InvestigadorAs del CONICET y la UNMDP y la empresa Antares forman parte de la iniciativa “BrewSelBar”, financiada por la Unión Europea. El objetivo es transformar el bagazo cervecero en un insumo agrícola de alto valor agregado.
Por Agustín Casa
En la última década han surgido diversos proyectos orientados a encontrar soluciones sostenibles a los residuos de la producción de alimentos, como es el caso de la industria cervecera. En Mar del Plata, a partir del auge de la producción de cerveza artesanal, se generaron convenios y vínculos entre el sector científico y el empresarial para revalorizar subproductos del proceso productivo.
Hoy existen diversas iniciativas en la ciudad que buscan darle distintos usos al bagazo —granos de cebada—, el principal descarte de la industria cervecera. Uno de ellos tiene como participantes al grupo de Bioquímica Vegetal del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB), dependiente del CONICET y la UNMDP, y la firma Antares, que integran un consorcio internacional que lleva adelante el proyecto “BrewSelBar”, con financiamiento de la Unión Europea. El objetivo del trabajo es desarrollar un bioestimulante vegetal a base de selenio, producido a partir de bagazo de cerveza,
“Este bioinsumo será aplicado a cultivos de cebada para mejorar su tolerancia al estrés climático —como la sequía y las altas temperaturas— y, al mismo tiempo, permitirá la producción de alimentos y bebidas funcionales enriquecidas con selenio, un micronutriente esencial para la salud humana”, cuenta a Bacap Gabriela Guevara, doctora en Ciencias Biológicas, investigadora del CONICET y directora del grupo de Bioquímica Vegetal del IIB.
El consorcio al frente de la investigación está también integrado por tres universidades europeas, la Universitat Autònoma de Barcelona (España), la Technical University of Denmark (Dinamarca) y la Technische Universität Berlin (Alemania), y dos empresas del mismo continente: Semillas Batlle —empresa española con más de 200 años de trayectoria— y la pyme italiana REDINN (Rete Europea dell’Innovazione).


El proyecto internacional recibe fondos del programa Marie Skłodowska-Curie Staff Exchanges, lo que permite fortalecer redes internacionales, fomenta el intercambio de conocimiento entre científicos de distintos países e impulsa la formación de recursos humanos en investigación aplicada y transferencia tecnológica.
“El objetivo principal que nos planteamos es transformar un residuo industrial abundante, como el bagazo cervecero, en un insumo agrícola de alto valor agregado. Buscamos desarrollar un bioestimulante sostenible, enriquecido con selenio, que no solo mejore la productividad y resiliencia de la cebada frente al cambio climático, sino que también tenga un impacto positivo en la nutrición humana a través de alimentos funcionales”, detalla Guevara.
Asimismo, la investigadora señala que el proyecto también apunta a la elaboración de cervezas funcionales con o sin alcohol utilizando cebada biofortificada con selenio para introducir en el mercado bebidas innovadoras que tengan beneficios para la salud.
Aportes desde Mar del Plata
El grupo de Bioquímica Vegetal del IIB liderará tareas clave en la optimización del bioestimulante y en la evaluación del comportamiento fisiológico y molecular de la cebada en condiciones de estrés ambiental.
“Los próximos pasos que nos proponemos seguir incluyen la validación del bioestimulante y avanzar en la elaboración de bebidas funcionales enriquecidas. También se continuará con la monitorización de la especiación del selenio a lo largo de todo el proceso, para garantizar su eficacia nutricional y seguridad para el consumo humano. En este contexto, se destaca la participación del Dr. Martín Muñoz, integrante del grupo de Bioquímica Vegetal y especialista en biofortificación de cultivos con selenio”, adelanta Guevara.
Por su parte, la cervecería Antares se encargará de la producción piloto de cerveza funcional. Eso permitirá validar resultados a nivel local y, de esta manera, potenciar la industria nacional y la investigación aplicada en el país.


Vinculación con la industria cervecera de Mar del Plata y el país
A comienzos de junio, los integrantes del grupo de Bioquímica Vegetal participaron del 9° Congreso Internacional de Cerveza Artesanal celebrado en Mar del Plata. En el mismo, Gabriela Guevara compartió los avances del proyecto con productores, investigadores y técnicos de toda la región. Además, el encuentro contribuyó a fortalecer vínculos con el sector cervecero artesanal.
“La disertación me permitió presentar el consorcio y los objetivos de ´BrewSelBar´, resaltando cómo el bagazo cervecero —normalmente considerado un residuo— puede convertirse en una herramienta para mejorar los cultivos y generar alimentos funcionales”, comenta.
Desde el grupo Bioquímica Vegetal del IIB llevan adelante distintas investigaciones asociadas a la industria de la cerveza artesanal, en particular a partir de la reutilización de subproductos de la elaboración de cerveza, como el bagazo, para la obtención de enzimas y compuestos bioactivos.
En paralelo, trabajan en el diseño de bebidas y alimentos funcionales con bajo contenido alcohólico y enriquecidos con compuestos beneficiosos para la salud.
“Estas líneas de investigación buscan no solo impulsar el desarrollo productivo local, sino también promover prácticas más sostenibles y saludables a lo largo de toda la cadena cervecera”, finaliza Guevara.