Así lo indica un informe elaborado por investigadores de la UBA. El porcentaje de trabajadores por debajo de ese umbral de ingresos es mayor en asalariados informales y cuentapropistas.
“El 72 % del total de ocupados percibe ingresos mensuales de 1 millón de pesos o menos. Esta insuficiencia generalizada se agrava al contrastar con el valor de la Canasta Básica Total (CBT), que en octubre de 2025 ascendía a $1.213.799 para un hogar tipo de cuatro integrantes”, señala el informe “Recomposición laboral regresiva. En busca del millón de pesos”, elaborado por profesionales del Grupo de estudios sobre movilidad y desigualdad social de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
En esta línea, los autores del trabajo sostienen que la brecha es más pronunciada en los sectores más precarizados: “El 89 % de los asalariados informales y el 88 % de los cuentapropistas de baja calificación se encuentran en este segmento de ingresos insuficientes”.
El informe elaborado por Eduardo Chávez Molina, Mariana Sosa y José Rodríguez de la Fuente también destaca que desde el cambio de gobierno, se perdieron 407 mil puestos de trabajo formales a nivel nacional, y resalta que la proporción de asalariados formales sobre el total de ocupados es del 45 %, el mínimo histórico.
“Paralelamente, se ha alcanzado un récord de informalidad laboral, afectando al 48 % de los ocupados en el segundo trimestre de 2025. Nueve de cada diez nuevos puestos generados son precarios, lo que consolida una recomposición regresiva del empleo”, indican los autores del reporte.
El documento señala que las contracciones más severas se vieron en la industria manufacturera y la construcción, mientras que hubo mayor dinamismo en ramas de menor productividad y más precarias, como alojamiento y servicios de comidas.
Los autores describen en el trabajo el fenómeno del “trabajador pobre”. En este punto, afirman que el 19 % de las personas que trabajan una jornada laboral completa de 40 horas semanales se encuentra por debajo de la línea de pobreza (41,3 % en asalariados informales y 10,5 % en asalariados formales). Y subrayan que hubo un aumento del pluriempleo por la necesidad de los trabajadores de tener ocupaciones adicionales.
A su vez, remarcan que 9,7 millones de personas (el 67 % de la Población Económicamente Activa) enfrentan problemas de empleo, ya sea por desocupación, subocupación o inserción en puestos precarios.
“El presente informe subraya que la precarización masiva del empleo compromete las condiciones de vida y erosiona la base contributiva previsional. Se requiere un esquema de crecimiento económico sostenido que reactive el consumo y la producción para generar empleo formal, en lugar de una reforma laboral regresiva que solo profundizaría la vulnerabilidad”, advierten los autores del trabajo.
