La violencia y el acoso son una amenaza para la igualdad de oportunidades, y son inaceptables e incompatibles con el trabajo decente.
Por Género e Innovación Consultora
El proceso de cambio y modernización global de los diferentes sectores económicos exige de su capital humano un importante esfuerzo de innovar con el fin de hacer frente a las necesidades y demandas del mercado, cuya característica fundamental es su constante transformación.
En este contexto, emerge una nueva gestión de la empresa donde su capital humano se configura como activo principal y donde el principio de igualdad de oportunidades se convierte en eje conductor y se introduce como principio básico de la cultura de la empresa.
Las nuevas tendencias en materia de gestión de capital humano y de organización empresarial introducen como elementos fundamentales, entre otros, la formación continua, la motivación, el desarrollo de un buen clima laboral como así también la conciliación de la vida familiar y laboral.
La incorporación de las mujeres y las disidencias al mercado laboral supone un reto para las empresas, implicando un nuevo enfoque de las políticas de cada organización. Pese a los avances siguen existiendo desafíos, siendo de vital importancia el trabajo sobre la normativa existente tanto dentro como fuera de las empresas.
Cambio del managment empresarial
Actualmente, en virtud de compromisos asumidos entre el sector público y privado ha surgido un cambio del managment empresarial construyéndose un nuevo paradigma hacia la transversalización de la perspectiva de género en el campo organizacional.
Este nuevo camino invita a trabajar en planes de acción hacia la configuración de organizaciones justas, inclusivas y equitativas. Así, la perspectiva de género en las empresas se circunscribe en el marco de responsabilidad social empresaria y como estándar de calidad y la excelencia.
Promover el bienestar laboral
Por otro lado, el preámbulo del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por nuestra Ley Nacional Nº 27.580, reconoce el derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso, incluidos la violencia y el acoso por razón de género. Además, dispone que la violencia y el acoso en el mundo del trabajo pueden constituir una violación o un abuso de los derechos humanos.
Asimismo el citado Convenio reconoce que la violencia y el acoso son una amenaza para la igualdad de oportunidades, y son inaceptables e incompatibles con el trabajo decente. En este contexto es de destacar la importancia de desarrollar planes de acción en las organizaciones que promuevan el bienestar laboral bajo una lógica de prevención de la violencia y acoso laboral.
Por este motivo, el sector empresarial e institucional debe adecuarse a los cambios sociales de los tiempos actuales que se han plasmado en la normativa vigente, donde se inscriben las tendencias de unidad, desarrollo integral y humanismo.
Como sociedad debemos ser conscientes de la importancia de transformar culturalmente las organizaciones hacia la igualdad de trato de forma planificada y sistemática, a través de la difusión de buenas prácticas y experiencias en pos de construir un mundo libre de violencia, sostenible y equitativo.