La huelga tuvo un acatamiento cercano al 70% en la ciudad. El intendente apuntó contra el nuevo convenio colectivo de los trabajadores de la comuna, mientras que el sindicato presentó una medida cautelar ante la Justicia.
El paro, protagonista en la ciudad
El paro general convocado por las tres centrales en todo el territorio nacional en repudio a las políticas económicas del Gobierno y al avance de la Ley Bases en el Congreso tuvo su capítulo en Mar del Plata, donde cerca de 60 gremios adhirieron a la medida de fuerza.
Bancos, colectivos, escuelas públicas y dependencias estatales fueron los sectores donde menos actividad se registró, mientras que varios comercios abrieron sus puertas.
En conferencia de prensa, las centrales obreras (Confederación General del Trabajo) trazaron un balance positivo de la huelga que se extendió durante todo el jueves. No obstante, el acatamiento fue dispar, en el orden del 70%.
Municipales
El conflicto entre el gremio de los municipales y el Ejecutivo sumó nuevos capítulos esta semana, en lo que es una historia con final incierto.
El último miércoles, el STM (Sindicato de Trabajadores Municipales) se movilizó entre las 8 y las 11 en las puertas del Palacio Municipal -al día siguiente, además, se plegó al paro general de las centrales obreras- para reclamar el tratamiento de la negociación paritaria. Exigen una recomposición del 35%, mientras que el gobierno no se corre del 10%.
En conferencia de prensa, Montenegro no sólo no cedió en su postura, sino que anticipó que les descontará las tres horas a aquellos empleados que abandonaron sus puestos para participar de la concentración. Aunque dio a entender que no tomaría la misma medida con los que se sumaron al paro general de ayer.
En otro pasaje, criticó duramente el nuevo convenio colectivo de trabajo de los municipales. El jefe comunal lo tildó de “disparatado”, ya que se permite que los cargos en la comuna sean “heredados”, como un “título de nobleza”.
El convenio -continuó Montenegro- también plantea la “imposibilidad” de trasladar a un empleado y exige la “recategorización obligatoria”, lo que permite acceder a mejores ingresos.
A partir de esta situación, el intendente cuestionó al Gobierno Provincial que homologó el convenio días atrás, luego de que fuera presentado en 2017 ante la administración bonaerense.
“En medio de un conflicto por la defensa de los intereses de los vecinos de la ciudad, la semana pasada ese convenio fue ratificado. El diablo metió la cola”, disparó el intendente contra la Gobernación.
Batalla judicial
Días atrás, en paralelo a la movilización y a la adhesión a la huelga general, el STM presentó una medida cautelar ante la Justicia para dejar sin efecto los descuentos que instrumentó el Ejecutivo a los empleados de la comuna que pararon el 4,5 y 6 de abril pasados.
También solicitó suspender la eliminación del premio por presentismo, que equivale a 5 días de licencia por cuatrimestre con goce de sueldo, para los trabajadores que hayan participado de alguna medida de fuerza. Y pidió aplicar una multa a Montenegro y a Mauro Martinelli, el secretario de Legal, Técnica y de Hacienda por “práctica desleal”.
La demanda recayó primero en el Tribunal del Trabajo Nº4, que se declaró incompetente. Y lo mismo sucedió días después con el Juzgado Contencioso Administrativo Nº2, por eso las actuaciones fueron elevadas a la Suprema Corte bonaerense, que deberá definir en dónde se tramitará la causa.