En un mundo cada vez más conectado, un grupo de fotógrafos marplatenses demuestra que la creación colectiva es la nueva forma de expresión artística. A través de sus proyectos, exploran nuevas narrativas y desafían los límites de la obra individual.

Por Julián Rodríguez

La experiencia que el Taller de Fotografía de la ciudad de Mar del Plata propone desde 1995 está basada en la realización de obra colectiva desde y con la fotografía como protagonista. Ajustarse al modo reinante o innovar en los modos de aplicación de nuestra disciplina y realización de obra fue la característica más sobresaliente del crecimiento sostenido de nuestra comunidad de autoras y autores que desde entonces han desarrollado trabajos que hoy les proponemos conocer en el marco de las presentaciones de los Proyectos Ventana, Autorretrato, Arcanum, Gascón, Pueblos, Barrio Centenario y Rostrario Marplatense 1 al 5.

El objetivo de nuestra presentación en 150 MOTIVOS es mostrar diferentes proyectos como ejemplo del funcionamiento de esta comunidad que produce año tras año nuevas formas de contar lo que nos sucede y anticipar lo que vendrá. 

Poder describir el fenómeno de la obra colectiva, colaborativa y cooperativa no plantea una oposición con la obra individual sino otra dinámica que funciona en el medio artístico de un modo más adecuado a los tiempos que vivimos. 

Toda obra es una reducción de un sistema de pensamiento y desarrollo de ideas. 

Del mismo modo el individuo en tanto artista de un tiempo y lugar es la reducción de las ideas de la sociedad de la que ese artista es parte. 

El trabajo expresivo individual es un fenómeno de la era previa a la revolución de la información y de la comunicación de finales del siglo XX. 

Tras las modificaciones tecnológicas y estéticas de las últimas décadas la obra individual compite en escenarios y soportes complejos que no pueden sostener su protagonismo sin la interacción de diferentes campos del conocimiento. 

Los nuevos soportes ya están construidos como grupos de comunicación o entretenimiento con equipos de desarrollo. En esta situación quien no abarca todos estos campos limita las posibilidades de validación y circulación de la obra. 

Este aporte es un abordaje simple sobre los cambios sociales que han removido los parámetros de un arte que aún se intenta sostener para poder hablar sobre ese pasado que debe conocerse y así entender hacia dónde avanzamos. 

La vida y la producción de los colectivos artísticos muestran otros modos de experiencias estéticas en donde los equipos no se conforman con directores ansiosos y obedientes urgentes sino en la firme marcha de las ideas que surgen mientras se va haciendo la obra.