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marzo 28, 2024
Lo de Acá

El aforo y la confianza suben a escena en la temporada teatral

Protocolos con aforo limitado, demandas, reclamos y decisiones gubernamentales giran en torno a la reapertura de los teatros o lugares de entretenimiento de cara al verano. Avanzan los consensos, propuestas y alternativas que penden exclusivamente de la situación sanitaria. 

Por Daniel Villarreal

La aparición del Coronavirus trajo consigo la resignificación de múltiples palabras que en los últimos siete meses pasaron a formar parte de los usos y costumbres cotidianos. Covid y AMBA dejaron de ser siglas para devenir en nombres propios, “protocolo” ya no es sólo una cuestión ceremonial, “cuarentena” no se restringe a 40 días, “pandemia” es un estado social y “cuidado” dejó de ser una advertencia o alerta para transformarse en hábito.

Hoy Mar del Plata como epicentro turístico se apresta a una temporada de verano inédita, tan inhabitual como los tiempos que corren. Y paradójicamente la discusión por la habilitación al ingreso de turistas puso en el centro de la escena a la reapertura de las salas teatrales y el Casino, quizás sus marcas más distintivas.   

En una ciudad donde hasta los funcionarios suelen confundir cultura con espectáculos y espectáculos con entretenimiento, hoy el riesgo de la propagación del virus condiciona a los tres sectores por igual.

Días atrás el ministro bonaerense de Producción, Augusto Costa, anunció que “no se habilitarán propuestas en espacios culturales y de esparcimiento que sean cerrados y no cuenten con ventilación natural”, dejando en claro que sólo se permitiría el desarrollo al aire libre. Las declaraciones impactaron en empresarios, productores, trabajadores y la comunidad artística por igual. 

En el caso de los casinos, representantes sindicales mantuvieron contacto con autoridades en La Plata para analizar opciones para la reactivación. Por el momento desde Provincia ya aseguraron la continuidad de las fuentes laborales. Queda por definir si se lanzará o no la primera bola de la temporada para que la ruleta empiece a girar nuevamente.

Consenso

En el caso de los teatros, quienes tomaron la posta fueron empresarios encabezados por Carlos Rottemberg y Lino Patalano. Tras mantener encuentros con integrantes de la gobernación, en las últimas horas consensuaron que «se permitirán las actividades teatrales y musicales al aire libre, en espacios culturales y salas teatrales que puedan cumplir con condiciones de ventilación adecuadas”. 

Además “se facilitarán espacios privados y públicos adecuados para que proyectos o salas que no estén en condiciones edilicias de funcionar acordes a los protocolos puedan desarrollar sus propuestas artísticas”.

Entonces ahora el paso fundamental será evaluar cuáles son los lugares que cumplen con normas acordes para que el público, los trabajadores y los protagonistas de las tablas no se expongan al riesgo.

Ya en mayo pasado el propio Rottemberg había adelantado que era momento de entender “que todos vamos a perder algo, que lo más importante es la salud”. Sin embargo fue más allá y el 10 de junio la AADET (Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales) junto con la Fundación Huésped dieron a conocer la propuesta de protocolo para las funciones en vivo.

Se trata de un documento de 14 páginas que puede consultarse en www.aadet.org.ar. El mismo está dividido por objetivos, reapertura, medidas generales de prevención y qué hacer ante un caso sospechoso o confirmado. También entre las pautas establece un cronograma de tres etapas con sus especificidades: preapertura, apertura con aforo limitado y apertura con aforo ilimitado.

Sí, la nueva palabra que ingresó a la vida cotidiana y mediática es “aforo”, ni más ni menos que la capacidad disponible o establecida en un lugar.

Más alternativas

Desde varios espacios, compañías y colectivos de Mar del Plata también se abordaron alternativas que quedaron sin respuestas por parte del municipio. Asimismo, al pedido unánime de la declaración de emergencia cultural en el Partido de General Pueyrredon se sumaron propuestas individuales como orgánicas a través de la Asociación de Trabajadores del Teatro Región Atlántica (ATTRA), Unión de Músicxs Independientes de Mar del Plata (Unmar), estudios de danza, el Observatorio Cultural o la Red de Salas Teatrales Independientes, por citar algunos ejemplos.

Tampoco faltaron las ideas impulsadas por particulares que incluyen formas desde el armado y montaje en espacios gastronómicos hasta shows en terrazas o veredas. 

“En verano el gran sustento de muchos músicos es tocar en bares y cervecerías, por eso no solo tratamos protocolos sino también pedimos más flexibilidad a los inspectores para que, sin romper la ley, puedan están abiertos los locales que generan fuentes de empleo indirecto, que somos quienes hacemos shows”, dijo uno de los consultados.  

Por otra parte, algunas salas oficiales como el Museo MAR o el Teatro Auditorium también elevaron distintos tipos de proyectos que están siendo analizados para su implementación.

Lo cierto es que ante el primer anuncio de la inactividad las protestas en redes sociales del país se viralizaron con flyers de “Apertura de los teatros con protocolos ¡ya!” o “La cultura también es salud”, en un segmento de la población que comprende una multiplicidad de afectados económicamente como técnicos, empleados de sala, productoras o auxiliares artísticos (diseñadores, agentes de prensa, programadores, empresas de publicidad, cartelería, medios, entre otros).

Acá y en el mundo

Y así como la misma pandemia no tiene fronteras, tampoco las problemáticas que transhuman países como los viejos artistas en carromatos por el mundo. 

Integrantes del Centro Cultural Independiente «El Séptimo Fuego»

Recientemente se podía ver el reclamo de actrices y actores en el centro cultural independiente «El Séptimo Fuego» de esta ciudad clamando por levantar el telón o una movida de alto impacto en Italia. Allí, trabajadores del espectáculo tomaron la Piazza del Duomo en Milán para protestar. Los manifestantes vestidos de negro (como lo suelen hacer arriba de los escenarios para no ser vistos por el público) golapeaban 500 cajas de transporte de equipos frente a la catedral. El movimiento “Bauli in piazza” pide normas claras para eventos y que hagan posible “la sostenibilidad económica”. Fueron unas 1.300 personas concentradas con distanciamiento social y en el medio de la plaza se ubicó una rosa blanca sobre una caja roja que en memoria a sus pares fallecidos por el coronavirus.

En fin, Mar del Plata se acerca a una nueva temporada. Un verano quizás con otro tipo de marquesinas, con señaléticas en espacios públicos más vinculadas a las cuestiones sanitarias que a las promociones; donde quizás las luces de neón reflejen a figuras rutilantes de la misma manera que a las campañas de concientización.

Quizás con autocines o autoteatros, también.

El panorama sigue con incógnitas y posturas encontradas, pero el gran desafío sin dudas pasará por la confianza.

La confianza del público en volver a entrar a una sala sin miedo a contagiarse, la confianza de las responsabilidades individuales y sociales en hacer las cosas bien. La confianza en respeto por las normas y así lograr colgar el tan ansiado cartel de “localidades agotadas” en las boleterías, no en el sistema sanitario.

Aforo y confianza, mucho más que vedettes en el verano marplatense.

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1 comentario

Hernan Lescano octubre 24, 2020 a 5:19 pm

Excelente nota de Daniel Villarreal. Confianza es la consigna. Confianza en nuestros gobernantes que sabrán determinar lo posible frente a la pandemia. Confianza en que los empresarios respetarán las pautas protocolares sanitarias que se establezcan. Confianza en que los particulares obedezcan las instrucciones que se les impartan. Una cadena de confianza en beneficio de todos y todas. Una cadena de confianza que si se rompe un eslabón, perjudicará a toda la cadena.

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