Unas 300 personas se acercaron al Parque Primavesi para la inauguración del primer parque de calistenia de la ciudad, un proyecto desarrollado por El Templo.
Por Lucas Alarcón
Hay una cultura de la calistenia instalándose en el mundo, con las grandes ciudades como centro neurálgico de esta disciplina, que tomó un poderoso impulso luego de la pandemia. No es extraño transitar por Buenos Aires, Lima, Barcelona o New York sin cruzar un parque con barras y paralelas dedicados al desarrollo de la actividad, siendo el aire libre su ámbito natural para ejercitar.
Mar del Plata, con una intensa comunidad deportiva, no iba a tardar en sumarse a esta nueva forma del cuidado de la salud que gana cada vez más adeptos. Ignacio Bordón es el titular de El Templo, uno de los centros de calistenia más importantes de la ciudad, quien cumplió un ansiado objetivo que demandó tanto o más esfuerzo que las rutinas diarias de ejercicio: la creación del El Templo Park, ubicado en el parque Primavesi (Av. Juan José Paso 599)
Bordón define la calistenia como una disciplina de entrenamiento que utiliza el propio peso corporal como resistencia. «Los ejercicios se hacen solamente con el peso del cuerpo», afirma. «Si bien existen modalidades que incorporan pesas, la base se enfoca en movimientos como dominadas y fondos».
¿Cómo trabaja?
Explica además que las ganancias de fuerza en la calistenia se logran no con aumento de peso, sino a través de la «desventaja mecánica», que implica modificar el uso de palancas y la gravedad para que los ejercicios sean más desafiantes.
«La calistenia ha experimentado un notable crecimiento en Mar del Plata desde finales de 2020 hasta hoy, convirtiéndose en una disciplina cada vez más presente», señala. «Consideramos que hemos tenido un rol relevante en esta expansión, con nuestro trabajo de difusión y publicidad que culmina ahora con la apertura del Templo Park, el primer parque de calistenia al aire libre en la ciudad, un proyecto que logramos a través de un padrinazgo en un espacio público.»
Según relata el instructor, la materialización de El Templo Park pasó por un proceso complejo. «Después de varios trámites y aprobaciones en distintas entidades, finalmente se optó por el padrinazgo,» detalla Bordón, «una modalidad que la Municipalidad de Mar del Plata está utilizando donde un privado invierte en un espacio público para mejorarlo. En nuestro caso, nos permitió crear este espacio dedicado específicamente a la calistenia.»
Las condiciones
En ese sentido explica que El Templo es responsable del mantenimiento del parque de calistenia durante dos años, como parte del acuerdo de padrinazgo. «Nuestra tarea es asegurar que el parque esté siempre en condiciones óptimas. Esto implica velar por el correcto funcionamiento, la seguridad y el mantenimiento de todos los elementos, como las barras y la platea, siguiendo las especificaciones técnicas con las que fue construido.»
Sobre esta modalidad de padrinazgo que propone el gobierno municipal, en sintonía con el corrimiento del Estado que se desprende desde la nación, Bordón cree que es valioso permitir que la iniciativa privada pueda complementarse. «El parque no es un proyecto menor, sino una respuesta a una necesidad real de salud pública», explica Bordón.
«Este espacio brinda la posibilidad de entrenar fuerza, un tipo de entrenamiento esencial para la salud, a quienes no pueden acceder a un gimnasio o prefieren ejercitarse al aire libre, ofreciendo equidad y bienestar en un entorno inmejorable,» agregó.
Si bien no hubo autoridades municipales en el corte de cinta, un nutrido grupo de 300 personas, entre las que se encontraban deportistas, entrenadores y familias, desafiaron el clima gris para acompañar la inauguración de El Templo Park. El espacio cuenta con una platea de hormigón de 10 por 10 metros, y está equipado con dos barras paralelas de 1,50 metros de altura, una barra de 2,30 metros y otra de 2 metros, diseñadas para ser accesibles a personas de diferentes estaturas y con un tratamiento de zinc para evitar la corrosión del aire salado. Pensado para la práctica de ejercicios básicos de fuerza como dominadas y fondos, el parque también incluye cuatro carteles con un código QR que da acceso a una lista de reproducción con rutinas de ejercicios.
Bordón concluye que la inauguración de El Templo Park es la culminación de un objetivo personal y un valioso aporte a la comunidad. «Anticipamos una gran afluencia de público, dado el creciente interés en la calistenia y la falta de espacios similares en la ciudad», afirma. «Confiamos en que este parque se convertirá en un punto de encuentro para los amantes del entrenamiento con peso corporal, y que a su vez inspire a nuevas personas a sumarse a esta práctica».