el restaurante La Bourgogne del Hotel Costa Galana. El menú elegido: Amuse bouche, Tartar de vieiras, manzana y pompa de perejil; Entrada, Langostinos y mejillones ahumados, terciopelo de coliflor y almendra; Principal, Quijada de ternera braseada con base de malbec y notas de enebro, aligot de Atuel, echalote confitados y polvo de olivas ó Pesca del día especiada cocida en arcilla, tartelette de perlas vegetales, salsa bearnesa al malbec y remolachas asadas; Postre, Mousse de chocolate semiamargo y frambuesas.
Los vinos elegidos para la cena son Lágrima Canela, Piel Negra, Conjuro y Última Hoja junto al espumoso Royale.
Cata y cena en Cava Federal
Un día más tarde, el enólogo mendocino tendrá una extensa agenda en Cava Federal. A las 18.45 guiará una degustación que incluirá Monteagrelo Malbec, Lágrima Canela, Piel Negra y Profundo. En tanto que a las 21 ofrecerá una cena que acompañará con los vinos Lágrima Canela, Piel Negra, Profundo, Conjuro y Royale.
Experiencia en La Gran Mentira
El viernes 27, Bressia será el invitado especial de La Gran Mentira, un espacio de cata de vinos a puertas cerradas «en algún lugar de Mar del Plata» -como suelen decir sus organizadores- y estará acompañado por la sommelier Estefanía Rodríguez.
La experiencia se completará con sushi, cazuela (con opciones vegetarianas y celíacas), brusquetas y empanadas.
El costo por persona es de 2.500 pesos. Los lugares son limitados y se pueden reservar en @lagranmentiramdq ó por transferencia bancaria al alias Lula.villarino