Pese a contar con una fuerte impronta turística, con gran capacidad hotelera y una de las mejores propuestas gastronómicas de Argentina, los marplatenses veremos el torneo (que comienza el 20 de mayo) por televisión. ¿En qué se falló?
Por Santiago Giorgini
El Mundial Sub 20 tornó un giro inesperado para la Argentina. En un principio, la clasificación se vio truncada por un flojo papel en el Sudamericano que concluyó con el ciclo Javier Mascherano al mando de la selección juvenil. Ahora, el «jefecito» está de vuelta. Indonesia iba a albergar a esta competencia, pero un conflicto bélico junto a Israel y Palestina llevó a los asiáticos a que esta candidatura -y confirmación- sea anulada. Como dijimos en notas anteriores, la “Chiqui Tapia masterclass” llevó a que el dirigente sea el más rápido de todos e inmediatamente postule a nuestro país para traer el fútbol juvenil a nuestras tierras. Lo logró y ahora veremos a las grandes promesas (y realidades) haciendo rodar la pelota en Latinoamérica.
Ante esta decisión, los marplatenses nos ilusionamos. Es sabido que la capacidad hotelera, gastronómica y edilicia está completamente apta para recibir eventos de esta envergadura, tal como pasó con el Mundial 1978, los Juegos Panamericanos del 95, o el mismísimo Mundial Sub 20 del 2001, pero si la mesa está servida y los comensales tienen las servilletas puestas para comer, ¿en qué fallamos? En lo más básico: el estadio.
Un estadio en malas condiciones
El José María Minella está obsoleto. Tristemente nos hemos encontrado con la modernización de escenarios a lo largo y a lo ancho del país, la construcción de otros nuevos y con el deficiente estado de una cancha que tuvo momentos de gloria. Otra de las cuestiones que no ayudan, es que FIFA sólo designó cuatro estadios para el desarrollo del juego: el Diego Maradona de La Plata (ex Estadio Único), Bicentenario de San Juan, Madre de Ciudades de Santiago del Estero y el Malvinas Argentinas de Mendoza. Quedaron por fuera de la nómina La Rioja, Salta y San Luis, mientras que otros como el José Amalfitani, el Monumental y el Mario Kempes de Córdoba ni siquiera fueron incluidos en la primera nómina.
¿Pero qué pasa en el Minella? Partamos de la base que la tribuna techada cuenta con peligro de derrumbe desde el año 2021. Pone en constante riesgo a periodistas, allegados y jugadores que frecuentan la circulación en aquel sector. Esta determinación puso en vilo a autoridades nacionales, como el caso del ministro de Cultura y Deportes, Matías Lammens, que se alertó por la situación y se comprometió a restaurar el estadio, pero fue algo que no tomó vuelo. Lo propio pasó con los funcionarios municipales, que para hacer un juego de palabras “se pasaron la pelota”, echándose la culpa los unos a los otros por la falencia de no contar con el Mundial Sub 20 en nuestra ciudad.
A simple vista, las condiciones edilicias del estadio son desoladoras. Lo que se ve es una cantidad incalculable de óxido, vegetación que crece por los alrededores y entremedio de las construcciones y roturas que van desde el techo de la platea cubierta hasta las butacas. En el apartado de “lo que no se ve” nos encontramos con un baño en pésimo estado, sanitarios rotos, filtraciones, humedad, aromas nauseabundos y paredes llenas de hongos. Una salvedad, es el buen andar de los arcos y el campo de juego, algo que a futuro quizá no conlleve un gasto elevado. Esto último lo demuestran Alvarado y Aldosivi, cuando los fines de semana disputan sus partidos oficiales por la Primera Nacional.
Un proyecto que por ahora sólo es eso
Hace algunos meses, el intendente del partido de General Pueyrredón realizó un video junto al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia y las intenciones de una mejora edilicia son realmente altas en ambas partes con la idea central de que los seleccionados puedan utilizarlo. Es la alternativa más viable en un contexto donde el dinero no está, y menos que menos con el aumento abrupto del dólar. Un informe de la UNMdP llevó un cálculo de 20 millones de pesos. Pero estamos en Argentina, donde todo aumenta periódicamente y este valor no es la excepción.
Uno imagina desde este humilde lugar el lamento del órgano máximo del fútbol argentino, de contar con un estadio que siempre fue protagonista y que ahora no puede serlo; y ni hablar de los marplatenses, que con el paso del tiempo vimos cómo se nos fueron de las manos los Torneos de Verano, los partidos de la selección, los recitales y los eventos masivos. Un lamento tras otro, que ahora queda en una simple discusión política y con el José María Minella a la deriva.
El Mundial Sub-20 se celebrará en Argentina entre el 20 de mayo y el 11 de junio. El seleccionado nacional integrará el grupo A junto a Uzbekistán, Nueva Zelanda y Guatemala. Entre los convocados por Javier Macherano, se encuentra el marplatense Matías Soulé (jugador de la Juventus). El certamen se disputará en cuatro estadios: el Diego Maradona de La Plata (ex Estadio Único), el Bicentenario de San Juan, el Madre de Ciudades de Santiago del Estero y el Malvinas Argentinas de Mendoza |