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noviembre 21, 2024
Marcha de las Antorchas
Lo de Acá Marplatenses en la Ciencia

El impacto en Mar del Plata del desfinanciamiento de la ciencia

La situación que atraviesan el CONICET, los institutos científicos y las universidades nacionales repercute fuertemente en Mar del Plata. Presupuestos desactualizados para el 2024 y contratos trimestrales para algunos trabajadores del CONICET y el INIDEP generan precarización e incertidumbre.

 

Por Agustín Casa

El sector científico a nivel nacional atraviesa un momento de incertidumbre, debido a las decisiones del actual Gobierno Nacional que han generado -o agudizado- diversas problemáticas que afectan a los trabajadores de distintos institutos y organismos científicos. Y esto se puede ver con claridad en Mar del Plata.

En el CONICET, el punto más crítico es la situación que atraviesan los trabajadores contratados en el marco del artículo 9. Se trata de personal administrativo o de gestión que es monotributista y renovaba su contrato anualmente. Al asumir el nuevo gobierno, se les renovó contrato solo por tres meses (hasta el 31 de marzo) y hay incertidumbre sobre la continuidad de unos 1.200 puestos de trabajo en todo el país.

“En cierta forma, no formamos parte de la estructura del CONICET, sino que pertenecemos al empleo público nacional. Nuestros salarios no tienen que ver con el presupuesto asignado al CONICET, sí el del resto del personal del CONICET. En nuestro caso, dependemos de la Administración Pública Nacional y no tenemos garantizada la continuidad a partir del 31 de marzo. No sabemos qué es lo que va a pasar”, señala a Bacap Dolores Rodríguez, trabajadora de la Oficina de Vinculación Tecnológica del CONICET Mar del Plata desde hace trece años, siempre bajo el mismo tipo de contrato de renovación anual.

En el área de administración y gestión del CONICET -que agrupa a todo el personal no científico- a principios de enero hubo cincuenta despidos a nivel nacional de personas que habían ingresado al organismo durante 2023. En Mar del Plata, despidieron a dos trabajadoras de limpieza del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA), dependiente del CONICET y la Universidad Nacional de Mar del Plata.

“En ese instituto hay dos compañeras que han perdido su puesto de trabajo. Son compañeras que realizaban tareas de limpieza y mantenimiento. Esto es importante porque hace a la seguridad e higiene de los laboratorios que funcionan en INTEMA. No es una tarea que pueda realizar cualquier persona. Y ahora una compañera ha quedado completamente sola en un edificio de cuatro pisos con más de un laboratorio a cargo, en una situación además que es muy precaria, porque lo que se está haciendo es renovar mensual y trimestralmente algunos contratos”, detalla Almendra Aladro, becaria posdoctoral del CONICET Mar del Plata e integrante de la Agrupación Naranja Ciencia y Técnica, que integra la Asamblea de Trabajadores de Ciencia y Técnica de Mar del Plata.

El miércoles 28 de febrero la Asamblea organizó una Marcha de antorchas por la Ciencia que reunió a trabajadores y trabajadoras de distintas instituciones del sector científico de la ciudad, como el CONICET, la UNMDP y el INIDEP, entre otras. La movilización partió desde la Municipalidad, pasó por el rectorado y finalizó en la sede del Centro Científico Tecnológico de Mar del Plata, ubicada en 11 de septiembre y la costa. La marcha mantuvo los reclamos del sector científico y buscó visibilizar la problemática que enfrentan.

A la coyuntura que viven los trabajadores contratados en el marco del artículo 9, se suma otro aspecto que profundiza la precarización laboral. “Han realizado un recorte en la posibilidad de hacer horas extras. Las categorías más bajas con salario más atrasado tenían la posibilidad de hacer dos horas extras para complementar el salario. Eso también se quitó justamente dejando a las personas que peor ganaban en peor situación”, relata Rodríguez.

Asimismo, la vinculadora tecnológica afirma que la situación general en CONICET es crítica por “no tener un presupuesto garantizado para el funcionamiento del organismo” y que “hay un montón de decisiones que no se están tomando y, por ende, hay proyectos o planificaciones que van quedando paralizadas”.

“Hay un montón de convenios que están en la instancia de firma. La tiene que firmar el presidente del CONICET y, al día de hoy, desde que ha asumido, no ha firmado ningún convenio que ya estaba listo para firmar”, sostiene Rodríguez.

El miércoles 28 de febrero se realizó en Mar del Plata una Marcha de antorchas por la Ciencia. Fotos: Cecilia Ravalli.

La situación crítica en el INIDEP

En las últimas semanas, una de las situaciones más acuciantes la atravesaron cincuenta trabajadores del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) que no cobran su sueldo desde diciembre.

“Contamos aproximadamente con cincuenta monotributistas que no están recibiendo su pago, pese a la presentación de facturas, además de despidos que se han podido revertir también gracias a la lucha”, apunta Aladro.

La situación es delicada porque son cincuenta trabajadores que cumplen tareas muy diversas en la institución: científicos, técnicos, administrativos y personal embarcado, quienes aún no cobraron los haberes de enero.

“De resolverse el conflicto, que es lo que todos estamos esperando y ansiamos, los damnificados ya sufrieron un perjuicio económico y en muchos otros aspectos de su vida personal”, reconoce Nerina Lagos, investigadora de planta permanente del INIDEP con más de 20 años de antigüedad en la institución.

El INIDEP todavía no cuenta con un director designado y eso dificulta el funcionamiento cotidiano del instituto y el avance de algunos trámites burocráticos. Lagos remarca que “si bien los trámites fueron iniciados en tiempo y forma para poder cumplir con los pagos a término, se fueron suscitando una serie de demoras en los procesos administrativos desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y desde el Ministerio de Economía”.

“Si bien parte de las funciones administrativas están delegadas en este momento en el subsecretario nacional de Pesca y Acuicultura, Juan Antonio López Cazorla, que ha mantenido un diálogo fluido con los trabajadores y los gremios, finalmente él no pudo aportar una solución concreta en esta situación acuciante que estamos atravesando con nuestros compañeros que no cobran el sueldo. Y en esta instancia, para que se efectivicen estos contratos, se requiere de la firma del ministro de Economía, Luis Caputo”, explica Lagos.

En las últimas horas del viernes 1° de marzo, en INIDEP recibieron la noticia de que Caputo había firmado la resolución. En la mañana del sábado 2 de marzo los trabajadores recibieron y firmaron los  contratos con fecha hasta el 31 de marzo, lo que permitiría que esos cincuenta trabajadores del INIDEP cobren el sueldo de enero y puedan recibir sus haberes de febrero y marzo.

Más allá de una solución temporal para estos cincuenta trabajadores, la situación sigue siendo compleja, al igual que en otros organismos de ciencia y técnica. “Estamos muy preocupados y lamentablemente el panorama no es muy alentador, ya que según el decreto 84 del año pasado, todo el personal contratado de la Administración Pública Nacional se encuentra sometido a revisión hasta el 31 de marzo. Esto implica un riesgo para la continuidad de muchos puestos de trabajo que afectarían el asesoramiento científico que permite un manejo adecuado de los recursos”, indica la investigadora del INIDEP.

En esta línea, Lagos agrega: “Contamos con un magro presupuesto institucional para el año 2024 y una licuación de nuestro salario asociado a la fuerte devaluación y a la inflación acumulada en estos dos meses del año, que claramente nos afectará para poder cumplir con los requerimientos que nuestro organismo tiene en su rol como asesor del Estado y del sector pesquero para fomentar una pesca sustentable, lo que incide directamente en la economía de nuestro país, ya que la actividad pesquera genera muchos puestos de trabajo e ingreso de divisas por casi dos mil millones de dólares”.

Reducción de becas

Otro punto central en este desfinanciamiento del sistema científico nacional, por los recortes realizados por el Gobierno Nacional en organismos del Estado, es la reducción en el número de becas para este año. Si bien se iban a asignar 1.300 becas para el 2024, el CONICET anunció que este año solo ingresarán 600 becarios al organismo. Es decir, se recortaron 700 becas.

“La gente concursó, ya estaban evaluadas y, en lugar de ingresar los 1.300 becarios doctorales, han dicho que van a ingresar solo 600. Y esos 600, en lugar de ingresar con fecha del 1° de abril, van a ingresar el 1° de agosto. Es decir, no solo hay una reducción, sino que corrieron en el tiempo la fecha de ingreso”, detalla Rodríguez.

El miércoles 28 de febrero el directorio del CONICET anunció el otorgamiento de 300 becas de finalización de doctorado, que entrarán en vigencia el próximo 1° de abril.

El directorio del CONICET empezó a entregar resultados a becarios y becarias, pero no entregó el orden de mérito con lo que se llama la línea de corte, que es quiénes ingresan efectivamente y quiénes no. Eso es algo que se está reclamando”, apunta Aladro.

Al mismo tiempo, no hay novedades sobre los ingresos a carrera de investigador del CONICET. “Queremos la efectiva apertura de las convocatorias que ya están anunciadas, la correspondiente publicación de orden de mérito e ingresos, y la efectivización de las promociones tanto para el personal de apoyo del CONICET como para el personal investigador en todas sus categorías”, reclama Aladro.

En tanto, Rodríguez añade que “hay cargos de personal de apoyo que ya estaban concursados, ya estaban en cierta forma aprobados, y no hay fecha de designación”. Además, subraya que “los investigadores, los becarios y el personal de administración, todos en su medida o en su proporción, están muy atrasados salarialmente y hemos venido sufriendo una pérdida de poder adquisitivo a lo largo de todos estos años, agravada ahora en estos últimos meses con el salto inflacionario”.

Todas estas situaciones generan una gran incertidumbre respecto al financiamiento para el normal funcionamiento del organismo en los próximos meses. Sin una ampliación presupuestaria, no están garantizados el pago de servicios básicos o la compra de insumos necesarios para la investigación científica.

Frente a este escenario, los directores de las unidades ejecutoras de todo el país han emitido un comunicado conjunto a mediados de enero en el que expresaron su preocupación por la situación actual.

“Desde que yo trabajo en el organismo, es la primera vez que se ve que los distintos directores de los institutos del CONICET -gente de mucho prestigio, que ya está hacia el final de su carrera y se dedica a la gestión- sean los que estén en la primera línea de los reclamos. De hecho, se han articulado en una especie de agrupación que nuclea a los 300 directores de unidades ejecutoras a lo largo de todo el país, y son ellos los que están motorizando muchos de los reclamos que finalmente después el resto de los trabajadores toma en las distintas acciones que se están haciendo. Esto me parece que es un dato que no había pasado antes y que expresa la gravedad de la situación, porque no es una cuestión coyuntural ni salarial únicamente”, comenta Rodríguez.

Marcha de las Antorchas

La acefalía en la Agencia I+D+i

Como si todo lo anterior fuera poco, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (conocida como Agencia I+D+i), que hoy depende de la Jefatura de Gabinete, no tiene un titular designado, lo que implica demoras y trabas en el comienzo o la continuidad de proyectos y en el envío de fondos.

¿Qué implica que no haya una persona a cargo de la agencia? “Hay subsidios que no están siendo rendidos ni entregados. Esto significa que los becarios que dependen de Agencia no están recibiendo los aumentos a la par que se hacía con CONICET. Esto es algo que era habitual y que estaba dentro del entendimiento de los funcionarios dedicados al tema. Pero principalmente lo que está pasando es que hay investigaciones que están siendo detenidas, investigaciones que tienen plazos que no pueden ser prorrogados ni extendidos porque lógicamente, algunas de ellas, tienen que ver con ciclos vitales de organismos o con ciclos de materiales que son necesarios sostener en el tiempo”, explica Aladro.

Tanto el CONICET como las universidades nacionales cuentan para 2024 con el presupuesto aprobado en 2022 para 2023, cuando el último año tuvo una alta inflación, que se incrementó aún más en diciembre y enero de 2024. Esto trae una gran incertidumbre, dado que esos presupuestos no alcanzarán para todo el año y no hay anuncios sobre la actualización de esos montos.

El congelamiento de los presupuestos también lleva a la precarización de los trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en organismos dependiente del CONICET y docentes e investigadores de universidades quienes, de no haber una mejora presupuestaria, sufrirán una importante desactualización salarial y caída del poder adquisitivo.

 

 

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