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octubre 8, 2025
Lo de Allá

Revelan que la megafauna fue la presa principal de antiguos pobladores americanos

Un estudio de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata y el CONICET demuestra que perezosos gigantes, caballos, elefantes, armadillos y camélidos fueron alimento de los primeros pobladores de Sudamérica.

 

Según un trabajo publicado en la prestigiosa revista Science Advances, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata y CONICET logró demostrar que la megafauna extinta fue la presa principal de los antiguos habitantes de la región. Así, hoy podemos saber que perezosos gigantes, caballos, elefantes, armadillos, camélidos y otros grandes animales de entre 44 kilos y varias toneladas de peso, que se extinguieron hace más de 11.000 años, fueron el principal alimento de los primeros pobladores de Sudamérica.

El equipo, con larga trayectoria en el tema, está formado por tres antropólogos de la UNLP y CONICET. Se trata de Luciano Prates Matías E. Medina, investigadores de la División Arqueología de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP, junto a Iván Pérez, también profesor de la UNLP, pero radicado actualmente en el Museo Histórico y Arqueológico de Senillosa, Neuquén.

Historia de una extinción

Según el Dr. Luciano Prates, investigador a cargo del equipo, “la extinción de la megafauna en el Pleistoceno es uno de los eventos más importantes en la historia de los mamíferos americanos: la inmensa mayoría de los grandes mamíferos se extinguió entre 15 mil y 10 mil años atrás. Sobre la causa de la extinción se plantearon diferentes hipótesis, pero para Sudamérica siempre se pensó que los humanos habían sido, cuanto mucho, secundarios. Entre otras cosas, porque no había grandes evidencias arqueológicas de la caza de estos animales, porque los cazadores tempranos se habrían enfocado en presas más pequeñas (especialmente guanacos) y en parte porque se suponía que la megafauna había comenzado a decaer antes de que llegaran los humanos”.

Sin embargo, el equipo publicó en 2021 en Nature Communications, otra importante revista científica, un hallazgo que cuestionaba esta visión dominante: propuso a los humanos como principales agente de las extinciones.

“Encontramos que la población de la megafauna comienza a decaer hace 12.900 años, coincidiendo temporalmente con la llegada a América de una tecnología muy específica: las puntas de lanza llamadas Cola de Pescado, más grandes, delgadas y elaboradas que las que les sucedieron con posterioridad”, explica Pérez y agrega: “Esta sugerente correspondencia parecía también reforzarse con una ajustada correspondencia espacial entre los sitios donde se identificaron las puntas de lanza y las áreas con mayor abundancia y diversidad de megafauna”.

A pesar de estas importantes evidencias a favor de un rol central de los humanos en las extinciones, esta idea no parecía ajustarse a la evidencia arqueológica disponible hasta ahora que mostraba que la megafauna habría sido un recurso marginal y poco importante para las sociedades humanas tempranas del continente. “Lo novedoso de este trabajo es que pudimos mostrar que los humanos tuvieron en la megafauna su principal recurso alimenticio. Estos grandes mamíferos fueron la base principal de su subsistencia”, relata Medina.

La importancia del momento preciso de la extinción

La idea dominante de que la megafauna había sido apenas un recurso secundario, estaba apoyada en que los sitios arqueológicos de más de 10 mil años mostraban un alto consumo de guanaco y una dieta diversificada. Sin embargo, Prates, Medina y Pérez notaron que esto acarreaba un error de interpretación, puesto que la megafauna ya estaba extinta bastante antes de los 10 mil años (hace 11.600) y, por lo tanto, en los sitios de entre 11.600 y 10.000 lógicamente iban a predominar otras presas porque la megafauna ya no existía.

“Lo novedoso de este nuevo trabajo fue evaluar por separado los sitios previos a la extinción (11.600 años atrás), para lo cual compilamos información de todos los campamentos humanos más antiguos del sur de Sudamérica (pampa y Patagonia argentinas, sur de Brasil, centro de Chile), identificando la importancia relativa de la megafauna extinta y de otras especies actuales más pequeñas como roedores, guanacos y peces. Es decir que toda esta evidencia ya disponible fue analizada nuevamente bajo un criterio diferente. Nuestros resultados mostraron que la megafauna extinta fue el recurso más importante en estos sitios. La visión anterior estaba sesgada por el error de sobre-representar la importancia de especies, como el guanaco, que se volvieron muy importantes luego de la desaparición de la megafauna”, aclara Pérez.

La regla de oro del cazador

Estos resultados fueron sostenidos además por el Modelo de Elección de Presa, un marco teórico utilizado para evaluar y predecir las decisiones de subsistencia de los cazadores-recolectores del Pleistoceno tardío. Se basa en una idea simple: asumimos que los predadores tienden a consumir en general más a aquellos animales que les proporcionen un mejor rédito en términos de costo-beneficio. “Si soy un cazador de esta región y tengo disponibles vacas y ratones, elegiré en la mayoría de los casos las vacas por el balance de aporte nutricional superior y además porque cazar un ratón me cuesta mucho y me aporta muy poco”, ejemplifica Prates.

Con este modelo aplicado a los animales existentes antes de la extinción, los investigadores generaron un ranking de grupos de especies ordenados según los costos de obtención y aportes nutricionales al humano, que sirve como una guía para entender el consumo. A través de ello mostraron que “megaterios, caballos y elefantes eran los que lograban los balances más positivos. Los animales de estos primeros puestos son los que más aparecen en los sitios pre extinción analizados en cada región, dando solidez al hallazgo”.

La concordancia general de los resultados arqueológicos con las predicciones del Modelo de Elección de Presa le otorga un mayor poder explicativo a las conclusiones sobre el rol de la megafauna en la mesa de los habitantes de la región en el Pleistoceno tardío.

Nuevas preguntas

Parece resolverse así la controversia sobre la extinción de megafauna en América, mostrando que la acción humana debe ser reconsiderada como factor importante en la región. Los investigadores van aún más allá en la idea de que los humanos deben ser centrales en el debate sobre las extinciones del Cuaternario en Sudamérica, y por eso están trabajando en un nuevo proyecto con diversas líneas. Una de ellas apunta a mostrar el peso relativo de los cambios climáticos vinculados al último máximo glacial sobre las poblaciones de megafauna y otra a diferenciar el rol de los distintos factores (directos e indirectos) relacionados con la actividad humana.

“Suponemos que los humanos fueron la causa principal y ahora buscamos identificar el peso de las diferentes acciones sobre el ambiente que redundaron en este ´combo perfecto´ que condujo a la desaparición”, adelanta Prates.

Fuente: Investiga – Agencia CyT UNLP.

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