Dejó la docencia para seguir su sueño, llegó a conquistar el paladar del Dibu Martínez y hoy quiere abrir su propio lugar de producción para llegar a todo el país.
Por Alejandra Bertolami
Valeria Ricciardi dejó la docencia para perseguir el sueño de convertirse en una pastelera de autor profesional. En constante capacitación, y siendo una eterna aprendiz, logra aportar a cada receta una impronta única y personal.
Su producto estrella: el alfajor de almendras, que logró conquistar el paladar del Dibu Martínez y otras celebridades. Su actual proyecto es llegar a los paladares de todos los ciudadanos del país creando su propio lugar de producción.
Hace unos días, su alfajor de almendras salió tercero en el rubro Mejor Galleta y segundo en Mejor Packaging en el Campeonato Mundial del Alfajor 2023.
¿Ya la conocías? Desde Bacap dialogamos con ella para conocer su trayectoria, proyectos y novedades.
-¿Cuáles fueron tus inicios en este arte culinario?
-Mis inicios fueron hace más de 20 años cuando desempeñaba el rol de maestra jardinera en dos jardines haciendo doble turno. Tenía cuatro hijos varones pequeños muy chiquitos y siempre les hacía las mesas dulces, desde la torta hasta los chocolatines personalizados, las bolsitas, las trufas y demás. Ahí es donde empecé a encontrar ese amor por hacer pastelería y fue cuando tomé la decisión de dejar la docencia.
En ese entonces mi marido, los cuidaba al mediodía y yo estudiaba en un instituto de acá de Mar del Plata pastelería profesional y fue así como, después del tiempo de estudio, me recibí y comencé mi primer emprendimiento que era hacer mesas dulces para casamientos, cumpleaños de 15, los pedidos que quisiera la gente personalizados, desde su envoltorio, armaba la mesa en función a la temática del cumpleaños y así fue como inicié en este mundo pastelero.
-¿En qué momento de tu vida comenzaste a dedicarte específicamente a la pastelería de autor?
-En realidad, siempre desde el inicio me atrajo la pastelería de autor en el sentido que yo tomaba una receta base y con mi impronta lograba tener una pastelería de autor dándole mi toque personal en cuanto a un cambio de sabor, estética. Fue antes de la pandemia que empecé a incursionar en la pastelería de autor haciendo cursos fuera del país, vía online o con colegas en Buenos Aires que se dedican a eso. Estudiando y capacitándome siempre es como comencé a desarrollar más mi pastelería de autor, innovando en las combinaciones de sabores, en lo estético, específicamente.
-¿Cómo hacés para estar innovando siempre en este rubro en constante transformación?
-Estoy innovando siempre. Me capacito continuamente, estudio con libros de colegas y maestros pasteleros a nivel mundial excelentes y una se va enriqueciendo para no quedarse en la pastelería tradicional e ir innovando en la pastelería de autor. Pero quizás también tenga que ver con una misma y qué le aporta la pastelería a cada uno. Entonces, con que una ya aporte su sello personal constantemente, sí o sí va innovando, eso también depende de cada pastelero.
–¿Cómo ves la pastelería de autor en la ciudad?
-Pastelería de autor en la ciudad hay poca, pero hay. He visto muy buena. Hay muchísimos locales de pastelería que están abriendo. Quizás es más pastelería tradicional, pero cada una con su impronta y sello personal. Pero hay. Quizás es una parte que hay que explotar un poco más, pero estoy súper contenta con el crecimiento que, hoy por hoy, se encuentra en la pastelería de Mar del Plata.
-Tenés un producto estrella que cautivó hasta al Dibu Martínez, ¿de qué se trata?
-Es el alfajor de almendras, se realiza con almendras caramelizadas que quise lograr para diferenciarme, sacar un producto que no haya en Mar del Plata. Este tipo de alfajor no es bañado y, al ser una capa de alfajor, sé que era difícil sacar un producto en cuanto a alfajor que sea diferente, y se me ocurrió que sea un alfajor de almendras, que las tapas sean caramelizadas y que en boca se sienta una situación de sabores en conjunto con el dulce de leche. Una textura muy particular y con la medida justa de dulce de leche.
El Dibu, cuando tuve la suerte de que pudiera probarlos y los denominara como “una bomba”, para mí fue un orgullo. Directamente, es una alegría enorme el haber logrado que él me hiciera de corazón ese video recomendándolo.
Muchas celebridades y personas cautivaron su paladar y me siento totalmente feliz, y me hizo pensar de poder desarrollar directamente una línea de alfajores y productos que en cuanto se logren van a salir a la venta también.
–¿Cómo fue tu experiencia en Cocineros Argentinos?
-Fue hermosa, obtuve el llamado para poder ir a cocinar con Gladis y con Luciano García y fue espectacular, me hicieron sentir muy cómoda. Fue mi primera vez en la tele y me manejé con las cámaras. Cuando una hace lo que ama, el resto se hace mucho más fácil.
–¿Te gustaría tener tu propio programa de cocina?
-No es algo que tengo en mente hoy, pero me encantaría. Estaría buenísimo poder aportar algo a la comunidad para que tengan una salida laboral, para que puedan hacer sus recetas en casa, me encantaría hacer algo de ese estilo. No lo descarto, estaría buenísimo, pero me iría más para ese lado.
-¿Qué proyectos tenés para estos próximos meses?
-Uno de los proyectos principales es el lugar de producción que estoy armando con la explosión que tuvieron los alfajores. Mi sueño era tener una pastelería, pero creo que es lo mejor, porque todo el país me pedía alfajores, desde Ushuaia, Misiones, de otros países también. Entonces, dije que la mejor manera de llegar a todo el país era teniendo un lugar de producción, teniendo una pequeña fábrica para distribuir a nivel país. Estoy armando un pequeño lugar, con mucho esfuerzo, a pulmón, lo estoy logrando y estoy terminando de reformar un lugar que luego la Municipalidad lo habilitará para poder ponerlo en práctica y desarrollar mis productos y distribuirlos a nivel país.
-¿Cuál fue la mayor satisfacción que te dio tu trabajo?
-El haberme elegido a mí por sobre todas las cosas y haber elegido el camino de mi pasión que era la pastelería. Estuve trabajando ocho años en relación de dependencia y tuve que hacer un impasse con mi amor por la pastelería porque necesitaba tener un trabajo fijo al haberme separado, para tener mi sueldo mes a mes. Llegó un momento en el cual tuve que elegir y fue el que más satisfacción me dio, el haberme elegido y todo lo que me apasiona sin saber lo que me deparaba el destino, pero, con el apoyo de mis hijos y de toda la familia y amigos que me quieren, tomé esa decisión. Hoy por hoy, puedo decir que mi mayor satisfacción fue elegir el camino de la pastelería y confiar en que podía.
-¿Qué le dirías a alguien que quiere incursionar en la pastelería?
-Que se anime si es algo que le apasiona y siente curiosidad. Que vaya para adelante, que se capacite, que no solo estudie en un instituto y listo, que se capacite continuamente con cursos, lo que tengan a su alcance. Cuando doy los cursos online, siempre les digo que no bajen los brazos, que es difícil el mundo de emprender pero se puede, y no bajar los brazos a la primera de cambio. Yo lo logré con cuatro hijos y sola, así que se puede lograr con esfuerzo y dedicación, nada es gratis.
Ping Pong
Postre: flan casero.
Lugar en el mundo: Francia.
Un ingrediente: azúcar.
Un paladar por conquistar: Lionel Messi.