Desde Bacap hablamos con Fernando Casas sobre «La Emulación del Infierno y sus Placeres,» un espectáculo que revive la historia de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
El show, que se presentará el 21 de septiembre en el Teatro Roxy, es un recorrido multisensorial que abarca música en vivo, más de 15 artistas en escena, imágenes históricas y un relato cronológico del país entre 1976 y 2001. El espectáculo no solo rinde homenaje a la icónica banda, sino que también conecta con el contexto socio-político y los desafíos que vivieron las juventudes de la época.
Fernando Casas, guionista y actor del espectáculo, nos explicó cuál es la intención del espectáculo y cómo surgió la idea.
Con una combinación de audiovisuales inéditos y nuevas performances, el show promete ofrecer una experiencia única que emocionará tanto a fanáticos como a quienes buscan revivir una parte importante de la historia argentina.
-¿Cómo surgió la idea de crear un homenaje?
En pandemia, junto con Leo Melis y Gerardo Anchaba, los tres que andamos en esto hace tres años. Siempre me parecía que a los tributos les faltaba algo. Te invitaban a un viaje y, adentro, hasta el cantante no se parecía al original. No hay otro Indio Solari, Federico Moura o Cerati, pero la historia es que ni se parecían. Después de hacer una participación en un tributo a los Redondos, surgió la frase disparadora: «Vos tenés que contar la historia de los Redondos.»
– ¿Cómo fue que tomaste ese comentario?
– Leo me dijo que le gustaba cómo hablo en radio o en tele, pero le respondí: «Si yo subo cada tres temas de una banda en vivo para hablar, la gente me tira tomates.» Sin embargo, ese disparador sirvió para que me ponga a escribir un guion donde alterno el relato histórico con una banda en vivo, escenas de actuación, imágenes audiovisuales, teatro inmersivo, performance, rutinas de baile, recreando toda la etapa redonda. Incluso incluimos los monólogos de Enrique Symns, y hasta metimos a las Madres de Plaza de Mayo en el escenario para conceptualizar la época de la dictadura. En este viaje cronológico de 25 años.
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¿Qué significa para un proyecto así que la gente vaya a los espectáculos? ¿Qué retroalimentación tuviste?
– La verdad que para todos, para los actores, los músicos, estar en el escenario del Teatro de Flores, un lugar que hemos visitado como público con bandas tremendas, es increíble. Somos muy rigurosos y lo entendemos como un vestuario de fútbol, con manejo de grupos. Cada uno se puso la camiseta. Después de una charla final, agradecemos el esfuerzo de todos. Hubo emoción, sobre todo porque hubo personas que pagaron una entrada por nosotros.
-¿Has tenido respuesta de gente cercana al Indio Solari?
– Sí, falta que venga él. Cuando debutamos, nos mandó un mensaje por las redes. Su sobrino, Lucas Solari, vino a vernos como invitado, y también Gloria Carrá, que tiene cierta relación con él. Es loco que te digan: «Hablé de la obra con mi tío.» Es una locura.
-¿Qué nos podés contar sobre el nuevo show: «La Emulación del Infierno y sus Placeres»? ¿De qué trata?
– La obra tiene una estructura o «chasis» como un auto. En tres años le hemos cambiado las terminaciones, pero sigue atravesada por el cuento que queremos contar sobre el país y los Redondos en 25 años. El espectáculo es más rockero y tiene su clímax sobre el final, con la banda rockeando en el escenario.
– Mencionaste el material audiovisual, ¿cómo fue la participación de Rocambole en este aspecto?
– Lo había entrevistado antes, pero en la pandemia me contacté con él y su asistente, ya no como periodista, sino como alguien que estaba escribiendo el guión de una obra sobre los Redondos. Él entendió de qué iba el proyecto y ha colaborado con nosotros, incluso nos cedió imágenes en alta calidad para el videoclip.
– ¿Cómo describirías la relación entre la historia de los Redondos y la situación sociopolítica del país? ¿Van de la mano?
– Te voy a responder de manera muy tribunera: tenés que venir a ver la obra. Esto es una interpretación que hacemos. No somos profesores de historia, no soy redondologo, ni poseemos la verdad absoluta.
Advertimos de entrada que no es la historia oficial. Pero sí estamos seguros de que cosas que le pasaron al país se vieron reflejadas en los Redondos, como el asesinato de Walter Bulacio en 1991. Todo esto lo abordamos en la obra.
– ¿Qué expectativas tienen para la función en el Roxy de Mar del Plata?
– Todas. Es un desafío, especialmente por lo que significa Mar del Plata, una plaza teatral y turística importante. La venta de entradas viene bien, y nos estamos enterando de que hay gente que va a viajar desde lugares cercanos para vernos. Nos hace mucha ilusión.