Un grupo científico del CONICET y la UNMDP junto a emprendedoras en biocosmética buscan generar cremas con acción antioxidante mediante la extracción de principios activos presentes en subproductos de la industria de bebidas fermentadas de Mar del Plata.
Por Agustín Casa
Un equipo científico marplatense y emprendedoras locales llevan adelante una iniciativa que propone la reutilización de subproductos de la industria cervecera para el desarrollo de cosméticos naturales con acción antioxidante.
El proyecto, llamado “Cosmética antioxidante a partir de subproductos de la industria de bebidas fermentadas”, es llevado adelante de manera colaborativa por el grupo de investigación de Bioquímica Vegetal del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB), del CONICET y la UNMDP, y el emprendimiento de biocosmética “Pachamanas”.
La propuesta busca generar cosméticos naturales a partir de la extracción de principios activos presentes en la biomasa proveniente de subproductos de la industria de bebidas a base de fermentos de Mar del Plata, como la cerveza. De esta manera, plantean un esquema de economía circular.
Una alternativa saludable
Pero ¿a qué hace referencia el concepto cosmética natural? “La cosmética natural propone una alternativa saludable para nuestro organismo y, al mismo tiempo, el respeto y cuidado del ambiente”, cuentan a Bacap Gabriela Guevara (doctora en Ciencias Biológicas, investigadora del CONICET y directora del grupo de Bioquímica Vegetal del IIB) y Anelisa González (doctora en Biología Molecular y Biotecnología y una de las impulsoras de “Pachamanas”).
En esta línea, las referentes del proyecto detallan: “La producción de cosmética natural se realiza con derivados puros de plantas que tienen mayor concentración de principios activos y evita ingredientes de relleno como conservantes, colorantes, aromas sintéticos, etc., que suelen producir alergias o reacciones cutáneas y diferentes efectos perjudiciales sobre el sistema endócrino e inmunológico. Por esa razón, la cosmética natural es más tolerante sobre las pieles en general y disminuye el riesgo de alergias”.
Asimismo, Guevara y González destacan que la propuesta presenta un sistema de producción verde “ya que no utiliza compuestos derivados del petróleo, no es testeado en animales y tiene residuos biodegradables, lo que propone una relación más amigable con el ambiente, en equilibrio con el ecosistema y con mayor consciencia del impacto ambiental que generamos”.
En la actualidad, el proyecto se encuentra en la etapa de desarrollo de prototipos a escala de laboratorio. En este sentido, sus impulsoras aclaran que la iniciativa “aún no contempla el proceso de fabricación ni de comercialización de los productos”.
Si bien en primera instancia trabajan con subproductos de la industria cervecera, también tienen planificado utilizar biomasa proveniente de subproductos de la elaboración de otras bebidas fermentadas.
“Se pueden producir una amplia variedad de cosméticos. Por el momento nos hemos enfocado a cremas debido a que estamos evaluando la estabilidad de los antioxidantes obtenidos en las diferentes matrices”, comentan.
Fortalece una red de cadenas de valor
En paralelo, las referentes del proyecto sostienen que este tipo de iniciativas facilitan la concreción de emprendimientos de triple impacto. “Creemos que este producto, y sobre todo esta forma de producción, fortalece una red de cadenas de valor interconectadas entre las actividades de los productores de bebidas fermentadas, productores de cosmética natural y consumidores de la misma región, que promueven un modelo de negocio de triple impacto con soluciones sustentables más amplias e interdisciplinarias entre los sectores”, describen.
En tanto, resaltan el impacto positivo del proyecto en materia ambiental. Por un lado, aportaría en la reducción de la biomasa de subproductos de la industria de bebidas fermentadas, en su potencial reinserción en el sistema productivo y en un menor gasto energético en la disposición de esos residuos. Y agregan: “El desafío de la elaboración de un producto de cosmética natural le otorga a dicho desarrollo un valor ambiental agregado, ya que son ampliamente considerados más seguros para los consumidores finales y más amigables con la naturaleza”.
Reconocimiento y capacitación
Este año el proyecto fue elegido en el marco del Programa Élitros del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCyT). Esta convocatoria tiene como propósito generar transferencia de conocimientos y la creación de nuevas empresas de base tecnológica.
En este marco, el equipo marplatense participará de capacitaciones, talleres y mesas de orientación sobre planes de negocios, propiedad intelectual, comunicación efectiva, vinculación tecnológica, financiamiento público y privado, y aspectos regulatorios. Además, asistirán al Taller de Desarrollo del Comportamiento Emprendedor, dictado por la Fundación Empretec.
El proyecto también está integrado por los licenciados en Ciencias Biológicas Maximiliano Villegas y Johana Silva, el estudiante de la carrera de bioquímica Nazareno Gómez, como parte del grupo de Bioquímica Vegetal del IIB, y por la licenciada en Terapia Ocupacional Amaya González del emprendimiento “Pachamanas”.