El DJ marplatense, recordado animador de las noches de Symbiosis, habla del amor por su profesión y su compromiso con esta actividad que realiza hace más de 55 años.

 

Por Florencia Cordero

Directamente desde Blanes, el mítico DJ Raúl Fighetti volvió a su ciudad natal para una experiencia que trasciende las fronteras entre diferentes épocas.

Conocido por su legado en la escena musical de los boliches marplatenses de antaño se dio el gusto de regresar para dar rienda suelta a su pasión como protagonista de un ciclo de verano en un local gastronómico de la ciudad donde demostró que su pasión por la música y el arte de ser DJ siguen intactos con más de 55 años de trayectoria.

El DJ Fighetti es una persona apasionada y versátil que ha dejado su marca tanto en Argentina como en España. Con una carrera extensa y exitosa en el mundo del entretenimiento, Raúl Fighetti es reconocido por su habilidad para conectar con el público a través de la música.

Es un profesional meticuloso y perfeccionista, conocido por su atención al detalle y su capacidad para adaptarse a diferentes audiencias y situaciones. Además de su talento como DJ, Fighetti es un comunicador elocuente que comparte su experiencia y conocimientos con otros desde una actitud positiva y motivadora.

En una rica charla introspectiva, el recordado animador de las noches de Symbiosis reflexionó sobre su larga carrera, destacando la importancia de mantener el amor por su profesión. A pesar de los cambios en la tecnología y en la forma de tocar música, su compromiso con su arte sigue siendo el mismo.

En esta visita a Mar del Plata, el experimentado DJ se entregó a un emocionante viaje a través del tiempo con sus mezclas únicas y su energía inigualable con la propuesta de disfrutar la buena música de los años 70, 80 y parte de los 90 en una cena que se comparte con amigos para revivir la atmósfera de los antiguos boliches pero adaptado a los nuevos tiempos.

-¿Cómo describirías la diferencia entre los antiguos boliches y los espacios actuales?
-Los antiguos boliches tenían una atmósfera única, pero han desaparecido en su mayoría debido a cuestiones de seguridad y cambios políticos. Ahora tenemos espacios más pequeños y controlados, pero que aún conservan el espíritu de diversión y buena música.

-¿Por qué decidiste dejar Mar del Plata y mudarte a España?
-Soy un exiliado económico. Cuando llegó la crisis del corralito y todo eso, los empresarios me empezaron a llamar. Yo organizaba eventos importantes en Mar del Plata, pero me ofrecieron pagar diez veces menos por mi trabajo. Me negué a aceptar esa degradación salarial y decidí buscar oportunidades en Europa. Fui una figura prominente en la organización y animación de eventos en la ciudad. Desde la Fiesta del Mar hasta desfiles en el Sheraton y eventos en el Torreón del Monje, mi presencia era sinónimo de calidad y profesionalismo. Mi meticulosidad y perfeccionismo me convertían en una garantía para el éxito de cualquier evento.

-¿Qué significaba Mar del Plata para vos?
-Mar del Plata es mi ciudad natal y mi corazón siempre estará ligado a ella. Aunque me fui, sigo considerándome un embajador de la ciudad y del país en Europa.

-¿Cómo fue tu experiencia en España?
-Al principio, trabajé como camarero y me esforcé al máximo en todo lo que hacía. Poco a poco, logré destacarme y participé en eventos importantes, atendiendo a personalidades como la reina de Suecia y otros. También emprendí un negocio propio, como un café con elementos originales de la cultura musical.

-¿Qué recuerdos atesorás de Mar del Plata?
-Tengo una gran cantidad de recuerdos valiosos de mi ciudad natal. Mi familia ha sido parte de la historia de Mar del Plata, incluso con la creación del emblemático Torreón del Monje. Guardo miles de fotos y anécdotas que reflejan la época dorada que viví en la ciudad. El Torreón del Monje tiene una historia fascinante. Originalmente, era un club de tiro de palomas que posteriormente fue abandonado. Mi tío, Domingo Enrique Parato, negoció con la Municipalidad para adquirir el lugar y transformarlo en lo que conocemos hoy en día. La construcción del Torreón fue un desafío, pero gracias a la creatividad y el ingenio de mi familia, se convirtió en un ícono de la ciudad.

-¿Qué te llevó a mantener ese vínculo con Mar del Plata estando en España?
-Para mí, es importante mantenerme conectado con mis raíces y mi identidad. El pasado es nuestra referencia y nos ayuda a entender quiénes somos. Además, el sentido de la vida implica construir hacia el futuro, adaptándonos a los cambios y evolucionando constantemente.

-¿Cómo describirías tu trayectoria desde que te mudaste a España hasta ahora?
-Mi trayectoria ha sido un viaje lleno de desafíos y aprendizajes. He pasado por momentos difíciles, pero también he disfrutado de éxitos y logros significativos. En definitiva, ha sido una experiencia enriquecedora que ha contribuido a mi crecimiento personal y profesional.

-¿Tenés algún proyecto futuro relacionado con Mar del Plata?
-Siempre estoy buscando maneras de mantener vivo mi vínculo con Mar del Plata. Estoy abierto a nuevas oportunidades y colaboraciones que me permitan seguir contribuyendo al desarrollo cultural y económico de mi ciudad natal. Mi objetivo es seguir siendo un puente entre Mar del Plata y el mundo.

-¿Qué consejo le darías a los jóvenes que están buscando hacer su camino fuera de su ciudad natal?
-Les diría que sigan sus sueños con determinación y perseverancia. Es importante ser valientes y estar dispuestos a enfrentar los desafíos que surjan en el camino. Además, nunca olviden sus raíces y mantengan siempre viva su pasión por lo que hacen. Esa es la clave para alcanzar el éxito en cualquier lugar del mundo.