Las quejas por el servicio aumentaron en los últimos años. En tanto, el Municipio trabaja en un nuevo pliego de bases y condiciones. “Que viajen mejor debe ser un compromiso de todos y una política de Estado”, dijo Montenegro.
Por Manuel Straccia
El transporte público de pasajeros en Mar del Plata está concesionado, lo que significa que una empresa privada tiene los derechos de explotación del servicio por un período de tiempo determinado. El correr de los años y el crecimiento demográfico de la ciudad ha llevado a que se planteen algunas preguntas en relación al diseño de los recorridos y la calidad del servicio.
En el año 2005, a través de la ordenanza Nº16789 el Honorable Concejo Deliberante (HCD) autorizó al Departamento Ejecutivo a llamar a Licitación Pública, con el objeto de otorgar en concesión la prestación del servicio público de Transporte Urbano Colectivo de Pasajeros en el Partido de General Pueyrredon.
Finalmente, el Departamento Ejecutivo a través del Decreto Nº0861/06, procedió a la adjudicación de los servicios y los contratos se firmaron en mayo del 2007 por un período de doce años, con una prórroga posible de otros tres. Las empresas que firmaron fueron: «Peralta Ramos», «General Pueyrredon», “El Libertador”, “12 de octubre” y “25 de mayo”.
Los requisitos que deben cumplir las empresas están establecidos en el Pliego de Bases y Condiciones, que es un documento público al que puede accederse desde la web del Municipio.
¿Qué pasa con el servicio?
Los usuarios han elevado sus reclamos ante distintos organismos, como la Defensoría del Pueblo, u organizaciones sociales o estudiantiles. Principalmente, las quejas son por los recorridos, las frecuencias y la limpieza de las unidades.
La disposición de los recorridos de las líneas tiene, con pocas excepciones, dos puntos en común que son la zona costera céntrica y la Vieja Terminal de Ómnibus. Por ese motivo, hay barrios que quedan alejados y los usuarios deben tomar más de un colectivo para dirigirse a un punto específico. Por ejemplo, desde Acantilados se necesitan dos líneas para llegar al Hospital Materno Infantil.
El Municipio presentó recientemente un nuevo pliego del transporte público que supone una propuesta “superadora”. En el discurso de apertura de las sesiones legislativas, el intendente Guillermo Montenegro dijo que era uno de sus “principales objetivos” para este año.
En esa locución, Montenegro pidió trabajar para que los marplatenses puedan tener “más accesibilidad” y “haya una mejor comunicación entre los barrios”. “Que viajen mejor debe ser un compromiso de todos y una política de Estado”, afirmó.
El decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata (FAUD), Guillermo Eciolaza, detalló algunos puntos que se deberían tener en cuenta para mejorar el servicio.
“El diseño de los recorridos tiene que ver con el funcionamiento de la ciudad. Si están puestos exclusivamente en función de la rentabilidad de las empresas, desde el punto de vista social tienden a ser ineficientes”, consideró.
Ya se han desarrollado planes para “un sistema integral de transporte” en el que se pueda realizar un trasbordo. Es decir, que con el boleto no comprás un recorrido, sino tiempo. “Pago la tarifa, que está digitalizada, y en esos 45 minutos puedo hacer cualquier trasbordo, me puedo subir a otro colectivo y no me cobra”, explicó el arquitecto.
En este marco, Eciolaza explicó que el sistema debe ser rentable, para que “las unidades estén limpias, los trabajadores cobren un sueldo acorde y se mantenga el parque automotor”, pero eso “hay que planificarlo y conciliarlas con desarrollo social”.
A pesar del crecimiento del parque automotor, el transporte público es la vía más utilizada por los marplatenses para trasladarse. No sólo para ir a la escuela, la universidad o el trabajo, sino también para el ocio, visitas a centros culturales, espacios públicos, etc.
“Hay una vieja premisa que dice: el transporte público de calidad es cuando lo usan los dirigentes políticos, si no lo usan es porque no funciona. Ese es el problema a resolver”, concluyó el decano de la FAUD
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