El guitarrista de Cruzando el Charco dialogó con Bacap sobre giras y dinámicas creativas. El grupo se presentará el sábado 6 de septiembre en Mar del Plata.
Por Camila Spoleti
En el marco de la gira de despedida de su último disco, “Esencia”, Cruzando el Charco se presentará este sábado 6 de septiembre en Plaza de la Música Mar del Plata (Av. Constitución 5780). Nahuel Piscitelli, guitarrista de la banda, dialogó con Bacap sobre el valor de tocar en vivo, la experiencia de encontrarse con públicos distintos y los modos en los que se da lugar a nuevas ideas.
Cruzando el Charco está conformada por Francisco Lago (voz), Nahuel Piscitelli (guitarra), Juan Matías Menchón (bajo), Ignacio Marchesotti (percusión), Matías Perroni (batería), Damián “Ticky” Rodríguez (teclados) y Maximiliano Abal (guitarra). La banda, nacida en 2012, se caracteriza por un sonido que amalgama rock, candombe, cumbia, reggae, pop y funk. Su sexto y último disco, “Esencia”, salió el año pasado e incluye colaboraciones con artistas tales como Chano, Nahuel Pennisi, Facundo Soto, La Konga y Gustavo Cordera.
A lo largo de estos años, la banda tuvo la oportunidad de recorrer distintos lugares, no solo de la Argentina, sino del mundo. “Ya hace un tiempito que por suerte venimos con la ruta cargada, por decirlo de alguna manera. Siempre quisimos, creo que una vez intentamos hacer la cuenta de cuántos kilómetros hacíamos, no sé si por año o por semestre y ni siquiera llegamos a contarlo. Y la verdad que es buenísimo”, destacó Nahuel Piscitelli.
Este año, además de la actual gira de despedida del disco “Esencia”, que comenzó el 23 de agosto en Ciudad de Córdoba y tendrá su segunda fecha este sábado en Mar del Plata, realizaron una gira mundial que los llevó a visitar España, Países Bajos, Dinamarca, Alemania, Inglaterra, Irlanda, Francia, Uruguay y Chile. En ese sentido, Piscitelli valoró la importancia que tiene para la banda tocar en vivo: “A nosotros lo que mejor nos sale es tocar en vivo, es de las cosas que más nos gustan, además de grabar canciones”.
Tocar en vivo, y hacerlo en lugares tan disímiles, implica encontrarse con públicos diversos. “Nos pasa, por ejemplo, que en Chile quizás no se mueven tanto, pero cantan que se les salen los pulmones. Cosa muy distinta pasa en Uruguay, que están todo el tiempo agitando. Ni hablar en Argentina, que es como todos los públicos en uno solo. No entiendo bien qué carajo nos pasa acá, es espectacular. Pero sí, cada público tiene su particularidad. Incluso dentro de Argentina. El público rosarino es distinto al cordobés, que es distinto al de Buenos Aires, que es distinto al de Mardel, o al de Tandil. Es todo muy, muy distinto, y depende mucho también de lo que vaya pasando en el show, o ese día”, explicó el artista.
—¿El público de Mar del Plata qué particularidad tiene?
—Y, les gusta bastante la joda, qué te voy a decir. Es parecido al rosarino en ese sentido. Si de repente pintan unas cumbias, algo así, les cabe. La verdad, no sé, tendrá que ver con el mar, con la playa, con la cantidad de joda que tienen ahí cerquita, pero sí, les gusta mucho bailar.
Mar del Plata, recordó Piscitelli, estuvo entre los primeros sitios en los que la banda tocó por fuera de La Plata, su ciudad de origen. Para él, además, Mar del Plata está ligada a su vida personal, dado que parte de su familia vive aquí. Esto significó, en los comienzos de la banda, tener un lugar donde tocar en el que sabían que iban a tener “aguante”. Hoy, visitar la ciudad representa para él una oportunidad de visitar parientes y también de revivir recuerdos.
En Plaza de la Música, el espacio en el que se presentarán este sábado, por muchos años funcionó GAP, sitio al que solía concurrir durante su adolescencia. “Yo a GAP iba a bailar cuando era pibe con mi primo. Cada vez que entro a ese lugar se me vienen un montón de historias en la cabeza”, contó el guitarrista.
Estar de gira es, además, para la banda una oportunidad para gestar nuevas ideas. “La realidad es que hay bastante tiempo muerto, por llamarlo de alguna manera, por la cantidad de horas que uno está arriba del bondi. Entonces, claro, en algún punto se agarra la guitarra, se piensa en las nuevas canciones. De hecho estamos un poco en ese proceso de escribir y empezar a revisar las próximas canciones de Cruzando el Charco. Esta gira que estamos haciendo es la gira de despedida del disco, la gira de despedida de ´Esencia´. Así que de a poco se asoman canciones nuevas”, explicó Piscitelli. Y agregó: “También nosotros no paramos nunca de laburar ¿viste? A mí, de hecho, siempre lo digo, me cuesta bastante tomarme vacaciones. Entonces, eso un poco se contagia a todo el grupo y terminamos todos armando puestas en escena, armando canciones nuevas, haciendo un poco de todo arriba del bondi”.
—También hay algo que tiene que ver con estar haciendo lo que a uno le gusta, ¿no?
—Sin dudas. Eso es lo primero. Eso es lo recontra primero. Si lo que estuviésemos haciendo por alguna de esas razones no nos gustara tanto, yo creo que sería bastante más complejo poder meterle tanta energía. Pero desde que empezamos somos así. Arrancamos con un disco abajo del brazo, eso te marca un poco cómo son los tantos.
—Y además van a buen ritmo, ¿no? Ya están despidiendo el disco que sacaron el año pasado y pensando cosas nuevas…
—Sí. La matemática es uno cada dos. Entonces más o menos así va la cosa. También es un poco lo que lo que demandan quizás los tiempos hoy de la industria o de las redes o un montón de cuestiones así que realmente, si no estás sacando cosas permanentemente, la gente un poco puede llegar a perder el interés, y no es algo que nosotros podamos decir: “Ah, bueno, no me importa”. De hecho, siempre nos importó. Lo que más queremos es que nos escuche la mayor cantidad de gente, la mayor cantidad de veces. Así que por eso también trabajamos tanto.
—¿Y qué están pensando a futuro? ¿Tienen algún concepto en mente o es un poco más experimental el momento?
—No somos una banda muy conceptual hasta que el concepto llega. Nosotros vamos haciendo canciones, vamos escribiendo sobre cosas que nos pasan, sobre cosas de las cuales queremos hablar. Vamos armando y tratando de mejorar las cosas que tenemos. Somos una banda que es muy empírica, ¿viste? Que es más de hacer que de pensar tanto, y con lo que vamos haciendo vamos tratando de mejorar lo que tenemos. Así que es un poco eso también en general. Cuando cae el concepto del disco, cuando más o menos hay siete u ocho canciones que ya sabemos que van a entrar y todos hablan de alguna cuestión en particular,
—¿Les es fácil ponerse de acuerdo a la hora de decidir para dónde quieren ir?
—Sí, en general sí, tenemos suerte en eso. Somos muy distintos, pero a su vez sabemos las pocas cosas que tenemos en común y tratamos siempre de apuntar para ahí. También tenemos un motor grande que es Fran. Él es la locomotora de todo esto y le damos mucha bola, lo escuchamos mucho y estamos ahí como para llevar bien adelante sus ideas. Y obviamente proponer cuando creemos que hay algo que se puede cambiar, que se puede mejorar. A mí me toca un poco esa parte de tener una mirada crítica: “Che, estos acordes, ¿te parece? Capaz que podemos cambiarlo por esto y esto”. y “esta palabra que ya la usaste 15 veces, ¿por qué no decimos otra cosa?”. Como esos lugarcitos y esas sugerencias, por suerte él me permite también tener ese lugar y los chicos de la banda también me lo permiten. Y hacen que la cosa vaya cambiando de a poco, ¿viste? Y que no hagamos siempre lo mismo, que igual no podríamos hacerlo porque vamos creciendo y vamos haciendo el camino, y eso indefectiblemente te cambia la forma.
Las entradas para el recital del sábado pueden conseguirse por Articket, y en formato físico en La Casa de las Guitarras (Belgrano 3420) y CONEX (San Martín 3263).