Por Malena Peña
Florencia tiene 22 años, vive en Mar del Plata, y gracias al Certamen de Novela Romántica Lidia María Riba, organizado por la editorial VR Editoras, publicó este año su primera novela “Otra mujer” que fue la segunda mención en dicho concurso.
VeRa: una mujer que cree en el amor puede cambiar el mundo
El 14 de febrero del 2019 el nuevo sello de novela romántica vió la luz, y a partir de ese momento mes a mes publican novelas del género que son esperadas con mucha ansia y emoción por las y los lectores. Cuenta con un variado catálogo nacional e internacional de autores, entre los que se destacan la marplatense Laura G. Miranda, Anabella Franco, Elena Armas, Patricia Suárez, Christina Lauren, Esther Sanz y Magda Tagtachian, y muchos otros.
En 2021 lanzaron la primera edición del Certamen Literario de Novela Romántica – VeRa. Premio Lidia María Riba, bajo la premisa de que buscaban publicar historias transformadoras a través de libros que hacen bien.
En la edición 2022 la primera mención se la llevó “Un destino llamado puerto” de Magalí Escandell, y la segunda mención fue el libro de Florencia Alvarez. El jurado estuvo compuesto por tres grandes autoras: Cristina Bajo, Viviana Rivero y Patricia Suárez.
El amor es siempre la respuesta.
Sobre el libro
Después de una sobredosis que casi la mata, Emilia despierta en un centro de rehabilitación. Tiene 25 años, se lleva mal con su madre, ahuyentó al amor de su vida y está enojada con el mundo.
Por otro lado está Belén, que se dedica en cuerpo y alma a su profesión. Es psicóloga, tiene 38 años, carga con un divorcio que todavía lamenta, y se encierra en sí misma para no sufrir. Cuando se encuentren, algo cambiará para siempre en la vida de estas dos mujeres, a las que las une un lazo misterioso. El primer encuentro es algo áspero. Emilia no colabora en la terapia grupal que reúne a varios jóvenes en rehabilitación. Pero Belén no se da por vencida y le hace un regalo: un cuaderno donde pueda contar su historia y sus pensamientos, hasta que venza la resistencia de hablar en sesión. Cada una, a partir de las conversaciones que mantienen, irá repensando su propia historia, la relación con los padres y, sobre todo, el amor.
Gracias a ese lazo que las une, Belén y Emilia se abren, se animan a expresar los sentimientos y a mostrarlos. Cada una a su tiempo, retomarán el contacto con el amor que perdieron.
Conociendo a Flor Alvarez
– ¿Cómo y cuándo surgió la idea de «Otra mujer»?
– “Otra mujer” surgió como un juego. Ni en mis sueños más locos me hubiera imaginado como autora. Jamás había escrito ficción, pero con el pasar del tiempo, entre el cual escribí esta novela y hoy, me di cuenta de que las ideas te toman por sorpresa. Una noche, en febrero de 2021, surgió una frase, textualmente la primera oración de la novela. El principio de la oración era el comienzo de un escrito reflexivo, esas típicas ideas que se te ocurren a la madrugada cuando no podés dormir. Pensaba, justamente, en el paso del tiempo.
Me acuerdo que reflexionaba sobre esta idea de que el tiempo sucede sin inmutarse, mientras nuestras vidas corren con él, y en ese transcurrir de días y noches no nos damos cuenta, hasta que ocurre algo que hace que nos paremos a reflexionar. A mi, en particular, en ese momento no me había pasado nada, pero, sin saberlo, comenzaba a pasar algo. Mi cabeza encontró un nombre: Emilia. Y eso que empezó como una simple oración, se convirtió en un párrafo. Creo que muchas escritoras de mi generación le debemos mucho a Wattpad y a los fan fics, porque fueron ellos los que, hace ya más de 10 años, me unieron a mi mejor amiga. Compartí con ella ese primer capítulo y, con miedo, porque Belén es una persona muy crítica, le pregunté qué le parecía. Ella quería ver cómo se desarrollaba esa historia y yo quería contarla.
La novela, que en ese entonces se titulaba “Nuevos comienzos” empezó a tomar forma y me descubrí con ganas de hacer algo distinto. Venía de un bloqueo lector grande y entendí que era porque venía leyendo muchas novelas en las que no me encontraba. Entonces, pensé: “Tengo la capacidad de hacer que una historia vuelva a atraparme y mi herramienta es hacerla a mi medida”. Escribí todo aquello que me encantaba leer, y lo que no había visto tanto. Me permití crear.
– Como estudiante de psicología, ¿tus conocimientos te sirvieron a la hora de crear los perfiles de las protagonistas?
– No podría responderte con certeza porque todavía me queda mucho para aprender. Sí tengo que admitir que investigué mucho sobre los temas que toca este libro, veía todo el contenido de la facultad desde otra mirada. Quizás, haya errores y me permito tenerlos porque el camino dentro de la psicología es muy largo y yo no conozco ni la mitad de todo el contenido que hay en ella. Mi sueño siempre fue tratar con pacientes con consumo problemático y por eso elegí ese tema para que sea el eje de mi libro.
Hay una realidad dentro de la literatura que es que uno busca despejarse cuando se sienta a leer, alejarse de los problemas del día a día. Pero, al mismo tiempo, me parece que se puede ofrecer una historia que te saque de los conflictos pero que, mientras tanto, te esté presentando uno. El consumo problemático fue un tabú durante mucho tiempo y, dentro de la literatura romántica, era algo ligado a los personajes masculinos.
Hoy en día, creo que comenzaron a desdibujarse las características inherentes a un género y me parece espectacular. Me encanta leer a mujeres reales, que sufren todo lo que puede sufrir cualquier persona, independientemente de su género, y eso era lo que yo buscaba. La literatura me parece el lugar perfecto para que los tabúes dejen de serlo, especialmente en lo que a mujeres se refiere. Siento que nos da la libertad de expresar lo que queramos, siempre y cuando sea desde el respeto y eso es algo que quiero destacar, porque soy consciente de que puedo tener errores al meterme en los zapatos de una psicóloga cuando todavía me queda mucha carrera por descubrir, pero siempre lo hice con todo el respeto que la profesión se merece.
La construcción de los personajes siempre fue desde su salud mental, y utilice muchos de los recursos que la carrera me dio, e incluso tengo la certeza de que lo voy a seguir haciendo. Pero, con respecto a la pregunta, creo que los arme más con lo que investigue en el transcurso de la escritura que con los conocimientos previos. Considero que crear un personaje desde la psicología ayuda a que sea más fácil. Pensar el perfil psicológico ayuda mucho a la hora de hacerlos creíbles, especialmente en una época donde todos comenzamos a ser más conscientes sobre la salud mental y, al poner estos temas sobre la mesa, me siento parte de este cambio de paradigma que se está gestando sobre la validación de la salud mental y eso me llena de orgullo.
– ¿Cómo fue participar en el concurso de VeRa?
– Desde ya, lo primero que me gustaría decirle a todo aquel que esté leyendo es que el certamen Lidia María Riba se va a volver a realizar el año que viene e invito a todos los que disfruten de la escritura a participar, porque el certamen es un sueño.
Una vez le dije a Marcela Aguilar, directora de la editorial, que el certamen se trató de sueños cumplidos. Y voy a repetir esa frase hasta el cansancio porque nada podría definirlo mejor. Compartí la final del certamen con nueve personas maravillosas e ilusionadas y eso es increíble en sí mismo. En mi caso nunca me había perfilado como escritora, estaba lejos de ser algo con lo que soñara, pero no por falta de ganas, sino porque a veces hay sueños que son tan grandes que a uno le dan un poco de miedo.
Yo me encontré con el certamen cuando recién comenzaba a escribir “Otra mujer”. En ese momento, mi meta no era ganar. Mi único objetivo era, por primera vez, terminar una novela. Además, el jurado finalista estaba compuesto por tres increíbles autoras que eran Viviana Rivero, Patricia Suárez y Cristina Bajo. Por lo tanto, mi sueño se limitaba a que ellas leyeran mi historia. Si podía llegar hasta ahí, yo ya estaba satisfecha.
Efectivamente logré terminarlo con el tiempo en contra y lo envíe. Todavía recuerdo que apague la computadora apenas se había enviado y le dije a mis papas: “Ya está, lo hice y no quiero que se hable más del tema”. Me río mientras cuento esto porque tenía tan poca confianza que me daba pánico ilusionarme. El día que me llamaron yo ya había perdido cualquier esperanza porque el certamen tuvo tal transparencia, que nunca se supo nada, no se filtró ningún nombre hasta el día de las llamadas.
Una anécdota que siempre cuento es que, como le pasara a muchos marplatenses, no solía atender llamados desde Buenos Aires porque, la mayoría de las veces, eran spam. Así que rechace las dos primeras llamadas de la editorial. Me enviaron un whatsapp diciéndome que eran de la editorial y que querían contactarse conmigo. Nunca me voy a olvidar ese día. Estaba en mi casa con mis papas, a punto de ir a una entrevista de trabajo a la cual no me presenté, porque no podíamos parar de llorar.
Viajamos a la Feria del Libro en Buenos Aires. Mi familia, mi novio y mi mejor amiga estaban sentados en primera fila cuando me dieron la mención especial. Todos mis primos y mis tías estaban en esa sala aplaudiendo y gritando. Fue el día más especial de mi vida. ¿Qué más puedo decir del certamen? Me hizo la persona más feliz del mundo y me regaló tanta alegría que necesitaría escribir mil libros más para lograr ponerlo en palabras.
– ¿Consideras que es importante que se publiquen más autores nacionales y jóvenes? ¿Por qué?
– Por supuesto que sí. Tenemos tantos autores increíbles en nuestro país que sería una pena no aprovecharlos. Cuando yo era más chica y recién comenzaba a leer, los autores nacionales no tenían tanto lugar. Acostumbramos a leer muchos libros norteamericanos en la literatura juvenil, los cuales no menospreció de ninguna manera, pero ahora puedo ver a los jóvenes lectores leyendo autores argentinos y me llena de felicidad. Yo soy muy fanática de nuestra cultura y, especialmente, de nuestra historia. Siento que todos tenemos tanto para contar y ahora, por suerte, tenemos muchos lugares para hacerlo.
Algo muy importante que veo ahora es que los jóvenes son valorados como iguales. He leído tantos libros que me hicieron sentir junto con los protagonistas, escrito por autores jóvenes, y eso no es fácil. Como decía antes, la literatura es un espacio donde los tabúes quedan de lado y es un espacio para crear y expresarnos, y los jóvenes tenemos tanto para contar.
– ¿Qué escritoras mujeres te marcaron?
– Mi biblioteca en su mayoría está compuesta por escritoras mujeres. Quien encabeza la lista indiscutiblemente es Florencia Bonelli. Tengo todos sus libros y la admiro muchísimo. Podría pasar horas hablando de su forma de escribir, de la investigación que hay detrás de cada libro, de las realidades que nos muestra. También siguiendo con la línea de nuestras increíbles autoras nacionales, y además marplatense, otra autora que me inspira mucho es Laura G. Miranda, especialmente ahora, que tuve la oportunidad de conocerla y tengo que contarle a la gente que no solo es una autora increíble, sino que además es una persona increíble. Ella es una de esas escritoras que nos muestra la clase de mujeres que me encanta leer en la novela romántica.
Hay otras tres mujeres que me marcaron mucho que son en primer lugar Elvira Sastre; es imposible salir de uno de sus libros sin sentirlos, tiene una forma de escribir que transforma e inspira, habla de amor con una facilidad y, al mismo tiempo, con un realismo increíble. Alice Kellen me ha hecho llorar como pocas, terminó sus libros con la emoción a flor de piel y con ese dejo de vacío que pocos libros suelen dejar. Y, por último, no sé si la palabra correcta es decir que me marcó, me gusta más el término inspirar, es Taylor Jenkins Reid, cuando hablo de autoras a las que me encantaría poder llegar a parecerme, es a ella.
– ¿Cómo ves tu carrera como escritora a futuro?
– Me mataste con esta pregunta. Me tome el tiempo de pensarla y realmente no lo sé. Todo lo que voy a decir ahora es como una especie de manifestación pero lo primero en lo que pienso es que me encantaría que cuando el día de mañana te toque hacerle la pregunta anterior a una nueva escritora, mi nombre aparezca en la respuesta.
Quizás es un poco ambicioso, pero “Otra mujer” me demostró que no hay tamaño para los sueños y decidí soñar en grande. Lo que deseo es marcar a alguien, puede ser para bien o para mal, no espero gustarle a todo el mundo. Pero hoy te puedo decir que quiero generar algo. El día de mañana, tal vez, te diga que quiero gustar, y en el fondo es algo que todos queremos. Pero actualmente solo quiero que la gente que me lea sienta algo, que amen mi libro o que lo odien, que se ilusionen con los personajes o que me digan que están mal construidos, pero que le den la oportunidad, que cierren el libro al final y sientan algo. Así que podría decir que espero hacer sentir, porque eso es lo más lindo que te regala la lectura.
Veo todo esto de la escritura como un camino que quiero seguir recorriendo porque sé que es muy grande, y deseo que me este esperando.
– Si tuvieras que resumir tu novela en un tweet para promocionarla, ¿qué diría?
– Una novela de amor oscura, con acción constante, llena de vueltas del destino, pero, por sobre todas las cosas, superación personal y amor propio.